Tu memoria en mi piel

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-Si... Charles... ¿por qué te sorprendes? ¿tampoco conoces a Charles? - preguntó Valentina asustándose, ¿también lo perdió a él?

-Tranquila... no te puedes alterar, ya te sedaron una vez... si conozco a Charles... un poco- murmuró Juliana, claro, conocía al tipo al que le había quitado la novia.

-Entonces... ¿Dónde está?

-Val, mejor seguimos hablando mañana, por favor, aún tengo muchas cosas que contarte.

-Cuentamelas ahora- respondió Valentina, ella quería respuestas, ¿Por qué a la morena le costaba decirle todo? ¿acaso su vida se había vuelto una mierda? ¿era todo malo?

-Sé lo que estás pensando, no es malo, solo que es fuerte de asimilar, tu vida cambió mucho desde la muerte del señor León y el tiempo que nos conocimos... es muy diferente a como lo recuerdas.

-Juls pues dímelo todo, ¿es más malo que... que la muerte de mi papá? - preguntó Valentina con temor, no creía soportar algo más así, se volvería loca.

-No, nadie murió- respondió Juliana, ¿consideraría como algo peor el hecho de estar casada con ella? Sentía que terminaría con el corazón aún más roto, si Valentina la rechazaba, ¿Qué haría? ¿podría soportarlo? Solo el hecho de pensarlo hacía que quisiera salir huyendo, no creía ser tan fuerte para perderla.

-Ahí está, entonces puedes contarme todo.

-Mejor mañana Val.

-No, no puedo esperar, la duda me carcome, ¿me conoces enojada? - preguntó Valentina frunciendo el ceño.

-Uy que si no, claro que te conozco enojada morra- respondió Juliana riendo, había sufrido la ira de Valentina varias veces, el sofá de la sala estaba de testigo.

-Entonces cuéntame todo, y así no me enojaré.

- ¿Me estas chantajeando morrita? - preguntó Juliana con una sonrisa, si no supiera que Valentina no la recordaba pensaría que estaba jugando con ella al ver la sonrisa que salía del rostro de la castaña.

- ¿Yo? Sería incapaz eh- respondió Valentina, ¿Por qué le era tan fácil hablar con esa chica? ¿Eran mejores amigas?

-Haré como que te creo, para que te sientas mejor.

-Te estas desviando del tema eh, cuéntame, oye por cierto, ¿Dónde está mi familia? ¿Eva, Lucia?... espera... ¿Eva y Lucía siguen juntas? - preguntó Valentina preocupada.

-Tranquila, ellas vendrán mañana, el doctor prefirió que sea hasta mañana que te vean porque te tuvieron que sedar ese rato... y si, siguen juntas.

-Genial, ¿siguen peleando como siempre?

-Por supuesto, hay que cosas que nunca cambiarán.

-Menos mal, aún recuerdo el día que Eva la llevó a casa, papá casi la mata por ligarse a su secretaria, y no entendíamos como, si ellas siempre peleaban, incluso yo alguna vez le dije a papá que saliera con Lucía, y mira, fue mi hermana la que salió con ella- contó Valentina divertida, sabía que esas dos aun cuando peleaban más que cualquier otra pareja, se querían con locura, Lucía era el estabilizador que necesitaba Eva.

-Se adoran, aun cuando pelean demasiado.

-Pues me alegro, cuéntame más.

-Mejor tú pregúntame.

-Si mejor... tengo una pregunta para ti, ¿Qué te pasó en el brazo?

-Estábamos juntas al momento del accidente, pero yo solo me jodí el brazo, ya va mejor, mañana me quitaran el cabestrillo.