Un día hermoso, el cielo azul junto a las aves volando y cantando dejando ver que hoy sería un gran día, los rayos estaban a su más esplendor, todo iba perfecto hasta que...
—¡Hoseok Oppa!—el estruendoso grito de la omega, resonó haciendo que un castaño cayera de culo en el piso, por el repentino sonido que casi le da un infarto.
—¡Llévense todo lo que quieran solo no me hagan daño! En el cajón hay dinero y tengo mis calcetines de la suerte —hablo rápidamente, poniéndose de rodillas juntando sus manos en modo de súplica.
—Llorón—replicó, mirando a su hermano.
—Jiwoo, cuantas veces debo decir que no entres a mi sagrado santuario sin autorización—reprochó el mayor aún en el piso.
Su hermanita de quince años era un diablillo andando, su olor era tan acogedor y lindo.
Específicamente mango y piña.—¿Santuario?—Se carcajeó.—No me hagas reír esta más bien parece la cueva del rechazo, aquí huele como si algo hubiera muerto...Así nunca conseguirás una novia o novio—su mano fue a su nariz tapándola y haciendo una mueca de desagrado por el horrible olor.
—En primera no se me dan las mujeres y en segunda, en un momento bajo—dijo restándole importancia.—su hermana lo golpeó en la nuca.
—¡¡AHHH JIWOO!!—
—Deja de gritar llorón, levanta tu feo y mallugado trasero del suelo y baja a desayunar. Mamá nos espera y vamos tarde al colegio por ¡Tú culpa!—no dijo nada más y salió de la habitación dejando un fuerte puertazo.
Mirado un punto del cuarto atónito, tratando de analizar que mierda acababa de pasar, se levantó entro al baño y se dio la ducha más corta de su vida, se vistió como flash y salió con una sonrisa al comedor. No podía seguir llegando tarde a la escuela, no después de casi ochos retardos.
Al bajar se encontró con el rostro de su madre, una linda alfa de cabellos negros y sonrisa encantadora, ojos almendrados y labios esponjosos, llevaba un delantal de flores que indicaba que estaba haciendo el desayuno, su padre omega estaba sentado la mesa juntos a Jiwoo comiendo panqueques felizmente en su mundo.
—Ya llegó por quien lloraban, aquí Guapo Hoseok a sus órdenes —se sentó junto a su padre.
—Cariño—habló su madre
—¿Si mamá?—habló dulcemente, pestañeando repetidas veces queriendo verse adorable .
—Cállate y come—su cara se deformó en una mueca, mientras su padre y su hermana retenían sus carcajadas, fallando hasta que estallaron en risas burlonas.
Después de la conmovedora platica, desayunaron la familia Jung entre risas, bromas, burlas para Hoseok por parte de sus progenitores y hermana, ¡ya saben lo normal!.
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⋘𝙄𝙉𝙊𝘾𝙀𝙉𝙏𝙀 - 𝙃𝙊𝙋𝙀𝙂𝙄⋙
Fanfiction𝗨𝗻 𝘁𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝘆 𝗹𝗶𝗻𝗱𝗼 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗬𝗼𝗼𝗻𝗴𝗶, 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗳𝗮 𝗯𝗼𝗯𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗼́ 𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝘃𝗶𝘀𝘁𝗮 𝘀𝗶𝗻 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘆 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗼𝘀𝘂𝗿𝗮 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻�...