TRADUCCIÓN Se cambiarán los destinos TERMINADO

Capítulo cuarenta y seis - Pitch Black

Nota de la autora: Hola, se suponía que esto saldría ayer, ¡pero accidentalmente me quedé dormido en el sofá! El trabajo es mental en este momento, así que tengo la tendencia a terminar durmiendo por las noches.

¡Hemos pasado dos nuevos hitos ahora, gente! 3K favoritos, 4K sigue! ¡Gracias a todos, son increíbles y me mantiene sonriendo y decidida a terminar esto!

Capítulo cuarenta y seis - Pitch Black

No recordaba haberse quedado dormido encima de un escritorio, pero Mateo no podía pensar en ningún otro lugar donde pudiera haberse quedado dormido que fuera tan incómodo. Tenía unas cuantas plumas pinchándolo en la espalda, y había un crujido de pergamino bajo sus piernas que estaba haciendo un ruido no deseado. Trató de mover la cabeza a una posición más cómoda y fue dotado de un rayo de dolor que le atravesó el cráneo y le bajó por el cuello.

"Me preguntaba si estabas muerta, podrías haber compartido mi baño si lo estuvieras", dijo una voz aguda y poco acogedora.

"¿Mirto?" Mateo gimió mientras trataba de abrir un ojo.

"Muchacho", dijo Myrtle en respuesta.

"¿Cuánto tiempo he estado fuera?" Preguntó Mateo mientras lograba abrir los ojos.

Se sintió aliviado al ver una completa falta de luz a su alrededor, lo que facilitó la recuperación de una herida en la cabeza. Lentamente, los detalles comenzaron a materializarse a su alrededor, iluminados por alguna fuente de luz lúgubre más lejos. Los elementos molestos que Mateo había confundido con púas y pergamino resultaron ser los esqueletos de varios pequeños roedores que por alguna razón se habían acumulado en el fondo del agujero.

"Encantado", Mateo gimió de nuevo y se sentó con mucho cuidado. Una vez de pie, notó la ausencia de su nuevo amigo fantasma. "¿Mirto?"

"Todavía estoy aquí", dijo Myrtle mientras aparecía parcialmente a través de la pared frente a Mateo.

"¿Estás bien?" Mateo notó la mirada tímida en su rostro.

"Perdón por asustarte", su disculpa le recordó al chico cómo llegó al fondo del pozo.

"Está bien, tenía que bajar aquí de todos modos", dijo Mateo con una sonrisa irónica y se palpó con cautela la parte superior de la cabeza e hizo una mueca de dolor.

"Es un bulto muy grande", dijo Myrtle amablemente.

Mateo ya lo había adivinado por el dolor, pero tarareó de acuerdo antes de alcanzar un paquete de analgésicos en la bolsa de su cadera derecha. Era la primera vez que realmente tenía que usar alguno de los contenidos en sí mismo, por lo que había muchos analgésicos allí. Lo único que faltaba eran las pociones que había usado en el unicornio el año pasado, y como Tony y Bruce aún no lo sabían, Mateo no había podido reemplazarlas. Esperaba no pagar por esa decisión esta noche, dudaba que saliera ileso de las próximas horas. Sin embargo, había una cantidad sorprendente de medicamento en la bolsa, por lo que aún debería estar cubierto para casi todas las situaciones, incluida la pérdida severa de sangre.

Después de tragar un Vicodin seco, se puso de pie con cautela y luego tuvo que hacer una pausa para dejar que el dolor en la cabeza se aliviara. Usando la limitada luz disponible, Mateo miró a su alrededor y se volvió hacia el camino más probable a seguir. Teniendo en cuenta que ahora estaba en el territorio natal de una serpiente muy vieja y muy asesina, era bastante reacio a encender su varita.

"Bueno, creo que es seguro asumir que el túnel más grande es el mejor camino a seguir", dijo Mateo mientras comenzaba a caminar hacia él. Sin embargo, no llegó muy lejos antes de detenerse y darse la vuelta, "¿no vienes?"