08 | LIBRO

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Descripción del capitulo: Zenitsu quiere compartir lo que tiene, entonces pone manos a la obra y comienza a escribir.

Nota del capítulo: Okey, este capítulo fue escrito hace como dos meses y lo había perdido dentro de mis borradores, para cuando lo encontré le faltaba como la mitad del capítulo y la mitad del capítulo eran ideas incoherentes y desastrosas. Así que entre ayer y hoy me puse a escribir y después de largos días sin dormir y mucha cafeína he terminado :D


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Tanjirou miró a su amigo, el niño Rubio con ojeras en los ojos estaba mirando el techo desde su cama. Su boca ligeramente abierta y el agradable olor a melocotón se estaba volviendo agrio desde el momento en el que abrió los ojos. Tanjirou miró al niño que rápidamente cerró los ojos y trató de volver a dormir a pesar de que el sol ya estaba en lo más alto.

Tanjirou no negaría que tenía curiosidad de cómo Zenitsu se convirtió en un pilar. La personalidad del niño no era la mejor, y sus habilidades eran desconocidas para Tanjirou, ya que nunca lo había visto pelear. Tenía curiosidad por su amigo, ya que a pesar de que desprendía un potente olor y que su cuerpo parecía estar listo para una batalla, el niño lloraba mucho y no era particularmente agradable.

Y por otro lado estaba Inosuke, que había sido ahorcado casi hasta perder el conocimiento por el tipo con cuerpo de humano y cabeza de araña. Inosuke desprendía un olor salvaje que parecía apagado y Tanjirou ya no sabía qué hacer para que sus amigos salieran de esa depresión.

Por otro lado, la mente de Zenitsu era un desastre. ¿Feliz? ¿Triste? ¿Enojado? ¿Confundido? ¿Cómo se suponía que debería sentirse con la noticia de que ya era un pilar? Sus manos le ardían y eran la prueba de que no era lo suficientemente fuerte como para siquiera llegarle a los talones a alguno de los pilares, Zenitsu era débil, no sólo mentalmente, también físicamente.

¿Cómo iba a enfrentarse a Kaigaku así?

Zenitsu siempre fue alguien cobarde y débil, cuando aún vivía en las calles casi siempre sufría de un hambre fatal gracias a su incapacidad de robar solo un poco de comida "Eres una buena persona, por eso no robar, robar es malo" Trataba de convencerlo una parte de su mente, la parte optimista siempre lo convence de que todo va estar bien, de que la esperanza y la calma siempre perduran, "Solo eres un cobarde, tienes miedo de que esos tipos te den una paliza por intentar robar algo para alimentarte, eres un cobarde y lo sabes" Gruñe su lado realista, fuerte, deprimente y triste, como si se tratase de un adulto harto de la vida.

Y Zenitsu admitía, aunque le doliera en el fondo de su corazón, que era verdad. Zenitsu sabía que era un cobarde y por eso era incapaz de matar demonios, era incapaz de hacer cualquier otra cosa.

Kaigaku por otro lado, siempre fue una persona impulsada por su infelicidad, por su incapacidad de sentirse satisfecho o feliz; Zenitsu no conocía las circunstancias por las cuales Kaigaku había llegado a la finca del rayo, pero sabía porque seguía intentando aprender la primera postura una y otra vez. Kaigaku quería ser el mejor, quería ser el usuario de rayo más fuerte que existiese en el mundo, Zenitsu recuerda ese zumbido lleno de infelicidad e insatisfacción cada vez que Kaigaku fallaba una y otra vez tratando de dominar la primera postura.

La única postura que Zenitsu perfeccionó como si su vida dependiera de ello, la única postura que Kaigaku no pudo realizar aunque pusiera su vida en ello.

El pilar del rayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora