TRADUCCIÓN Se cambiarán los destinos TERMINADO

Capítulo Cinco - Navidad

N / A: Gracias de nuevo a cada crítico, seguidor y favorito. ¡Realmente lo aprecio!

En respuesta a algunas críticas, lo siento si Dumbledore parecía un poco vago en el último capítulo, he estado tratando de decidir su motivación. Finalmente me he decidido por una idea con él (¡no te preocupes, no habrá ningún ataque importante a Dumbledore o maldad! Albus). Las cosas se explicarán mejor en el futuro, ¡no te preocupes!

También lo siento si empiezo a volverme un poco anticuado en mi escritura, ¡es un hábito que estoy tratando de dejar! Culpo a mi crianza: mi madre nos inculcó la importancia de hablar correctamente, especialmente en situaciones formales con gente nueva. Creo que eso se ha derramado en mi escritura debido a los nervios.¡Quiero hacerlo bien y que a ustedes les guste!

Capítulo Cinco - Navidad

Bruce estaba casi empezando a arrepentirse de su sugerencia de hace cuatro noches de que los dos compartieran una cama, pero en ese momento solo estaba "casi" arrepintiéndose, no en realidad. Era muy temprano en la mañana del día de Navidad y había sido despertado por el chico a su lado que parecía estar en medio de un ataque violento. Bruce estaba casi listo y corriendo en busca de su maletín médico antes de darse cuenta de que el chico no se agitaba como si estuviera fuera de control, sino más bien como para alejarse de un atacante invisible. Aunque el niño parecía estar aterrorizado en su sueño, no gritó en absoluto, y su boca permaneció cerrada con determinación mientras respiraba con dificultad por la nariz. Bruce había tenido una buena cantidad de pesadillas antes, por lo que sabía exactamente qué calmaría al chico.

"Mateo está bien, cálmate, es solo un sueño", murmuró Bruce y repitió una y otra vez mientras acariciaba el desordenado cabello negro a su lado.

Después de un rato de constantes murmullos y caricias, el chico pareció calmarse y suspiró con tristeza. Sus ojos se abrieron por un segundo y sonrió adormilado a Bruce antes de tomar la mano del hombre y rodear su brazo. Bruce trató de sacar suavemente el brazo del agarre del niño, pero rápidamente abandonó el intento como una causa perdida. Nunca había escuchado lo mucho que los niños podían imitar a las lapas cuando querían, incluso mientras dormían. Fue un poco desconcertante para él, ya que Bruce nunca había sido un gran fanático del contacto físico a menos que fuera necesario, pero la forma en que Mateo se aferró a su brazo como un salvavidas hizo que detuviera sus esfuerzos por sacudirlo.

Con Mateo una vez más asentado y sosteniendo su extremidad como rehén, Bruce suspiró y se acurrucó en el colchón nuevamente, con Mateo rodeado a salvo por el cuerpo más grande de Bruce. El niño murmuró algo ininteligible y se retorció hacia atrás hasta que su espalda estuvo al ras del pecho de Bruce y luego se quedó quieto. Bruce no podía dejar de ver las similitudes entre los dos: ambos parecían tener pesadillas muy malas y el consuelo que podían obtener del otro era suficiente para defenderse de las sombras. Nunca había creído realmente en el destino o en la voluntad de las deidades, pero Bruce terminó durmiendo una vez más mientras reflexionaba sobre lo que podría haber hecho para merecer un regalo como el niño que parecía confiar en él tan fácilmente.

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Mateo estaba un poco confundido cuando despertó, era una sensación a la que se estaba acostumbrando gracias a los últimos días. Hoy estaba tratando de entender por qué se sentía tan cálido y seguro al salir a la superficie de su sueño. Cuando abrió los ojos se dio cuenta de por qué. En primer lugar, estaba abrazando un brazo que era demasiado grande para ser suyo, y tardó unos segundos en recordar que estaba en la India con Bruce. En segundo lugar, notó que el calor creado por Bruce se acurrucaba a su alrededor de manera protectora.