¡Kimetsu Academia!

Año Nuevo en las montañas.

Sinopsis:

El último día del año ha llegado a nuestros personajes de Kimetsu, así que harán todo lo posible por cerrar el año de la forma más hermosa posible.

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Después de que todos hayan vivido una noche donde casi todos van a la cárcel y otros a hospitales psiquiátricos, nuestros queridos personajes se pudieron ir a descansar sin problema alguno, cada quien a su habitación asignada.

Resulta que habían llegado al último día del año en el que se encontraban, 31 de diciembre podría decirse que era de los días más esperados del año, ya que para muchos significa empezar una nueva etapa con nuevas metas, motivaciones y oportunidades.

Para los de Kimetsu Academia tampoco era la excepción, Tanjiro se había propuesto llevar la panadería de su familia a la cima en este nuevo año que está por empezar; Zenitsu para sorpresa de nadie, se había prometido a sí mismo ser la mejor pareja que alguien pudo haber conocido; Inosuke por otro lado, la meta suya de este año era algo seria para sorpresa de muchos, quería darle una buena vida a su madre que la había empezado a notar muy cansada últimamente; Aoi y Kanao tenían la misma propuesta, como ese mismo nuevo año pasaban al próximo año escolar, ambas se habían propuesto darlo todo para quedar en la universidad que ambas anhelaban; y por último pero no menos importante tenemos a Genya, el cual por muy extraño que suene, se había propuesto hacer lo posible por ganarse el corazón de la persona que amaba.

Con los de tercer año, las cosas podrían ponerse algo melancólicas, ya que en pocos meses ya estarán graduados y tendrán que dejar atrás una etapa muy importante de sus vidas, ya no se podrán ver tan seguido como siempre lo suelen hacer, pero si es para poder cumplir sus metas, hay que tomar decisiones difíciles.

Pero eso jamás va a quitar que entre todos, son una familia.

Resulta que al salir el sol del 31 de diciembre, Nezuko amaneció resfriada, debido a haber salido en la noche en pleno invierno y en plena montaña, agregando también los dulces que se comió esa misma noche, así que no tuvo más que otra opción que quedarse en cama.

Como buen hermano mayor, Tanjiro se quedó cuidando de ella la mayor parte del día con la ayuda de Zenitsu, el cual prácticamente la trataba como si fuera una reina. Nezuko se quiso aprovechar de eso y pedir dulces, pero tanto su hermano como su novio se lo tuvieron que negar, no sólo porque se podría poner frenética, si no que también porque podría empeorar ese dolor estomacal que tenía.

—Lo mismo pasó cuando comiste dulces en el centro comercial, al día siguiente no podías ni tomar agua por el dolor...— Habló Tanjiro preocupado.

—Lo siento, es que los chocolates son tan deliciosos...— Dijo Nezuko, con dificultad de pronunciar la N debido a la nariz tapada. —Siento que no podré pasar año nuevo con ustedes... Me siento del orto...— También con dificultades de pronunciar la M, hubiera seguido hablando de no ser por el estornudo que la interrumpió.

—Ten, Nezuko-Chan— Zenitsu le extiende un pañuelo.

—Muchas gracias, amor...— Ella toma el pañuelo y se limpia su roja nariz.

—Creo que es mejor que descanses un poco— Tanjiro habla. —Vendré más tarde para ver como te encuentras. Nos vemos— Tanjiro abre la puerta para salir de la habitación.

—Te veré... luego...— Nezuko se acomoda en la cama, cayendo dormida.

—No te preocupes, Tanjiro, yo la cuidaré— Dijo Zenitsu.

—Eso espero... En fin, iré a caminar un rato— Tanjiro sale de la habitación.

No es la primera vez que Tanjiro cuida a Nezuko cuando está enferma, hasta cuidaba a todos sus hermanos cuando ellos se enfermaban, era sorprendente como todos los de su familia se enfermaban menos él, era quizás un don o una maldición.