Capitulo 32: parte 2

64 13 21
                                    

Entro a la casa y todo se ve hermoso.

El salón está lleno de personas, parejas que están bailando en el medio. Parece que esta es la pista de baile. Hay un Dj y a un lado una pequeña orquesta de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, con instrumentos como un violín, un chelo, un piano y un saxofón.

En el techo hay una hermosa lámpara donde salen unas tiras de luces doradas que llegan a diferentes extremos del salón. En las paredes hay cuadros de paisajes hechos con pintura. Esto parece un museo de arte. Hermoso. Paso por la pista hasta llegar a una puerta que está abierta, que me lleva a la terraza.

En el medio se encuentra una fuente muy hermosa. Las mesas están ubicadas en gran parte del jardín y hay personas en ellas que conversan, otras comen y algunas caminan por el jardín. El papa de Tayler tiene muchos amigos o, conocidos.

Un mesero pasa por mi lado y me ofrece una copa de champaña, con gusto la tomo y le agradezco. Doy un pequeño sorbo y retomo mi caminata por el lugar. Llego hasta la fuente que hay en el medio y sigo observando a las personas.

¿Dónde estará Tayler?

Sigo observando todo el lugar. Los señores Morgan tienen buen gusto con respecto a las decoraciones. Termino de beber lo poco que queda de bebida en mi copa.

Siento un toque en mi hombro izquierdo desde atrás y me volteo para ver quién es. Y por fin lo veo.

El en todo su esplendor. Con un traje negro y una camisa color blanco, no lleva corbata ni moño, solo que los primeros dos botones de su camisa están desabrochados. Su cabello esta peinado hacia atrás. Sus ojos, sus malditos ojos que tanto me encantan, que me hacen sentir que veo el cielo más cerca a través de ellos; y su sonrisa, esa estúpida sonrisa que ahora tiene puesta en sus tentadores labios, esa sonrisa que me derrite y me hechiza a igual que sus besos.

Me dan ganas de lanzarme hacia él, envolverlo en mis brazos y besarlo.

"¿Tan rápido? Calma, fiera".

Siento mis mejillas calientes. ¡Rayos! Ya estoy sonrojada. Solo espero que no se note por el maquillaje. Me aclaro la garganta.

- Hola – saludo.

El ríe. Toma mi mano libre y me hace dar una vuelta en mi lugar. Me detiene haciendo que quedemos frente a frente pero, un poco más cerca.

- Hola, hermosa. – dice. Una sonrisa se extiende en mis labios. Observo sus ojos y tienen ese brillo, el mismo que he visto en ocasiones cuando hemos estado juntos.

Me alejo un poco de él y me quita la copa vacía para dejarla sobre una mesa que se encuentra a un lado de nosotros.

- Vamos – me dice. Entrelaza nuestros brazos y comenzamos a caminar hacia una mesa - ¿Dónde está Nessa? – pregunta.

- No pudo venir. Mañana tiene una competencia y debe descansar. Solo me pudo traer. – él asiente. - ¿Tay, cual es el motivo de esta fiesta? – él sonríe.

- Es el aniversario número veinte de mis padres – vaya, veinte años. – y también, están celebrando un negocio que papa cerro y es importante para él.

- Okey...entiendo. – digo. El asiente. – Felicidades por tus padres. Supongo que, ¿debes estar feliz por ellos?

- Lo estoy. – dice. Me ve por unos segundos. Luego voltea al frente – Ahí está tu mesa. – señala.

Veo al lugar donde me señala y me encuentro con una sonriente Karla con dos chicos más. Sonrió. Karla esta hermosa con un vestido color negro brillante, su cabello lo tiene suelto en ondas. Llegamos a la mesa y enseguida Karla me ve. Se levanta rápidamente y camina hasta donde estoy para luego envolverme en un abrazo apretado.

¿Él? Mi Amigo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora