Cobarde... Esa palabra era la única palabra que estaba presente en mi mente, me atormentaba apenas me despertaba y me irrumpia mis horas de sueño, dándome horas despierto, viendo el techo de mi habitación.
Mis padres siempre me preguntaban por mi expresión desanimada y fría, yo simplemente les decía que tenía sueño o mucha tarea, tratando de ocultar la verdad para no preocuparlos y que después vengan a explotarme con preguntas, lo odiaba completamente.
¿Que fue lo que hice mal? ¿Que hizo que esta maldita cobardía e inseguridad estuviera en mi todo los días de mi vida? A veces me arrepiento de haber dejado que mis padres me inscribieran en esa tonta academia, seguramente estaría mejor que nunca... ¿O no?.
Seguramente se estarán preguntando como es que empezó todo esto. Bueno, para ello tendremos que ir a 12 años atrás, cuando cursaba el segundo nivel de preescolar, exactamente cuando la conocí a ella...
[...]
5 años tenía en ese entonces.
Algo que siempre me molestaba en mi estancia de preescolar eran los demás enanos, sus estúpidos gritos, el típico grupo de los creídos jugando fútbol, sobretodo me molestaba los estúpidos niños que se creía algún personaje de anime, el típico grupo de niñas jugando con sus muñecas o jugando a ser madres o los metiches profesores que se acercaban a mi.
Durante las horas de clase siempre me sentaba en la mesa que nadie usaba, durante los recesos siempre me alejaba de todo, me sentaba en una banca y abrazaba mis piernas a esperar a que el receso terminara, era un solitario completo, pero la verdad eso no me molestaba, se sentía bien, así no tendría que lidiar con aquellas molestias.
Un día que jamás se me va a olvidar será el 17 de octubre de 2008, el día en el que mi vida cambió completamente, el día en que empezaría a odiarme a mi mismo.
—Buenos días mis niños, hoy tenemos una gran noticia para ustedes— Habló mi profesor.
No se porque, pero ese profesor siempre me daba miedo, estaba 100% seguro de que medía más de dos metros. Si me acuerdo bien, creo que se llamaba Gyomei Himejima.
—¿Que noticia, profesor?— Preguntó un niño que estaba a varios puestos de mi.
—Tendremos dos nuevas alumnas— Respondió el mayor.
Casi todo el salón quedó boquiabierto por aquella información, creo que a los únicos que les dio igual la noticia fueron a mi y a un chico de cabello blanco, odiaba a ese albino.
—¡¿Quienes son, profesor?!— Exclamó un rubio que quedaba cerca de mi. Maldita sea, todo el tiempo gritaba, si tuviera que decir cada vez que quiera golpearlo por gritar, ni sabría como responder.
—Niños, quiero presentarles a Shinobu Kochou— El profesor señaló la entrada a nuestro salón.
Entró una niña de ojos morados, cabello negro con mechas moradas y un broche de mariposa, se veía tímida, pero supo como disimularlo.
—H-Hola a todos, soy Shinobu Kochou— Hizo una reverencia.
La chica me pareció linda, pero aún así, me daba igual su existencia, así que desvíe mi mirada.
Algo que siempre hacía cuando algún mocoso se presentaba, era hacerme el dormido, colocaba mis brazos en mi mesa y apoyaba mi cara en ellos, ocultando completamente mi rostro, jamás me dignaba de saludarlos.
Eso hice, me hice el dormido para evitar saludar a aquella niña de orbes morados, y mi plan funcionó a la perfección, la niña pasó a mi lado y creyó que estaba dormido, que estúpida.
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¡Kimetsu Academia!
FanfictionTanjiro es un joven de 15 años que es inscrito junto a su hermana en una de las mejores instituciones de todo Japón, Kimetsu Academia. Sin embargo, lo que el no sabe es que al ingresar en esa escuela, vivirá las mayores y más locas aventuras de toda...