13 | ENTRENAMIENTO

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Descripción del capitulo:  Existen varias opiniones sobre la persona que piensan que es Agatsuma Zenitsu, ver algunos de esos pensamientos nunca esta de más.

Nota del capitulo:  So my mom scolded me and my fucking school is so boring; Writing this shit is so difficult, Hashira is so complicated! ergo wtf for these people, my brain has given up on this shit, and my mom practically made me write this in English.

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Cuando el cuervo Kasugai graznó ferozmente la noticia del tren infinito junto a Iguro Obanai él se sintió reacio a siquiera tomarlo en consideración. Era simplemente imposible, una situación de suerte que pasaba muy pocas veces. Obanai estaba completamente reacio a creer que el mocoso que había huido, el mocoso que había hecho de Shindou Kanzei muriera en manos de un demonio ayudará a salvar a Rengoku. Obanai apretó los dientes con fuerza.

Entonces el cuervo graznó algo más —¡KWA! ¡KWA, OYAKATA-SAMA HA SOLICITADO UNA REUNIÓN DE PILARES! ¡KWA, KWA!— Casi inmediatamente Obanai soltó un suspiro pesado y doloroso desde el fondo de su garganta.

La última reunión de pilares no había sido otra cosa que un juego de preguntas y respuestas para el recién nombrado Pilar y a pesar de eso todo había sido un desastre de gritos y lloriqueos. Obanai miró el pueblo que había salvado de un demonio hace solo dos días y saltó del tejado con gracia, sus ojos heterocromaticos mirando hacia adelante con indiferencia.

Dos días después ya estaba sentado donde se llevaría a cabo la reunión; en la sala estaban Sanemi, el bastardo de Tomioka y Gyomei; Mitsuri no estaba a la vista todavía y Oyakata-sama tampoco estaba cerca. A Obanai no le quedó de otra más que esperar en medio de un silencio incómodo la llegada de los demás y de Ubuyashi-sama. Obanai se sintió enfermo cuando las puertas se abrieron despacio y una cabeza llena de cabellos amarillos se azomo vacilante hacia adentro.

—¡Vamos Niño Dorado! ¿Qué estás esperando para entrar?— Obanai arrugó ligeramente sus finas cejas mientras reconocía la estruendosa voz.

—¡Enseguida Rengoku-san!— Exclama la infantil voz del adolescente, sólo para abrir la puerta resbaladiza por completo y entrar vacilante —¡Con Permiso!— El niño rubio hace una reverencia de 90 grados, solo para camina torpemente a uno de los lugares.

Obanai mira con ojos agudos como el niño se mueve incómodo en sus rodillas, ojos dorados mirando nerviosamente por todos lados, no pasó mucho para que sus ojos se encontraran. Ojos intensos heterocromaticos amarillo y verde mirando a los nerviosos ojos dorados del niño. Kaburamaru siseo justo en el momento perfecto y el mocoso rubio se encogió más en si mismo mientras apartaba la mirada.

Obanai sonrió bajo las vendas alrededor de la parte inferior de su cara.

Rengoku y Shinobu entraron después del niño, Rengoku se acomodo al lado del niño mientras que Shinobu se sentó en su asiento habitual, con su sonrisa dulce y falsa colgando de sus labios con elegancia, Rengoku salido a todos dentro de la sala con un grito estridente como siempre solo para quedarse callado segundos después. Obanai solo espero unos momentos antes de que los demás llegarán.

Casi un minuto después, Oyakata-sama hizo acto de presencia. Su reconfortante presencia llenó el área y todo inmediatamente se callaron. Obanai espero dócilmente las palabras de Oyakata-sama.

—Mis queridos espadachines— Fue suave y calmante, Obanai se sintió mejor solo de escucharlo —¿Cómo están hoy?— Su voz tranquila hizo eco en las paredes de la tranquila habitación.

El pilar del rayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora