Capítulo 42

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Mark miró a Sabrina, quién estaba parada en el umbral de su puerta, abrió el segundo cajón de su escritorio y sacó un arma de fuego, la dejó sobre esté y habló.

-Siéntate- el tono del gobernador hizo que la chica tenga un escalofrío, con la cabeza baja, caminó hasta la silla y se sentó para luego mirar a los ojos del mayor -Espero tu explicación- la chica suspiró y habló.

-Se me dio una orden de asesinar a la mujer del soldado Luca Morgan, eso fue exactamente lo que hice señor, no tengo nada…- Mark la interrumpió apretando el arma con fuerza.

-¡No me dijiste que la mujer de Luca era mi hija!- se puso de pie y caminó a paso lento hasta posicionarse detrás de la pelinegra -¿Por qué no me dijiste, Sabrina?- el arma de su mano se posicionó en la sien de Sabrina y está tembló -Dame un motivo, uno solo, para no apretar el gatillo ahora mismo y decorar mi oficina con tus sesos- Sabrina apretó los ojos y habló, nerviosa.

-No pensé que fuera importante decirle ese dato, señor, cometí un error. No se repetirá- el arma haciendo más presión sobre su sien, el seguro siendo retirado, Mark poniendo un dedo sobre el gatillo.

Y disparó.

-No te mató, solamente por que cumpliste con tu objetivo y me sacaste a la pesada de mi hija de encima, estaba teniendo muchos problemas con los demás gobernadores por sus palabras. Ahora está muerta, ya no me molestará y te lo agradezco- el tiro fue a la pared y Sabrina respiró tranquila, se limpió algunas lágrimas y asintió.

-No es nada señor, es mi trabajo después de todo- el mayor asintió y se sentó nuevamente, aún con el arma en la mano.

-Donde hagas algo sin avisarme, la próxima bala irá directamente a tu cabeza, más específico, entre tus cejas. Fuera- la pelinegra se puso de pie y salió en un segundo de la oficina.

Mark miró hacia su izquierda, viendo el cuerpo de su hija en la camilla de la otra habitación, suspiró y habló en el intercomunicador.

-Quiero a Derek, ya- cortó la comunicación y se levantó acomodando su traje, caminó hasta la puerta y salió de la oficina para meterse donde se encontraba Lottie.

Se acercó y tomó una de sus manos, el frío de su cuerpo le envió un escalofrío y terminó soltando su mano de manera rápida. Miró el rostro de su hija, las facciones de su madre estaban calcadas en esté, la imagen de su mujer muerta llegó a su cabeza. Se parecían demasiado con Lottie.

-Señor- el gobernador miró hacia la puerta, viendo a Derek en esta, sonrió y le hizo un movimiento de cabeza para que se acercará. Cuando estuvo frente suyo, habló.

-¿No hay nada qué hacer, no?- el doctor suspiró y miró a la rubia. Sus dedos yendo a su cuello, tomando su pulso, espero varios segundos pero nada. Conecto los cables de la máquina y lo encendió, buscando alguna actividad cerebral que indicará que aún se podía salvar. Miro varios segundos la pantalla y se mordió el labio negando con la cabeza.

-Nada, lo siento, lo que sea que haya sucedido… la mato en el acto- Mark miró hacia otro lado unos segundos y luego lo miró a los ojos.

-Una descarga, letal, Sabrina programó el arma para matar y le dio en la espalda, lo cual es más peligroso que te de en el pecho- Derek apretó los puños disimuladamente.

-¿Se puede saber que hizo para que la maten? Usted no quería a ningún salvaje muerto- el doctor desconecto los cables de la cabeza de Lottie y la cubrió con la manta blanca, aguantando las ganas de llorar.

-Se metió en la relación de Luca y Sabrina, habló de más sobre mí, y se metió en la sede. Sabrina solo hizo lo que cualquier guardia hubiese hecho, me sacó un gran problema de encima- Derek no sabía como carajos se había llegado a enamorar de semejante basura.

In Another Life |LS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora