Reliquias, version Dramione

Capitulo 18 : El valle de Godric

Ya habían pasado cuatro días desde que Hermione y Draco platicaron, ese día Hermione estaba sumamente nerviosa, lo habían decidido, bajarían al pueblo a investigar sobre la espada y tal vez encontrar algo más que los pudiese ayudar.

Por la noche, Hermione tomo el cabello de tres muggles que pasaban cerca de ellos, Harry y Hermione se convirtieron en una pareja de viejitos, mientras Draco en un hombre de mediana edad, con severos problemas de calvicie.

Mientras Hermione memorizaba los movimientos de varita, por si tenían que desaparecer en conjunción, Draco tomaba la capa de Potter, mientras que este se colocaba el guardapelo en su cuello, Hermione se sentía nerviosa, no sabía a ciencia cierta si era por lo recientemente ocurrido con Draco o que pronto conocería la casa de los Potter, aunado a que no se confiaba del todo de llegar al pueblo, había algo que la inquietaba.

Los tres chicos se mantenían pegados, tanto que Hermione sentía la respiración de los dos chicos en su rostro.

-hay demasiada nieve y estamos dejando huellas, lo mejor será que ustedes caminen por delante y yo las voy borrando-

-no seas tonta Hermione, tenemos otra apariencia, lo mejor será caminar como si nada-, Harry empezó a jalar la capa, y se la coloco encima del brazo, Hermione, quien tenía la apariencia de una rechoncha anciana, lo miro con un poco de aprehensión.

--no te preocupes Herms, todo va a estar bien- Harry puso su mano encima del hombro de la chica.

-si Granger, todo va a estar bien- Draco trato de imitar la voz de Harry, lo que hizo que Hermione sonriera.

Para Harry que no era muy observador, la conducta de su amiga hacia el Slytherin era demasiado rara, sabía que algo había pasado entre esos dos, cada idea era más absurda que la otra, sin embargo le molestaba la repentina familiaridad que esos dos se mostraban, antes eran más comunes la peleas y los pequeños roces, pero desde que los dos habían desaparecido repentinamente su actitud había cambiado, al parecer Hermione se había olvidado de Ron, ya que sin querer Harry lo menciono dos veces y a diferencia de las otras, esta vez Hermione ignoro el nombre de su amigo pelirrojo, por otro lado Draco estaba más atento a los movimientos de la castaña, era más atento con ella, incluso hubo días que los dos permanecían hablando toda la noche ignorando a Harry, quien se sentía fuera de lugar.

Llegaron al centro del pueblo, en donde se podían ver las pequeñas casas, todas seguían un patrón común, tal vez de día seria una imagen muy pintoresca, los tres jóvenes caminaron hacia lo que sería la plazuela del lugar, Harry sonrió, ese pudo haber sido su hogar, si Voldemort se lo hubiera permitido, tal vez pasaría los veranos con sus padres y sus amigos lo visitarían, hubiera podido tener hermanos, la idea le encanto, los Weasley eran una familia numerosa y feliz, más que nunca Harry deseo tener una familia un hermano al cual enseñarle volar o una pequeña hermana, la cual cuidaría de todo, sería igual que Ron o quién sabe, a lo mejor sería más celoso y no permitiría que ningún chico se acercara a su hermanita, tan sumido estaba en sus pensamientos que caminaba como autómata, lo más parecido a lo que podría considerarse una familia eran los Weasley y hermanos serian si duda Ron y Hermione, quizá mas Hermione, siempre lo apoyaba y estaba con él en las buenas y en las malas, ella es la hermana que siempre soñó.

-Harry es navidad, mira- Hermione señalo la vieja iglesia que estaba frente a ellos desde esa distancia se podía escuchar a la perfección los villancicos, Harry tomo de la mano a su casi hermana y comenzaron a caminar hacia el templo.