Capitulo 33

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¿Alguna vez les ha pasado que sospechan algo pero lo descartan porque sería una locura si fuera verdad, pero, al final pasa algo y te das cuenta que no te equivocaste y que lo que sospechaste era cierto?

No sé si les ha pasado pero, en estos momentos puedo decir que a mí sí. Y odio admitir que no es verdad, que solo es algo que mi mente esta imaginando, pero, no me puedo mentir a mí misma, no cuando acabo de confirmar con mis propios ojos la verdad.

Dejo la copa con la bebida por la mitad sobre una mesa y me alejo de las personas.

Necesito aire. Necesito procesar lo que acaba de pasar y lo que he hecho días atrás con él.

No sé si sentirme sucia, o usada, o incluso estúpida.

"Ninguna de esas. No trates de sacar una conclusión hasta que no escuches su parte de la historia, lo que él tenga que decir".

Es que... ¡estoy furiosa!

"Y tienes el derecho a estarlo, pero debes controlarte".

- ¿Estas bien? – me pregunta Tiana cuando llego a la fuente. Asiento. - ¿Segura? Tu cara esta algo roja.

- Si Tina, estoy bien. No te preocupes. – ella asiento no muy convencida.

Le sonrió y ella se retira, no sin antes devolverme mi bolso. Le agradezco. Cuelgo el bolso en mi hombro derecho y comienzo a buscar dentro de el para sacra mi teléfono.

Necesito salir de aquí.

Un tono, segundo tono, tercer tono y...

- ¿Hola? – responde una soñolienta Nessa al otro lado de la línea.

- ¡Nessa!, ¿te desperté?

- No – escucho un bostezo de su parte. – solo veía una película. – Dice - ¿Ya termino la fiesta?

- Ness, necesito que... - siento un nudo en mi garganta.

"No, no aquí, calma Rose".

- ¿Qué sucede rosi?

- Ven por mí, ahora. Por favor. – Le suplico.

- Enseguida llego amiga, espérame en la entrada donde te deje. ¿Okey?

- Okey. – le confirmo. Me dice que llegara más rápido que un rayo y cuelga.

Bien, debo ir a la entrada.

"¿Sin despedirte? ¿No sería algo raro?"

Tienes razón. Pero no tengo cara para verlo a él.

Tomo un profundo respiro y libero el aire poco a poco. Debo controlarme.

Guardo el teléfono en el bolso y empiezo a buscar el camino que me llevara al salón para después llegar a la entrada donde me dejo Nessa horas atrás.

Empiezo a caminar, pero un obstáculo se atraviesa en mi camino. Mejor dicho una persona.

La señora Morgan.

- ¡Rose! Que alegría verte. – me dice.

- Lo mismo digo, señora Morgan. – le doy mi sonrisa más sincera y alegre que puedo.

- Estas hermosísima esta noche. Diría que eres toda una mujer que desprende belleza pura. – me halaga.

- Gracias, pero usted está radiante como siempre. – ella ríe y hace un gesto con la mano restándole importancia.

- Cariño, no exageres. – suelto una risita. Ella me observa como si descifrara unos de esos juegos donde hay que adivinar la palabra. – Pero, no todo está bien en esos ojos. – dice. Ay no. - ¿Paso algo, mi niña?

¿Él? Mi Amigo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora