10

4K 373 50
                                        

-Val....

Acaso ¿estaba soñando o tal vez había escuchado mal? De este sueño no quería despertar, hace tan solo unas horas sentía que había perdido al amor de su vida, cuando fue a ver al abogado, que por cierto era abogado de la familia Carvajal.

La miró esperando que Valentina dijera algo más, no entendía que es lo que estaba ocurriendo. 

-Hay algo en mi... que no quiere que me dejes ir, hay una voz que me dice que lo intente, que va a funcionar, y quiero aferrarme a esa voz, por ti, por mí, por nosotras... juntas, en la tarde que te llamé, solo quería escuchar que habías tenido trabajo, o algo que me dijera que no habías ido a ver al abogado, tus palabras se repiten una y otra vez en mi mente, y no quiero eso, no quiero esperar a otra vida, ¿para qué esperar si puedo ser feliz en esta vida?

Valentina hablaba rápidamente, era un hábito que tenía cuando estaba nerviosa.

-Puedes ser feliz conmigo o sin mí, Val.

-Lo sé, pero... Siento que contigo, la felicidad es de colores, como un arcoíris, y a todos nos gustan los arcoíris.

Juliana sonrió al escucharla.

-Tu eres mi arcoíris, Val.

-Quisiera nunca haber perdido la memoria, Juls.

-Créeme, quisiera lo mismo, pero hay cosas que no podemos cambiar, me da miedo que llegues a cambiar de parecer.

-También me da miedo.

Quería que funcionara, si no lo hacía, lastimaría a Juliana y eso no se lo perdonaría. 

Juliana miraba el cielo, ¿el universo estaba a su favor?

-Supongo que eso lo veremos sobre la marcha, no pienses en eso ahora.

-Está bien.

- ¡Uy, morra!, mueres de sueño ¿cierto? - preguntó Juliana al ver el bostezo de Valentina. 

-Un poco, la verdad.

¿Sería demasiado pronto para pedirle a Juliana regresar a casa?

- ¿Te quieres quedar a dormir? Es muy tarde para que regreses o regresemos al departamento.

- ¿Puedo?

Era increíble la manera en que Valentina la mataba de ternura con tan solo una pregunta, y no olvidemos el puchero.

-Si, morra, puedes quedarte en mi habitación, y yo puedo ir a dormir con mi mamá.

Pasitos de bebé, Juliana, pasitos de bebé.

- ¿Segura?

-Si, ven, te mostraré.

-Oye...

- ¿Si?

- ¿Puedes dormir conmigo? Es que... no sé, para que tu mamá no se dé cuenta, y no la despiertes, y... y después que va a decir... 

Valentina estaba nerviosa, miraba el rostro de Juliana, quien la veía con una sonrisa y también con evidencia de aguantarse la risa, la verdad es que la castaña era muy divertida nerviosa. 

-Tranquila, Val, vamos a dormir, pero con la condición de que ninguna se quedará toda la noche despierta, ni yo hablándote, ni tu escuchándome, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, Juls- respondió Valentina con una sonrisa. 


....
-Imagino que no trajiste nada para dormir, ¿cierto?

Tu memoria en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora