Tanjiro y Nezuko Kamado.

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Tokyo, horas de la mañana, cerca de Suga Shrine se encuentra ubicada el hogar de la familia Kamado, constituida por Kie, Tanjiro, Nezuko, Takeo, Shigeru, Hanako y Rokuta; en la familia había un padre, Tanjuro, sin embargo falleció hace 3 años debido a una fuerte enfermedad.

El brillo del sol a través de la ventana de la habitación iluminaba el rostro de Tanjiro, haciendo que este despierte. Rasca sus ojos inchados debido a la pesada noche que tuvo para luego sentarse en su cama, dar un gran estirón y un gran bostezo. Tanjiro compartía la habitación con su hermana menor Nezuko quien aún permanece dormida al otro lado de la habitación, por suerte para ella no dormía con una ventana al lado de su cama como su hermano mayor, por lo que su sueño no es interrumpido.

Tanjiro al ver la suerte de su hermana no pudo evitar soltar un pequeño gruñido de envidia.

No se como es que fui tan idiota como para escoger cama primero— Pensó mientras observaba a su hermana dormir.

Sin embargo, su lado gentil y abrazable estaba feliz de que su hermana pudiera dormir cómodamente sin que el sol la estorbara.

El pelirrojo se levanta de su cama para ir directo al baño y vaciar su tanque y cepillarse los dientes, al salir del baño nota que su hermana no estaba en su cama, observó a su alrededor y no la vio, dedujo que quizás salió de la habitación, hasta que unas manos cubren sus ojos.

—Si adivinas quién soy, te doy mi desayuno— Dijo Nezuko parada detrás de Tanjiro intentado poner una voz grave para que no la reconozca.

—Nezuko, ¿cuántas veces tengo que decirte que te cuesta mucho hacer tu voz grave?— Dijo Tanjiro entre risas mientras retiraba las manos de su hermana —Además, no puedes quedarte sin desayunar— Dijo dándose la vuelta para ver a la cara a Nezuko.

—Siempre adivinas— Dijo Nezuko haciendo un tierno puchero.

—¿Que tal dormiste?— Dijo Tanjiro acariciando el cabello de su hermana.

—Dormir con tus camisas es lo mejor— Dijo estirando la camisa de Tanjiro que llevaba puesta, últimamente Nezuko a dormido mucho en calzones y con una camisa de hermano, cabe destacar que todas le quedaban grande. Sin embargo, a Tanjiro jamás le molestó que su hermana durmiera con sus camisas.

—¡Me alegro que hayas dormido bien!— Exclamó Tanjiro con una gentil sonrisa.

—Bueno, ¡te veo en el desayuno!— Dijo Nezuko entrando al baño.

Tanjiro sale de la habitación para ir al comedor por su desayuno, no sin antes toparse con sus otros hermanos menores.

Antes de ir al comedor pasó por la cocina para saludar y desearle los buenos días a su madre y agradecerle por el desayuno.

—¿Por que sigues en piyama?— Preguntó la señora Kamado.

—No entiendo, ¿Que sucede madre?— Pregunta Tanjiro con una expresión confundida y mordiendo un pedazo de pan.

Kie simplemente se limitó a cruzar sus brazos y levantar su ceja izquierdo.

Tanjiro se quedó pensando por unos segundos hasta que abrió sus ojos de manera sorpresiva.

—¡Mi primer día en Kimetsu Academia!— Gritó Tanjiro mientra se daba un golpe en la frente con su mano. El muy idiota olvidó que hoy es su primer día en su nueva secundaria.

—Con más razón te cambiamos a ti y a Nezuko de su anterior colegio, los pusieron muy estupidos— Dijo la madre con un tono bromista. Tanjiro tuvo una sonrisa avergonzada en sus labios.

—Oye, estoy detrás de ti— Dijo Nezuko con una mirada fría y seria a su madre.

—¡Hija! Buenos dias— Dijo Kie haciendo como si nunca dijo lo que dijo.

¡Kimetsu Academia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora