El día que Neji perdió ante Naruto, fue el día en que algo más se rompió en el ligamento de la vida. Aquel día, Hinata la heredera de la rama principal, comprendió la facilidad con la que se destroza una vida que no es propia.
Ella había nacido, bajo la promesa de que su primo moriría por ella, y ella, que jamás supo cómo alzar la voz ante la mirada fría de su padre, se encontró deseando otro destino para su sangre. Un destino alejado de la promesa de morir por ella. Aquella vez fue la primera, pero no última en la que Hinata se juraría cambiar el sello de Neji y cambiar la dinámica de sus vidas, por un propósito que no hacía más que separarlos.
Derrota. La palabra había rondado en su mente de manera extraña, siempre quiso llenar el vacío de su tonto corazón camuflandoló con destreza e ingenio. Ahora no tenía ninguno de los dos, porque alguien, al que había tratado como un tonto y un gran perdedor le había ganado. Sus promesas silenciosas de torcer los huesos de aquel niño de la arena murieron en esa derrota, sin embargo, no se sintió como creyó que se sentiría. Una sonrisa minúscula había adornado sus labios cuando salió del lugar, pensando que en la vida no siempre era de ganar. Que quizás y aquel Naruto tenía razón. Tal vez y su destino aún no estaba escrito.
Buscó con la vista a Ten Ten, quien le devolvió un gesto de orgullo, y eso se sintió bien, nuevamente. No tenía sentido, pero para Neji eso era suficiente. Entonces como si se tratara de un rayo de luz, luchando por querer entrar para alumbrar la oscuridad, Rock Lee llegó cojeando. Sus grandes ojos, demasiado expresivos para su gusto, comenzaron a mirarlo de arriba a bajo, buscando algún indicio de herida, y le dio risa internamente. Porqué, a fin de cuentas Lee era el que estaba en el hospital.
—¡¿Ganaste, Neji?! —preguntó, demasiado energético para su propio gusto. El repentino movimiento hacia adelante le hizo tambalear en sus muletas, y antes de que pudiera reaccionar, se encontró cayendo en los brazos de su compañero.
Neji se quedó congelado en su sitio, temiendo que el rostro demasiado cercano de Lee, en su pecho, pudiera sentir el fuerte palpitar de su corazón.
¿Había ganado?
—Quizás. ¡Pero mira, ni siquiera deberías estar aquí! ¿No sé supone que debes descansar?
Y Lee elevó su mirada, chocando su frente con la nariz de Neji. Mirando aquellos ojos, otra vez Neji se preguntó si existía la posibilidad de tener esperanza, de enamorarse totalmente, de ser correspondido. De vivir por su cuenta, de ser amado.
|Contrario a mis planes traigo actualización de este fic. Estaba ordenando algunas cosas mientras sonaba una playlist al azar y salió una canción que me recordó a esto, puede que en un futuro haga un edit de estos dos con la canción de fondo. Ojalá estén muy bien. Gracias por leer💕 |
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𝐔𝐍𝐌𝐄𝐈
Fanfic⟪ᴇʟ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ ᴅᴇ ɴᴇᴊɪ ᴇʀᴀ ᴍᴏʀɪʀ ᴘʀᴏᴛᴇɢɪᴇɴᴅᴏ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ᴅᴇ ʜɪɴᴀᴛᴀ ᴏ ᴍᴏʀɪʀ ᴀᴍᴀɴᴅᴏ ᴀ ʟᴇᴇ⟫