Tu memoria en mi piel

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-Buenos días.

-Buenos días Val... ¿Cómo dormiste? - preguntó Juliana estirándose, decepcionándose un poco al darse cuenta de que Valentina ya no estaba en sus brazos, seguramente se había despertado antes y se había quitado.

-Bien- respondió Valentina, la realidad es que no había dormido nada, pero eso no tenía que saberlo Juliana.

- ¿Segura? Pareces cansada.

-Estoy segura, ¿tu como dormiste?

-Bastante bien gracias, ¿quieres desayunar? Puedo prepararte algo.

-Si muero de hambre la verdad, pero no hace falta, puedo intentarlo- respondió Valentina mientras Juliana trataba de no reírse.

-No te ofendas Val, pero la cocina no es para ti, se te quema el agua morrita.

-Bueno reconozco que sí, pero no quiero que tu hagas todo Juls.

-No te preocupes, me gusta, ¿Qué quieres hacer hoy?

-En un rato llegarán Eva y Lucía ¿no?

-Si, traerán a Merlín, ya quiero verlo, me hace falta.

- ¿Y el de donde salió?

-Llegó solito, hace dos años, ya vivíamos juntas, estaba lloviendo y cuando llegamos estaba en el estacionamiento protegiéndose de la lluvia, justo en el lugar donde nos estacionamos, entonces se movió un poco, y cuando pedimos el elevador, el se metió, te empezaste a reír y dijiste que no lo podíamos dejar afuera, creo que no hizo falta ninguna invitación porque solo abrimos la puerta y se fue a acostar al sofá, desde ese día está con nosotras- contó Juliana con una sonrisa.

-Muy bien... oye espera... dijiste que ya vivíamos juntas, o sea ¿no tenemos el mismo tiempo de vivir juntas y estar casadas? - preguntó Valentina confundida.

-No, viviendo juntas tenemos tres años.

-De acuerdo, a ver explícame.

-Anduvimos un año y medio antes de vivir juntas, y llevamos tres años viviendo juntas, de esos tres años, llevamos 8 meses casadas.

-Muy bien... entonces no tiene mucho que nos casamos... ¿tienes fotos? - preguntó Valentina con curiosidad.

- ¿De nuestra boda? Claro.

- ¿Me las enseñas?

-Si, mira si quieres sácalas, están en el último cajón del lado derecho, y mientras tanto yo iré a prepararnos algo de desayunar, cuando termines de verlas, baja y desayunamos ¿de acuerdo?

-De acuerdo, ¿segura que no quieres que baje contigo?

-No, no hace falta, lo haré rápido, tu ve las fotos a gusto, solo me lavaré la cara y los dientes y ya bajo- respondió Juliana rápidamente, no era una buena idea ver las fotos con Valentina, ella si las recordaría pero la castaña no y eso sería un poco decepcionante, lo mejor era que se ocupara en otra cosa.

-Bueno- respondió Valentina aunque en realidad Juliana ya se había metido al baño.

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- ¿Las encontraste? - preguntó Juliana saliendo del baño.

-Sí, aquí están, veré algunas y bajaré.

-Esta bien, te veo en un momento- respondió Juliana saliendo rápidamente.

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-Esto esta delicioso Juls, eres muy buena cocinera.

Juliana no había preguntado que le habían parecido las fotos, y Valentina había preferido no mencionarlo, aún estaba abrumada por toda la felicidad que había visto en unas cuantas fotos, y odiaba no recordarlas, había observado como Juliana y ella se buscaban cuando no se veían, como si sus ojos se necesitaran para brillar... era mejor no mencionarlo... aún.