Arce Mysteria

Capítulo 4

¡Vaya! Fabiana tenía razón, pasas mucho tiempo en tu diario. –dijo Scott mientras preparaba chocolate caliente.

La casa de Scott era bastante cerca de Arce Mysteria. Era una casa bastante acogedora; hacía algo de frío por lo que Scott encendió la chimenea. Sarah se quedaría en casa de Scott hasta adaptarse mejor, no podía visitar a Fabiana sin saber controlar mejor sus peculiaridades.

Scott procedió a contarle lo que sabía sobre los Dannot. Los Dannot tenían un pasado algo sombrío, se dice que entre ellos se asesinaban por el poder. Existe una jerarquía entre algunas familias, entre los Dannot la cabeza de familia se supone que puede ver más futuros, pueden incluso desarrollar otras habilidades. Se parecen a Sarah, pero ellos nunca van a poder formar parte de los tenêbrae.

Cuenta la leyenda que uno de la familia Dannot mató a su hermano mayor y a su padre para llegar a obtener sus poderes, ya dominaba varios y quería los de sus parientes. Se rumora que esa persona sigue viva y se dice que es el líder de los farmûlus; siendo un renegado quien no calificaba como tenêbrae decidió crear su propia facción.

Muchos sospechan de Dannot, el líder de los Dinosee, como te mencione antes nadie nunca sabe qué hace en su tiempo libre y se cree que es porque se reúne con los farmûlus. –dijo Scott.

Dylan no es de confiar, tiene algunos antecedentes de ser bastante problemático. Recién llegado a Arce Mysteria andaba solo la mayor parte del tiempo. Era muy parecido a su padre, luego de la noche a la mañana hizo amigos y todos se veían muy misteriosos. Se cree que son parte de los espías de los farmûlus.

Sarah cuando te digo que te cuides de ellos es por algo, no son buenas personas. –dijo Scott con cara de preocupación.

A Scott le llevó meses encontrar a Sarah. No iba a permitir que algo le pasara. Sarah por su parte era muy inocente y siempre daba el beneficio de la duda.

No veo la razón por la cual no puedo ser amiga de ellos, no hay pruebas de nada, solo son suposiciones de las personas inconformes con su actitud por ser diferentes. De paso puede que sean coincidencias, pueden ser grandes amigos a los que no les das la oportunidad de conocerte. Scott no me pidas que yo haga lo mismo, déjame juzgarlos a mi tiempo y a mi manera. –respondió Sarah.

Scott no podía hacer nada al respecto, solo se quedó observándola fijamente mientras ella evadía su mirada acusadora observando fijamente las llamas en la chimenea. Pasaron unos minutos de silencio total. Ambos se sentían incomodos, pero ninguno podía formular oraciones. Por un lado, Scott solo quería protegerla de cualquiera; por otro lado, ella solo quería hacer amigos por su cuenta y darle el beneficio de la duda a aquellos que podían estar siendo mal juzgados.

Cuando el silencio absorbió por completo la habitación como la densa oscuridad, Scott se levantó, recogió la taza de chocolate de Sarah y se dirigía a la cocina cuando decidió que no se podía guardar nada. Si Sarah quería darles una oportunidad, todas las cartas debían estar sobre la mesa para que pudiese tomar bien su decisión.

Mira, yo no soy quien para decirte de quien puedes o no ser amiga. –decía Scott desde la entrada de la cocina. -Ni si quiera deberías confiar en mí. Solo ten presente que a inicios de año Branwen estuvo envuelto en un problema bastante grande, lo suspendieron por varios días. Él sabe cubrir sus huellas por lo que no pudieron expulsarlo. Se encontraron restos humanos en un cementerio, era obvio que era un ritual y el mayor sospechoso era él, pero nunca se pudo probar nada en su contra. Es un mago muy poderoso, no lo voy a negar, pero no se conoce mucho de su procedencia. En serio Sarah, te lo digo, ten cuidado. –le dio la espalda y dejó las tazas en el lavabo.

Ninguno de los dos dijo nada al respecto. Scott llevó a Sarah a su habitación. Sus cosas ya estaban acomodadas así que solo tomó una ducha y se fue a dormir. Mañana será otro día para lidiar con toda la información que le dio Scott. Pero antes que nada debía hablar con Fabiana. Sarah le escribió algo tarde por lo que no esperaba respuesta alguna de Fabiana, solo le contó que era una gran escuela y que la extrañaba mucho. Luego se fue a dormir para enfrentar el día de mañana con fuerzas.