Arce Mysteria

Capítulo 17

Ahora Sarah no quería asistir a clases de magia. Eso le recordaría que ya no puede hacerla gracias a la estupidez de James. Su única opción era investigar por sí sola la posibilidad de recuperar sus poderes. Mientras hacía eso su único compañero sería Dylan.

Los vampiros no hacen mucho en clases, todos son bien arrogantes. La mayor parte del tiempo solo dan instrucciones y algunnos consejos y luego eres libre por todo Arcce Mysteria para ser evaluado. Si logras seguir lo que te dicen estarás bien con los profesores.

El objetivo de hoy es comer sin matar a nadie. Dylan sería su compañía y su guía.

-La verdad si matas a alguien nadie se enterará y no te expulsarán por ello, ya que ellos se encargan de enseñarnos y es parte del proceso. -dijo Dylan con un poco de perverción en su tono de voz.

A Sarah le repudiaba esta idea, pero sabía que era una posibilidad. Para lograr alimentarse y no matar a alguien debía aprender a hipnotizar. Dylan en eso era experto así que le enseñó a hacerlo.

Debes mirar a la persona a los ojos y listo. Simple, rápido y efectivo. -dijo Dylan.

Salieron de Arce Mysteria en busca de su nueva presa. 

Se dirigen a la ciudad. Observaban las personas pasar. Hasta que Sarah se decidió por un vagabundo que intentó robarle el bolso a una señora. -Oh vamos Sarah, busca algo más retador.- dijo Dylan.

Sarah no iba a apagar sus emociones, ella estaba dispuesta a controlarse. La verdad Dylan tenía razón. Debe buscar presas difíciles. Vio a lo lejos un empresario, bien vestido, hablando por celular. 

-Hola-dijo Sarah interponiéndose en su camino -necesito ayuda para entrar, olvidé mi acceso.

-Claro, ¿a cuál piso te diriges?- preguntó el caballero. -Al mismo que el tuyo, dijo Sarah. El empresario estaba un poco confundido pero no hizo más preguntas. Cuando se cerraron  las puertas del elevador Sarah tomó acción. Lo miró a los ojos y susurró, -no grites. Se pegó a su cuello como si hubiera estado tres semanas sin comer. Logró detenerse antes de arrancar su cabeza. Le dio un poco de su sangre para que no se notara lo qeu había sucedido y lo obligó a olvidar.

Saliendo del elevador busca con la mirada a Dylan y sonríe con satisfacción por su logro. Dylan observa que el empleado está vivo y no recuerda nada. Es bastante gracioso ver su cara de confusión sobre porqué sigue en el mismo piso.

-No aladees. Eso fue sencillo. Ahora vamos a divertirnos.- Dijo Dylan llevándola a un bar.

Ahí Dylan dejaría que Sarah perdiera el control. Así sería más fácil que apague sus emociones y pueda llevar a cabo su plan. En el bar Dylan empezó a drenar a una chica. La asesinó frente Sarah. Ella para este punto no se sorprendió de las acciones de Dylan. -¿Tienes miedo a divertirte y no poder controlarlo después?- dijo Dylan provocáncola.

Sarah rodó sus ojos ante tal comentario. -Observa y juzga por ti mismo.- Se dio vuelta y drenó a un chico en menos de 20 segundos. Se limpió los labios y sonrió. -¿Ahora quiénn tiene miedo?-Dylan se exitó por la escena y ambos empezaron a asesinar personas dentro del bar. 

La música sonaba fuerte. Ambos estaban drogados de tanta sangre que habían tomado. A duras penas lograron cerrar el bar para que nadie más entrara. Bailaron, tomaron y festejaron este gran día. Sarah lograba controlarse pero en el fondo no le importaban esas personas. Ella se sentía extasiada ante esta situación. Alimentarse no era tan malo y con Dylan hasta se volvía divertido.

Ambos salieron riendo del lugar. La mejor manera que encontraron de cubrir sus pasos fue quemando el lugar hasta los cimientos. Vieron como todo ardía, rieron por ello y Sarah le dijo a una chica que iba pasando que la leyenda debía ser contada de ahora en adelante. Cada que se levante un bar aquí los vampiros se van alimentar de los humanos hasta saciarse.

Era hora de regresar a casa. Le agradeció a Dylan por el día tan increíble que tuvo. Ahora no debía preocuparse tanto por vivir. Tenía toda una eternidad a sus pies. Scott la esperó despierto. Sarah se sorprendió de verlo en la sala con cara de decepción. -Traes demasiada sangre en tí.- dijo Scott  con tono de desaprobación. -Ay no empieces. -¿Cómo que no empiece? ¿Ahora  va a ser así siempre? ¿Nos vas a matar si algo no te parece?-preguntó exasperado. -No digas tonteras Scott, solo me divertía, yo sé controlarme pero la vida cambió. No tuve otras opciones así que ahora soy yo quien decide cómo vivir y cómo disfrutar. No deberían preocuparse, al menos no por ahora.- respondió Sarah subiendo a su habitación.