ᴇᴘɪ́ʟᴏɢᴏ

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Sabes que haces que mí mundo se ilumine.

Era un niño cuando se enamoró, y ahora que tiene treinta y dos años, parece que todo lo que ha ocurrido antes se vea borroso. A veces, por costumbre le habla a Hinata en el cementerio, se encuentra con Shino y Kiba, mientras relatan un montón de anécdotas.

—Espero que Akamaru y tú se la estén pasando bien allá. Acá es muy tedioso tener que soportar a los nuevos cachorros pero no me quejó del todo. —suele comentar Kiba.

Shino, en cambio, no habla mucho, arregla las flores y bebe en su honor un trago de sake.

Pero Neji habla más en la soledad de aquel lugar, mientras sus ojos solo miran una fría lámina de cemento.

—No lo sé, Hinata. Lee dice que Metal está listo para estás cosas, pero solo es un niño, aunque de todos modos no me va a escuchar, se le ha pegado lo impulsivo de Lee. Cuando se le mete una idea a la cabeza, no hay quien se la saque. Pero eso está bien, él es mucho más expresivo de lo que yo fui a su edad, de los que ambos fuimos, por eso creo que he hecho las cosas bien con Lee. Metal, es libre desde que llegó a nuestro hogar y nos quiere con todo su corazón. Sus padres eran buenas personas, pero ambos decidieron que él viviera, un deseo heróico, ¿No crees? Y ahora yo protejo ese deseo. ¡Y tu padre lo adora! Es gracioso como ahora es una especie de abuelo tranquilo, pero ambos sabemos que no puede competir contra el Gai sensei...

Y sus charlas suelen extenderse hasta que el sol se esconde en las montañas. Al llegar a casa, hay algunos gritos infantiles que hacen que su corazón palpite de emoción, en la sala reunidos alrededor de Rock Lee hay un montón de niños y niñas, escuchando atentamente las historias que envolvieron a los Nueve Novatos. Es tranquilo, mientras Neji se acomoda en silencio en la pared mirando a su esposo hablar con emoción. 

Cuando estaba deprimido, cuando estaba herido. Viniste a levantarme.

En el silencio de la noche, Neji duerme tranquilamente. Lee en cambio observa atentamente la respiración relajada del hombre, su piel alumbrada por una escasa luz y la sombra de sus ojos que revolotea en sus párpados cerrados. Debe estar teniendo un buen sueño, porque una sonrisa suave se comienza a formar en su rostro y Neji no puede evitar rodearlo con un brazo, mientras acomoda su cabeza sobre el hombro de él. Aspira el aroma natural que tiene, sintiéndose tan importante en ese instante.
Recordando como lucía Neji cuando lo vio por primera vez, tan molesto con todo el mundo y con un odio específico hacia las personas “sin talento”.

Era un niño enojado, criado bajo el manto de un propósito doloroso. Y aunque Lee no lo pueda sospechar aún, fue su risa, su actitud y su compañía, los que hicieron que Neji dejara todo aquello atrás.

La vida es una bebida y el amor es una droga.

Te amo, te amo tanto que a veces se me olvida que hay un mundo allí afuera. —susurró Neji, jadeando por el esfuerzo.

Lee soltó una risa, no burlándose de las palabras dichas, sino riendo solo por el hecho de estar demasiado alegre. Sus manos acariciaron el rostro de Neji, para acercarse a besar sus labios, la intensidad de los besos subió poco a poco, y entre eso Rock Lee respondió:

—Te amo, Neji. Te amo, a cada segundo y a cada instante.

El mundo es verde y con frecuencia se funde con tonos lilas.











FIN.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2022 ⏰

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