🌧️Capítulo 19🌧️

305 39 17
                                    

LEVI

Corrí tanto que sentía que mis pulmones saldrían disparados de mi pecho, mis piernas temblaban y  en mi lengua sentía un fuerte cosquilleo. Mi vista también me estaba fallando, sin mencionar que ya estaba oscuro y comenzó a llover, aunque no llovía fuerte, lo llovizna ligera estaba mojando toda mi ropa y mi cuerpo.

Noté que ya no me seguían, así que paré y sobrecargué mi cuerpo en la pared.

Me puse en cuclillas y metí dos de mis dedos por mi garganta, tratando de provocarme vómito. De una forma u otra, tenía que sacar de mi sistema lo que fuera que Erwin me hizo tragar. Apenas había echo efecto, solo me sentía un poco mareado.

Después de que, de mi boca sólo salía líquido transparente con manchas rojas por la sangre, paré y me limpié. 

Justo cuando me paré, la silueta de alguien más, apareció frente a mí, me sobresalté y fruncí el ceño.

Hasta que, por la luz de un auto que pasaba, pude ver quién era.

Inconscientemente suspiré aliviado.

—¿Qué diablos haces tú aquí? — Pregunté, tratando de sonar indiferente, para que no note mi mal estado, pero mi voz sonaba como un chirrido.

—Eso debería preguntar yo. ¿Estás bien? — Se acercó más a mí.

¿Tengo cara de estar bien?

—Por supuesto que sí. — Apenas terminé la oración, mis piernas fallaron y casi caigo al suelo, pero Eren me sostuvo.

—Por supuesto que no estás bien. — Pasó su mano por mi cintura para estabilizarme, y apoyé mi cabeza en su hombro.

Eren me miró, nuestros ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad que nos rodeaba, así que podíamos vernos perfectamente.

Mi cuerpo estaba mojado y temblando, a causa de la lluvia y mi ropa estaba ligeramente rota , él lo notó.

—Ten, hace frío. — Se sacó su campera y me la dió. —¿Quieres que te lleve a casa? — Susurró.

Asentí.

Con su ayuda logré subir a su moto y me acomodé, pasé mis dos brazos al rededor de su estómago y apoyé mi cabeza en su espalda.

 
🌧️


Después de unos minutos llegamos a mi casa, y Eren en ningún momento me pidió explicaciones o algo así, solo me acompañó hasta la puerta.

Noté que estaba por decir algo, pero lo interrumpí primero.

—¿Puedes quedarte un rato? — Dije sin pensarlo, hasta yo me sorprendí.

Sabía que si él se iba, me sentiría extrañamente solo.

—¿Quieres que me quede? — Bromeó.

—Olvídalo. — Estaba por cerrar la puerta cuando puso su mano.

—Era una broma, obvio que me quedaré.

Sin emitir una sola palabra, me corrí para que él pasara, caminé hasta la cocina y serví dos vasos de agua, de un tirón me tomé uno, necesitaba aliviar la picazón y el gusto asqueroso del vómito. El otro se lo di a Eren.

—Voy a tomar una ducha rápida, si quieres, hay comida en la heladera.

Eren no dijo nada y yo me dirigí al baño, entré y con cierto cuidado comencé a desvestirme, todas mis extremidades dolían por los golpes, mis piernas temblaban por correr demasiado, mi garganta también dolía mucho, sentía todo mi cuerpo romperse.

Después de salir, ya me sentía mejor, los mareos cesaron y el dolor de piernas también, pero los moretones en mi cara de veían realmente mal.

—¿Estás bien? — Eren golpeó la puerta.

—Sí.

—¿Puedo entrar?

—Puedes.

—Realmente te ves mal. — Dijo riendo, apenas entró.

De uno de los cajones del baño, saqué un botequín de primeros auxilios. 

—¿Sí? Bueno, en parte me lo busqué. — Dije, mientras lo abría.


—Déjame ayudarte. — Tomó mi mano que sostenía una gasa. — Siéntate en la cama.

Hice lo que me indicó y comenzó a limpiar todas mis heridas, por los labios fue donde tuvo más cuidado, después por abajo del cuenco de mi ojo, y yo lo achiqué del dolor.

—Lo siento. — Murmuró.

—Está bien.

Después de terminar de limpiar, se quedó por un tiempo mirándome. En sus ojos podía ver la curiosidad brillando.

—¿Quieres saber lo qué me pasó? — Dije, logrando sorprenderlo.

—Bueno, sí.

—Apuesto a que lo primero que se te vino a la mente, fueron los rumores que Jean te contó. ¿Verdad? — Dije riendo.

No dijo nada, absoluto silencio, entonces sí lo pensó.

Apreté los labios.

—Bueno, no puedo culparte, pero no fue lo que pasó.

—¿Entonces?

—Solo debía dinero. — Bostece.

—¿Te molieron a golpes sólo por dinero? — Preguntó, incrédulo.

—Un niño rico como tú no lo entendería.

—...

—Deberías irte, ya es tarde.

—No quiero. — Tomó mi mano y puso un vendaje pequeño.

Luego, se levantó y de la heladera trajo una bolsa con hielo, la puso en mi mejilla, dónde tenía el moretón más grande.

Lo sostuvo mientras que con su otra mano corría el pelo mojado de mi cara, y nuevamente se quedó mirándome, fijamente a los ojos.

—No hagas eso. — Digo, desviando mi mirada.

—¿Hacer qué? — Preguntó.

—Sentir lastima, no lo tolero.

—No lo hago. — contestó de inmediato.

—Sí lo haces... — Volví a bostezar.

—Acuéstate a dormir.

—¿Qué? No.

—Sí.

Sin ninguna intención de irse, Eren se sentó al lado mío, esperando a que yo me durmiera. Por alguna extraña razón, me sentía seguro.

—Eren.

—¿Mm?

—No te vayas, no tengo otro lugar, así que puedes dormir junto a mí. — Dije entre dormido.

—Está bien. 


🌧️

Un día tarde, pero siempre seguro.😎

Pregunta: ¿Son vegetarianos o veganos?

Espero que disfruten el capítulo🖤 




ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora