𝑀𝐴𝑅𝐼𝐴
Aún seguía con mi sonrisa tonta que había aparecido automáticamente cuando nuevamente lo vi entrar a el restaurante.Maite hablaba de cosas que sinceramente no entendía y no era la primera vez que lo hacía pero no había manera de callarla y la comprendía,aveces yo era así que simplemente no entendía como ella no me daba un golpe para dejar de hablar.
Alexander no había sido el mejor de los caballeros al ver que alguien derramaba el café sobre su camiseta blanca,había dicho insultos pero todo cambio al verme a mi frente a el,se había disculpado pero no había aceptado sus disculpas fácilmente.Los nervios de ambos eran notables pero nadie quería decir alguna palabra que pudiera arruinar el momento incómodo y divertido que estábamos pasando.El se despidió de mi con un halago que me sonrojo cosa que el no noto ya que había salido huyendo hacia su mesa donde se encontraba un alto y rubio hombre.Me había dicho mujer hermosa,nadie antes lo había hecho o en realidad si pero con el propósito de sólo llevarme hacia la cama.
Mi sonrisa se borro al recordar momentos horribles con un hombre en especial,ese sin duda había sido el peor de todos.Regrese a la mesa junto a maite quien sin duda iba a preguntarme muchas cosas.Para mi suerte no había sido así,ella ahora estaba admirando aquel hombre que estaba sentado junto a christopher conversando alegremente.El ambiente cambió entre nosotras cuando nos percatamos que alguien estaba de pie justo a lado mío.Era el,el amigo de alexander,era más guapo de lo que imaginaba pero el no era de mi interés.
Estaba interesado en maite ya que había preguntado por su nombre,había dicho que christopher esperaba por mi en aquella mesa donde ahora se encontraba solo,sabía que no era verdad pero también sabía que quería estar a solas con maite así que acepté ir con alexander pero a paso lento,necesitaba controlar mis nervios.
–Maria:hola,de nuevo.–sonrió–vine hacerte compañía y creo que tú también me la harás a mi.
–Alexander:hola,si gustas puedes tomar asiento,digo estoy solo.–dijo mirando hacia la mesa donde estaba su amigo junto aquella peli-negra–supongo que habrá nueva pareja.
–Maria:También supongo eso y nuevamente te pido disculpas por lo de el café.–río–
–Alexander:–río junto a ella–no importa,está pequeña mancha se arregla pero lo que no se arregla es la actitud que tuve contigo,no debí decir lo que dije.
–Maria:tranquilo,no dijiste nada malo y creo que algunas personas reaccionan así o peor.Todo esta bien.¿Dime que te a parecido roma?–pregunto con una sonrisa–
–Alexander:me tranquiliza escuchar eso y bueno roma es hermoso,tiene lugares increíbles al igual que personas,en especial tú.Lo de hace un momento no fue broma,en realidad eres hermosa.
–Maria:lo sé,eh vivido en roma toda mi vida.Roma es mi hogar y por otra parte supongo que gracias por el halagó,hombres me lo dicen pero no con buen propósito.
–Alexander:no hay de que,no se con que propósito te lo digan pero créeme el mío es bueno,eres hermosa y no hay muchas como tú.
–Maria:¿no?yo creo que las hay,todas las mujeres somos bellas.
–Alexander:en eso estoy de acuerdo contigo pero algunas son...desagradables pero no por su aspecto si no por lo que tienen dentro.No comprenderás a que me refiero así que es mejor olvidarlo.
–Maria:esta bien,pero se a que te refieres.Probablemente tenemos una historia similar pero tú con una mujer y yo con un hombre.
–Alexander:puede ser.
–Maria:Nuestros amigos ya vienen,creo que terminaron de conversar.–dijo poniéndose de pie–fue un gusto hablar contigo nuevamente.
–Alexander:también para mi lo fue.–sonrió–¿alguna otra vez te volveré a ver?me agradas,podríamos tener una gran amistad.
–Maria:yo diría que no,roma es muy grande pero también se que el mundo es chico y que por obra de algo tu y yo nos volveremos a cruzar tenlo por seguro.Pero quita esa cara alexander que yo no eh dicho nada malo y claro que podríamos ser amigos el tiempo que estes aquí y más.
–Alexander:por un momento pensé que te negarías a ser amiga mía.No debería decirte esto pero eres en la única mujer que me a hecho creer que no todas son iguales.
–Maria:me alegró de que sea así,por que nadie es igual.–dijo para que enseguida su amiga llegara junto a el rubio–por fin.–sonrió–¿nos vamos?
–Maite:lo siento–río–me demore un poco más por que william es demasiado divertido.Me encantó estar contigo–le dijo al rubio que sonrió luego de escuchar aquello–ya tienes mi número de teléfono por si necesitas algo.𝐴𝑟𝑟𝑖𝑣𝑒𝑑𝑒𝑟𝑐𝑖 𝑤𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑚.
–Maria:ella si es más amigable y sociable–dijo mirando a christopher–te veo muy pronto alexander,deja que la vida te sorprenda.–sonrió para que después saliera de el restaurante con su amiga–
Habíamos salido de ese restaurante luego de bastante tiempo,jamás habíamos estado tanto en un solo lugar pero ahí estaban ellos,esos hombres que nos robaban hasta el aliento sin siquiera ellos saber.Maite al parecer había dado un paso demasiado rápido pero sabía que eso solo lo hacía cuando un hombre le aspiraba confianza y por esa misma razón no había dicho nada,william parecía ser un tipo muy agradable además de guapo.
Aquella ultima frase dicha por mi era cierta,más personas deberían dejar que la vida los sorprendiera aunque era cierto que también la vida nos daba sorpresas sin nosotros quererlo.No había manera de escapar de ello.
Había aceptado ser amiga de alexander por que sabía que podríamos ser buenos amigos,ambos nos podríamos ayudar a sanar heridas hechas por un hombre y una mujer.Si,sin siquiera decir algo al respecto yo ya sabía que el ya había tenido una decepción amorosa,que alguien ya le había roto el corazón al igual que a mi.No tenía caso recordarlo.
No le había dado un número de teléfono ya que sabía que no lo necesitaría,tarde o temprano nos volveríamos a cruzar.Si el era para mi y yo para el nos volveríamos a encontrar de eso estaba segura,la esperanza es lo último que muere dicen.
Título:𝑙𝑎𝑠𝑐𝑖𝑎 𝑐ℎ𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑡𝑎 𝑡𝑖 𝑠𝑜𝑟𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑎–deja que la vida te sorprenda.
Significado de palabras:𝐴𝑟𝑟𝑖𝑣𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟𝑐𝑖–hasta pronto,luego.
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ROMA
Romance𝑅𝑂𝑀𝐴-Ciudad donde maria y alexander se conocieron u vieron por primera vez.Ninguno creía en el amor debido a decepciones amorosas de el pasado.Alexander había decidido tomarse vacaciones en la ciudad de roma pero jamás pensó encontrarse con el...