capítulo seis

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Había conseguido trabajo en una pequeña panadería a unas cuantas calles del instituto. 

No era nada fuera de lo normal, tampoco un trabajo que consumiera mi alma porque esa no era la idea, sino algo más relajado que pudiese llevar tranquilamente a la par que seguía yendo a ese horrible instituo: tenía el empleo atendiendo a las personas en el mostrador y sonriéndoles aunque verdaderamente no quisiera hacerlo, pero era la política del empleo y tenía que ser amable para que las personas se sintieran bienvenidas en un espacio tan acogedor como lo era él local. Así que estaba trabajando en ser más amable con los demás en tanto tenía que trabajar, me costaba dejar de ser yo por unos momentos y centrarme en las personas detrás del mostrador.

Por otro lado, la paga era lo suficientemente buena como para ahorrar unos meses el dinero suficiente y alquilar algún dormitorio de estudiante en el centro e irme del jodido department de Hyeon, pero sobretodas las cosas lo que me consolaba es que si llegaba a suceder lo que tanto estaba planeando iba a estar completamente sola; no podía quejarme a este punto porque estaba todo bien con respecto a cómo quería que las cosas marcharan en mi vida y estar en soledad me iba a dar la paz mental que necesitaba en esos momentos.

La mejor parte de tener empleo era que no veía a Hyeon porque salía del instituto hasta el trabajo y de ahí hasta que dieran las ocho de la noche cuando recién salía a caminar un poco antes de escabullirme al departamento sin que ella se diera cuenta que había entrado a él, pasaba todo el día fuera haciendo cualquier cosa con tal de no toparme con ella y tener alguna de las tantas peleas de las que los vecinos siempre se enteraban. Últimamente todo era así y estaba bien, no la quería tener encima preguntando que estaba haciendo y mucho menos controlando a dónde iba y dónde no, resultaba ser fastidioso teniendo en cuenta que ahora sí quería hacer el papel de madre conmigo cuando nunca en el pasado se preocupó por ello.

Era tonto e injusto que lo hiciera.

— Iseul, ¿Hiciste la tarea de ciencias? —preguntó Na Jaemin dejándose caer en el asiento frente al mío— La necesito con urgencia.

No me moví, sencillamente elevé la vista desde la mesa de madera hasta el chico que me miraba con atención, había interrumpido lo sueño reparador antes de escuchar al profesor Kim hablar sobre los átomos de carbono y como era la composición de los hidrocarburos.

— ¿Qué te hace pensar que la he hecho? —pregunté de regreso elevando mi ceja— Na, deberías ser algo más responsable y hacer tu tarea con tiempo.

— ¿Lo dice quien sólo Dios sabe cómo pasa los exámenes? —me miró con ojos entrecerrados— Te recuerdo que tu tampoco eres una persona muy responsable que digamos, aún no sé cómo pasas los parciales.

— Pero tengo el segundo mejor promedio y eso es lo bueno. —sonreí con burla viendo su ceño fruncirse— ¿Por qué no hiciste la tarea?

Pronto su rostro se avergonzó hasta dejar las mejillas con un sutil color rojizo.

Me recordó a Jungwoo.

Ultimamente pensaba más en él que de costumbre y no sabía el porqué de tales pensamientos, no me molestaba sino que la sensación extraña en mi pecho y la cual no sabía que era me estaban comenzando a asustar de cierta manera. Debía saber que era, conocer porque me sentía así junto a él y porque no pasaba con otros chicos sino justamente cuándo él estaba presente.

— Estuve todo el día con Jeno y se me pasó por alto. —se rascó la nuca algo avergonzado— Me distraje.

— Yah, entonces dile a Lee que te consiga la tarea. —me encogí de hombros sonriendo un poco— Él fue tu distracción, debería al menos pasarte los apuntes.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔. ━ Jungwoo. ✓ (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora