El pilar del rayo

04 | MANSIÓN

Descripción del capitulo: Zenitsu se encuentra con un niño que tiene un sonido amable, unos niños y una casa ¿Qué puede salir mal en eso?

Notas del capitulo: AMoooooo este capitulo con mi alama, me tarde un chingo escribiendo porque la escuela ya empezo, haci que me estoy muriendo...perroooo, siempre tengo tiempo para escribir, es mi vida despues de todo

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Cuando llegó a la casa, era capaz de escuchar muchos sonidos al mismo tiempo y estaba empezando a sentirse agobiado. El sonido de sollozos y leves murmullos pertenecientes a niños [que alguien le diga que están haciendo niños aquí por favor], el horrendo tamborileo de los pies dentro de esa maldita casa, y un sonido...un sonido tan preocupado y tan amable.

Aniki...

Zenitsu corre, no le importa mucho en qué dirección está yendo, incluso tropieza un par de veces con sus pies antes de darse cuenta que está frente a tres figuras distintas, una niña pequeña que es acompañada por su hermano [supone] y un cazador de demonios, cabello rojizo y ojos rojos que le miraban con detenimiento, Chuntaro estaba en su mano derecha, al parecer tratando de hacer sentir mejor a los niños que seguían llorando [con que ahí estabas Chuntaro...]. Los latidos del corazón del otro cazador de demonios eran suaves, tranquilos, acogedores y tan amables. Su sonido natural se parecía al sonido natural de la mañana. ¿El amanecer siquiera tenía sonido?

—¿Estás bien?— Su voz era suave, el tilde preocupado en su voz era notorio. Zenitsu parpadeo dos veces antes de salir del trance en el que se había sumergido, tratando de encontrar un sonido que concordaba a la perfección para describir el sonido natural del chico frente a él.

—Ah...claro— Ahora que la sensación se había disipado un poco, se dio cuenta de que estaba llorando, no se culpaba, después de todo no había escuchado un sonido tan hermoso desde Shindou-aniki. —¿Qué está pasando?— Su voz sale entrecortada y despacio, pero el chico le entiende de todas maneras.

—Estos niños dicen que el demonio se llevó a su hermano adentro— El chico de ardientes ojos rojos mira la casa —Tenemos que rescatarlo antes de que algo malo suceda—

Pero Zenitsu no lo escucha, ahora está escuchando el sonido de la caja en la espalda del chico de ojos burleos. Maldición, ese es el sonido de un demonio ¿verdad?. Zenitsu sintió que se iba a quedar sin aire en cualquier momento, pero no dijo nada, quizás el chico tenía sus razones [razones que exigiría después].

—Soy Agatsuma Zenitsu por cierto— Se presentó, tratando de aligerar el ambiente un poco, Zenitsu se acercó a los niños, aún con restos de lágrimas en los ojos, los niños le miran mientras se abrazan más entre ellos, Zenitsu solo les da una cálida sonrisa, Chuntaro se acurruco contra sus rubios cabellos. —¿Puedo saber sus nombres?— Los niños se miran durante dos segundos solo para asentir en su dirección.

—Shoichi...— Su voz tiembla un poco, y su agarre se intensifica en los hombros de su hermana —Y ella es Teruko— La niña le mira, sus ojos llorosos aún en el. Zenitsu trata de sonreír, pero no puede por las ganas de llorar de miedo que se atoran en su garganta.

Y, cuando un cuerpo sale disparado por una de las ventanas. Zenitsu se queda paralizado mientras ve el cuerpo del hombre caer. Y su cuerpo reacciona casi involuntariamente, el haori de Zenius cubre las figuras de los niños y Zenitsu los rodea con sus brazos.

No lo necesitan, los niños no necesitan la visión de un cuerpo que está agonizando y probablemente encuentren el rostro de su hermano. Ellos no necesitan que esa imagen se grabe en sus cabezas para siempre.