Capitulo 34

86 12 36
                                    

-Te quiero Jack.

-No, no digas adiós. Rosa. No te rindas. No lo hagas.

Limpio una lagrima que resbala por mi mejilla.

Esta escena me pone tan triste.

- Sabes, a este paso vas a terminar deshidratada de tanto ver esas películas cursis con finales horribles.

Escucho decir a Daniel a mis espaldas.

Tal vez tenga razón pero, han escuchado la frase que aplican en matemática donde negativo más negativo es igual a positivo.

Bueno, en este momento mi vida se resume en tristeza más películas tristes igual a un hermoso momento de película y alejarse de la triste realidad.

"Eso no tiene sentido".

Horita nada tiene sentido.

Tomo una gran cucharada de helado y lo llevo a mi boca.

¡Mierda! Cerebro congelado.

Hasta el helado más delicioso lastima.

-¿Dónde está tu hermana, pequeño Dan? – escucho a lo lejos. Creo que viene del pasillo.

- Aquí. – responde mi hermano. Creo que está en la puerta de mi habitación.

Trato de concentrarme en la película pero unos pasos que vienen del pasillo no me dejan hacerlo. Escucho que abren la puerta de mi habitación por completo y alguien entra.

- No me digas que lo olvidaste, pequeña puerca.

Él me decía pequeña... - pienso.

- No puede ser. – escucho decir a la misma persona. Es Nessa.

Cierro la laptop, adiós película. Dejo el helado aun lado, adiós delicioso helado de chicle con chispas de colores. Suspiro y me giro hasta quedar frente a mi mejor amiga.

Ella lleva puesto uno de esos trajes de baño que son completos color azul marino, un short, un suéter encima y unas zapatillas.

Yo aún sigo en pijamas.

"Ni te has dado un baño. Hueles eso, eres tu apestosa".

Si, lo sé.

- Rose, ¿Qué sucede? Estuve llamándote desde hace horas atrás. – dice ella con las manos en la cintura.

- Lo siento. – Suspiro – No sé dónde está mi teléfono.

Es la verdad. Desde que llegue anoche de la fiesta, entre a darme una ducha, me cambie el hermoso vestido por un pijama de Bob esponja. Me tire a la cama y desde entonces no recuerdo más.

Creo que estaba en modo automático.

Un sonido hace que salga de mis pensamientos. Observo a Nessa, ella tiene su teléfono en mano, luego camina hasta una silla que se encuentra en un rincón de mi habitación. Nessa busca bajo de ella y saca mi bolso, el mismo que lleve a la fiesta. Nessa revisa dentro de el y saca mi teléfono.

Con que hay te había dejado.

Nessa apaga el sonido de llamada de mi teléfono y guarda el suyo en uno de los bolsillos traseros de su short.

Ella se queda viendo la pantalla de mi teléfono. Su ceño se frunce y luego sus ojos se abren como platos.

- Uy, tu teléfono casi explota. – dice.

- Claro, con tantas llamadas y mensajes de tu parte. Seguro hasta me escribiste en redes sociales.

Me levanto de la cama para estirar mi cuerpo y luego me acerco a mi armario para cambiarme este pijama.

¿Él? Mi Amigo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora