capítulo doce.

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— No entiendo por qué compraste media tienda de conveniencia en dulces. —Donghyuck me dedicó una mirada de ojos entrecerrados mientras avanzamos por el pasillo— Encima con mi dinero, abusadora.

Me giré a verle por unos momentos, alzando mis cejas en tanto el chico seguía refunfuñando a la par que seguía mis pasos.

— Lo hice porque te conozco lo suficiente como para saber que soy yo quien hará el trabajo mientras tú te quejas sobre Renjun y su falta de comunicación. —rodé los ojos deteniéndome frente a la puerta del departamento, ingresé los códigos con lentitud— Y tenías que contribuir a algo, no hago las cosas de a gratis.

— Y ese algo es tu hambre, pensé que ibas a pedirme cigarrillos. No comida. —me dijo para después verme de forma ofendida— Y yo no solo hablo sobre lo poco comunicativo que es Renjun, no te pases.

— Estoy tratando de dejar de fumar y sí, contribuyes a calmar mi hambre como pago al trabajo que vamos a hacer. —respondí indicándole que pasara, pronto se cerré la puerta a mis espaldas— Y es cierto, no solo hablas sobre él, también lo haces sobre lo mucho que quieres besarlo, se me había olvidado ese detalle.

— ¡No molestes! —me dió un empujón que logró sacarme una risa ahogada— Sabes que yo no tengo nada con Renjun, Iseul.

— Son amigos, lo sé, pero es divertido sacarte de quicio al hacer comentarios como estos. Aunque, a quien verdaderamente le succionas el alma es a Mark Lee. —seguí mi burla desplomándome sobre el suelo de la sala, al lado de la mesa ratona en dónde planeaba hacer el trabajo— No es secreto para nadie, todos en el instituto se dan cuenta.

— Pero ya no más, ni siquiera teníamos algo como para decir que terminó. Lee se consiguió a alguien más y encima, una chica. —bufó dejándose caer del otro lado de la mesa— ¿Puedes creerlo? Fui reemplazado por un par de senos, que injusticia.

— Debe tener sus razones para hacer tal cosa. —me encogí de hombros sacando las libretas de mi mochila— Además, ¿No crees que es momento de hacer lo mismo? Digo, buscar chicas, algo.

— Sabes que las chicas no me van. —me dijo estirando sobre la mesa un par de hojas para hacer el trabajo seguido de unos plumones— Pero creo que tienes razón, debería comenzar a buscar algo más. Cambiar el patrón que tengo con respecto a los chicos.

— Házlo entonces, nada tienes que perder. —le dije dedicándole una sonrisa al tiempo que cogía la bolsa con los dices y sacaba un paquete de patatas fritas— Pero ya será después, hagamos el trabajo primero.

— Espero tener un sobresaliente. —me dijo tomando papas también— Tengo mala calificación en esta materia.

— Conmigo siempre vas a sacar buenas notas. —le guiñé prosiguiendo a buscar el tema con el que debíamos comenzar— Manos a la obra.

— Let's do it. —respondió comenzando a hacer la portada.

El día en el instituto había pasado considerablemente lento, además teniendo a los chicos alrededor las cosas se habían triplicado. Digamos que convivir en un salón de clases a las siete de la mañana con treinta y siete personas más dentro de las cuales se encontraba un grupo de cuatro amigos que siempre se las empeñaban con joder estando yo en el medio no era muy reconfortador, por suerte y gracias al cielo que era viernes y no tenía nada más que hacer, solamente el trabajo de historia que debíamos hacer y luego podría lanzarme a la cama a dormir todo el día si es que era posible para mí hacerlo.

— Oye, por cierto. —mencinó Donghyuck llamando lo atención, elevé la mirada de lo que estaba escribiendo— No sabía que vivías sola.

— No lo hago realmente, tengo dos compañeros de piso. —me encogí de hombros— Están en la universidad ahora, creo.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔. ━ Jungwoo. ✓ (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora