TRADUCCIÓN Se cambiarán los destinos TERMINADO

Capítulo Treinta - Pavos Reales

N / A: Dos capítulos en una semana, ¡sean personas orgullosas! Para ser honesto, este es más un capítulo de relleno, algo que escribí mientras sentía que los personajes necesitaban más tiempo de exploración / pantalla. Así que de todos modos, Feliz Navidad, no juzgues el capítulo con demasiada dureza, ¡y los veré a todos pronto (probablemente antes del año nuevo)!

Capítulo Treinta - Pavos Reales

"Me veo ridículo", bufó Mateo mientras se retorcía incómodo en su traje.

En realidad, el traje era muy cómodo y los sastres que lo habían confeccionado habían hecho un excelente trabajo al hacerlo lo más adecuado posible para los niños. El material era suave y había sido cortado un poco más suelto que su tamaño para que pudiera moverse libremente y balancear los brazos en cualquier dirección. Había visto a algunos hombres de negocios en Nueva York que vestían trajes que parecían más bien chaquetas de fuerza. Parecían haber sido apiñados en la tela y apenas podían mover los brazos lo suficiente para balancearlos mientras caminaban. Mateo se había sentido increíblemente agradecido cuando se puso la ropa y se dio cuenta de que no le quedaba más ajustada que la ropa del colegio.

El traje que había elegido usar esa noche era de un azul muy profundo que parecía negro excepto cuando estaba en la luz adecuada, con una camisa blanca lisa. Afortunadamente, su padre le había asegurado que ser un niño significaba que estaba exento de la pajarita obligatoria, así que felizmente dejó su botón superior desabrochado. Se aseguró de llevar el cómodo reloj de cuero que Steve le había comprado y los gemelos de oro y zafiro que había sido el regalo de Pepper, antes de peinarse.

Mientras estaba en casa, aprovechó la oportunidad para cortarse el pelo y volvió a su longitud más habitual. Aunque su cabello era bastante largo para los estándares de sus compañeros de año de todos modos, había crecido un par de pulgadas durante el último trimestre. Había aprendido que tenerlo demasiado corto terminaba siendo un desastre indomable, pero tenerlo lo suficiente lo hacía lucir ordenado. Con unos diez centímetros de largo, cayó recto con solo un toque de ola. Un poco más y tendía a parecer un vagabundo, y aunque algunos podían lograrlo, Mateo no era uno de ellos. No podía quitarse el aspecto desaliñado, tenía que esforzarse para verse presentable, de lo contrario, vivía en un estado perpetuo de aparentemente como si lo hubieran arrastrado a través de un seto hacia atrás.

Mateo acababa de cronometrarlo perfectamente para que saliera de su habitación cuando Bruce salía de la suya. El mayor Banner estaba vestido con un traje negro clásico y una camisa blanca, pero su atuendo se desvió de la norma al terminar con una pajarita verde que todavía estaba desabrochada alrededor de su cuello. Bruce se movía tan nerviosamente en su atuendo como Mateo, y cuando la pareja notó el hecho, se sonrieron el uno al otro.

"Ya me desagrada esta noche", murmuró Bruce mientras tiraba de nuevo de sus esposas. Mateo no pudo ver nada malo en la parte de su atuendo, pero viendo que había estado haciendo lo mismo hace menos de cinco minutos, no hizo ningún comentario al respecto.

"Podría ser peor; al menos el evento no requiere que el Otro tipo haga acto de presencia. Creo que un traje un poco incómodo es mejor que una indecencia casi pública", señaló Mateo.

"Es cierto, y al menos puedo imaginar que Steve se sentirá tan incómodo con un traje como yo. Sin embargo, preferiría una pajarita negra", dijo Bruce.

"Entonces, ¿por qué no te pones uno?"

"Es nuevamente una de las ideas de Tony, todos usamos pajaritas de colores coordinados que combinan con nuestros atuendos 'diurnos', como él dice", suspiró Bruce y puso los ojos en blanco.