ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 3

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Gai quería lo mejor para su equipo. En aquella época en la que recién los estaba conociendo, cuando Lee estaba ya harto de seguir esforzándose apesar de ser tan malo. Se había propuesto a observar a los chicos, porque ningún sensei podía llegar a ser el mejor en lo que hacía, si no prestaba sana atención a sus jóvenes estudiantes.

Descubrió muchas cosas, la terquedad de Neji, que era imposible de quitar, su talento natural, pero su simple ser conformista. Eso era asfixiante, podía talento, no había duda, pero era incapaz de ver más allá de las metas que creían tener en la vida. Pero pudo pulir de alguna forma lo que ya había.
Con TenTen pudo ver una llama ardiente de querer sobre salir del resto, no deseaba ser la otra mitad o el absurdo completo de nada. O era un equipo de tres, o no eran nada. Usualmente pensó que vería lo que solía ver siempre, una niña enganchada por el joven amor. Pero eso solo fue una cosa que brillo un segundo, porque deseaba más que nada ser reconocida por el mundo. Quizás porque el nombre de Tsunade solo sonaba a veces, aún cuando era importante.

Y Lee, especialmente lo observo con atención, le solía recordar a él. Lejanamente, porque Lee parecía tener algo que lo podría hacer incluso mejor de lo que pudo llegar a ser. Le tenía un cariño especial, ese que nacía de la simpatía por conocer la sensación de la situación, no igual, pero que estaba ahí. Que le hacía moler el corazón cada que lo veía entrenar. Cómo si no hubiera un mañana, solo más números que sumar y auto retos.

Fue esa observación tan tranquila, que quizás era difícil de creer porque era un hombre ruidoso, lo que le hizo ver más cosas que creyó no presenciar.

Detrás de la indiferencia de Neji, siempre había un toque de preocupación tras sus peleas con Lee.
Quizás eran demasiado pequeñas, o era cosa de la percepción. Pero pudo comprobar sus hipótesis en una de las tantas misiones a las que salieron.

Lee tenía algunos moretones en las manos, por el continuo entrenamiento al que se sometía, vio a Neji mirar aquello más tiempo que TenTen.

—Deben dolerte. ¿Acaso no te das un respiro? —preguntó la niña, preocupada notablemente. Ya llevaban tiempo conviviendo.

—Fue solo un raspón, no pasa nada. —respondió riendo, llevando una mano a su cabeza, avergonzado.

Luego de aquella pequeña conversación, siguiendo en el camino. A la hora del descanso, habría una imagen que no podría ser borrada de la mente de TenTen ni de Gai - Sensei. Una imagen demasiado tranquilizante, para un mundo agobiante. Quizás por eso, más adelante TenTen siempre lanzaría una sonrisa, cuando Neji dijera que Rock Lee y sus "juegos" eran totalmente estúpidos.

Lee ni siquiera se dio cuenta que se había quedado dormido apoyado en Neji, por lo tanto tampoco notó el sutil aumento de calor corporal en este, ni mucho menos, que aún fastidiado, jamás se movió, quedándose también dormido. Quizás ahí nació completamente, el inicio silencioso de su tortura no especificada.
También por eso le desconcertó el cambio que después llevó sobre él, era más ruidoso, y no sabía cómo decir que de ambas formas se veía bien, a pesar de que le gustaba el estilo con que lo conoció la primera vez.















|La imagen me encanta demasiado, así que se me ocurrió escribir un trocito de la perspectiva de Gai hacía el equipo y Neji u.u Gracias por leer esta cosita💕 |

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