¿Él? Mi Amigo ✓

Capitulo 3

- ¡Llegamos!- anuncia mamá con emoción.

A penas ella dice eso me asomo por la ventana del auto y, sí. Compruebo que ya llegamos y, puedo ver a través del cristal que hay esta, esa hermosa casa de dos pisos con tres ventanas en la parte de arriba y dos en la parte de abajo, entre ellas está la puerta de entrada. Logro ver el hermoso jardín que está a los lados de la puerta de entrada y puedo decir que se ve muy lindo.

¿Cómo cambio la casa en tanto tiempo? Pues, admito que mucho.

Al terminar de estacionarse bien el carro de papa en el garaje de la casa, abro la puerta lo más rápido que puedo y me bajo junto con mi mochila. Mamá y papá bajan al mismo tiempo que Daniel y se ponen a mi lado.

- Entremos familia- dice papá con una sonrisa tomando de la mano a mamá mientras que Daniel baja mi maleta y luego camina hacia la casa y yo lo sigo.

Al entrar me doy cuenta que aquí adentro nada ha cambiado excepto por el nuevo televisor pantalla plasma grande, mucho más grande que el anterior que hay en la sala y vaya que si es grande.

- ¿Tienes hambre pequeña, o ya se te quito el apetito? - pregunta mamá acariciando un mechón de mi cabello.

- Por supuesto que tengo hambre mama y mucha- le respondo con una sonrisa

- Vamos a la cocina, te cocinare tu pasta a la italiana. - me dice caminando conmigo hacia la cocina. ¿Pasta? Dios como extrañaba la pasta que hace mama. Claro no es que no comía pasta en Inglaterra, claro que sí, solo que no sabe igual de exquisita y deliciosa como la hace mamá.

Al entrar a la cocina veo una chica rubia sentada en el mesón de la cocina. No la puedo ver bien ya que está dándome la espalda. Me acerco a ella, ella se da la vuelta y gritos de emoción se escuchan por la cocina, bueno en la casa.

-¡Rose! - grita ella con emoción.

-¡Nessa! - respondo con la misma emoción.

No lo pienso más y la abrazó con todas mis fuerzas y ella hace lo mismo.

Extrañe tanto su dulce voz, sus pensamientos locos, sus travesuras, sus comentarios de doble sentido y sus abrazos de oso, es decir, TODO de ella. No puedo creer que estoy aquí, en mi hogar con mi familia y mi mejor amiga, los extrañe tanto.

- ¡Hermana! No sabes cuánto espere este momento - dice Nessa separándose de mí. Si, ella y yo somos Ami-hermanas, ósea amigas pero como hermanas.

- No te imaginas cuanto espere volverte a ver Hermanita- digo mirando la emoción que lleva en su rostro. Sí que está muy feliz de verme.

- Bueno, bueno no lloren. No es el fin del mundo niñas- dice mamá – Nessa, ¿te quedas a cenar?

- Claro, Sra. Hathaway - responde mi amiga con su sonrisa encantadora

Nessa Miller es la típica chica rubia con ojos color azul, labios rosados, cabello liso, cuerpo de Barbie. La diferencia es su comportamiento, es diferente. Ella es un poco más extrovertida y alocada, más que yo y, claro más valiente entre nosotras. Porque ella siempre sabe enfrentarse a todo sin miedo, por más mal que ella este, siempre esta con la cara en alto frente a todo. Es tan hermosa que tiene chicos babeando por ella, pero ella solo se interesa en uno y es Dylan Jones. Si, ella y Dylan empezaron a salir hace cinco meses, claro no lo he visto en persona pero si en fotos con mi amiga.

- Mamá voy a mi habitación a desempacar - le aviso.

- Okey hija está bien, cuando esté lista la cena las llamo- nos anuncia mama a mí y a Nessa.

- Okey - decimos las dos al mismo tiempo que salimos de la cocina hacia las escaleras para subir a mi habitación.

Al entrar a mi habitación puedo ver que Daniel trajo mi maleta y la puso en mi cama. Observó mi habitación. Sigue tal cual como la deje antes de irme, paredes color lila, la cama ordenada, el escritorio ordenado y limpio. Claro mamá tuvo que haberlo limpiado cada semana y, el armario cerrado igual que los cajones. La puerta del baño estaba entreabierta y la luz apagada. Todo estaba bien.