TRADUCCIÓN Se cambiarán los destinos TERMINADO

Capítulo sesenta y cuatro - La tarea final

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Capítulo sesenta y cuatro - La tarea final

Sin exámenes, Harry pasaba aún más tiempo en la sala común que antes, y aunque todavía odiaba estar encerrado, finalmente se había resignado a ello. Y con solo unas pocas horas para el inicio de la tarea final, la sentencia estaba casi terminada. Los otros de cuarto año estaban acumulando los últimos conocimientos para su examen de Historia de la Magia, mientras él estaba sentado en un asiento junto a la ventana mirando hacia donde solía estar el campo de Quidditch. Ahora todo lo que era visible era una enorme masa de setos que se movía y cambiaba esporádicamente.

Hermione y Kevin habían sido útiles para tomar notas de los hechizos que Cedric estaba aprendiendo específicamente para el desafío. Si bien todavía podían hablar juntos en el almuerzo, Harry se estaba perdiendo todas las sesiones de práctica grupal y cualquier información que pensaran juntos. Flitwick le había dado permiso para practicar en la sala común, con la supervisión del prefecto, para que no entrara al desafío a ciegas. Con dos meses de práctica, Harry se sentía relativamente a gusto con la próxima prueba. Sin riesgo de ahogamiento, sin rehenes para rescatar, solo los cuatro confiando en su propia habilidad una vez más.

Amaneció la mañana del veinticuatro de junio, y Harry caminó hacia el Gran Comedor con el Prefecto a cuestas, según su castigo de vagabundeo restringido.

"La última vez que tienes que hacer esto", le sonrió Harry.

"Bueno, si te vas a ir a dormir durante dos días y medio", le devolvió la sonrisa.

Se separaron en su mesa, ella para sentarse con los otros de sexto año y él para sentarse con el resto de los Ravenclaws de cuarto año que habían caminado con ellos. Con cautela tomó una pequeña porción de todo y se alegró de encontrar que se las arregló para vaciar su plato.

"¿Así que hoy no es tan abrumador como las dos últimas tareas?" Preguntó Neville al ver la sonrisa triunfal de Harry.

"No, en realidad estoy bastante seguro".

No dijo que su confianza provenía del consejo de Sirius. Aunque la propia experiencia del hombre provenía de la multitud de bromas que se salieron con la suya, le había dicho a Harry que nadie podía juzgarlo por lo que no veía. O más exactamente, podía hacer lo que quisiera y nadie lo sabría. Sirius pudo haber usado esa pepita de oro para convertirse en un animago ilegal, pero Harry podría usarla para hacer su propia magia. Como nadie conocía completamente su habilidad, tuvo que practicar solo en el baño. Hasta donde pudo probar, cualquier magia que Loki le enseñó podría contrarrestar un hechizo lanzado por magia convencional, aunque no se atrevía a intentar contrarrestar una maldición asesina. Con esa maldición siendo ilegal, Harry estaba bastante seguro de que podría hacer frente a cualquier cosa que se le presentara esa noche.

"Banner," la voz de Flitwick sonó desde la mitad de la mesa, sacándolo de sus pensamientos.

"¿Que has hecho ahora?" Dijo Hermione en un tono divertido.

"Honestamente, no tengo ni idea," Harry se encogió de hombros.

"Todos los campeones se están reuniendo en la cámara del pasillo después del desayuno", le informó su Jefe de Casa.

"Gracias, profesor Flitwick," dijo Harry, con una pequeña pizca de alivio en su voz.

"Y se me ha dado el privilegio de hacerle saber que su castigo se ha levantado temprano, hoy tendrá que vagar libremente por los terrenos antes de la tarea. También se me ha dado el privilegio menos honorable de hacerle saber que lo estamos esperando. para cumplir con las reglas de la escuela esta vez, "el profesor Flitwick definitivamente estaba reprimiendo una sonrisa, decidió Harry.