9

651 108 11
                                    

Salgo de la habitación en la que me estado quedando está semana, la habitación de mi pequeño Perséfones.

Su fiebre a disminuido mucho, sigue pálido y débil pero peor lo menos empezó a comer más y ya no tiene fiebre ni vómitos.

-Buenos días señor- una de las empleadas hace una reverencia - ¿Él joven ya despertó?- niego.

-No, pero por favor preparen su desayuno y subelo, despiertalo para que coma y se bañe-

-Si señor- voy hasta mi despacho, entro, tomo lugar en mi silla y uno de mis hombre entra.

-Lamento entrar así señor, pero le tengo noticias de la fuga de mercancía - me coloco de pie - El alma está en la bodega - acomodo la chaqueta de mi traje.

-Vamos- salgo del despacho seguido por el chico, caminamos por uno de los pasillos hasta llegar a una puerta, ingreso la clave de seguridad e ingresamos, la puerta se cierra, caminamos por el pasillo iluminado por luces rojas, bajamos unas escaleras hasta llegar a un especie de sótano, hay 2 de los hombres en la puerta de entrada, hacen una reverencia, uno de ellos me entrega un par de guantes negros de cuerdo, me quito mi chaqueta y se la doy.

-Señor- abren la puerta y me permiten el ingreso - Todo suyo - sonrió, entro, está mi cuñado sentado sobre la mesa de los cuchillos y mi hermano pasado al lado de él con una mano sobre su pierna.

-Señor- ellos hacen una reverencia de cabeza - Te traje al alma perdida como lo prometí - Hecate sonríe, me pasa uno de los cuchillos - Hoy le presto mi favorito- su mirada está llena de maldad y adrenalina.

- ¿Que tenemos aquí?- le quitó la bolsa de tela de la cabeza negra - Miren nada más, pero si es uno de los nuevos - levantó si barbilla, su cara está vuelta mierda - Que decepción, acabas de optener tu sello de la mafia y comentes una cagada -

-Lo lamento, lo lamento -

-¿Le estás pidiendo perdón al señor del inframundo? - asiente desesperado - Oh pobre alma en desgracia, cuando me ves la cara ya no hay vuelta atrás, solo queda un destino - sonrió - La muerte - tomo con fuerza su mejillas hundiendo mis dedos lo suficientemente fuerte - Pero puedo considerar el perdonarte si me cuentas todo - tomo una de las sillas, la volteo y me siempre en forma de jinete al frente de él - ¿Vas a hablar?-

- Él me dijo que si le entregaba tu mercancía y uno de sus clientes el me daría a su puta más cara - levantó una ceja - Me daría a la puta que solo él y uno de sus mejores hombre usaba-

-¿Quién ves él?- aprieta los labios, clavo el cuchillo en su pierna - HABLA -

-Se, se llama Soo Man, Lee Soo Man- volteo a ver a Kyungsoo y a mí hermano, ambos me ven impactados.

-¿Cómo se llamaba la puta?- aprito los dientes, el cierra los ojos -RESPONDE - sacó el cuchillo y lo clavo en la otra pierna.

-AHHHH- el chico llora - Baek, Baek algo, baecon -

-¿Baekhyun?- kyungsoo pregunta desde atrás de mi.

-Si, ese, dijo que era si puta personal, que lo tenía guardado solo para él y para un tal Kasper, pero que me lo daba si yo le daba lo que me pedía - me coloco de pie, tiró la silla al otro lado de la habitación, tomo al hombre del cuello y lo aprieto con fuerza - Se, señor-

- ÉL NO ES NINGUNA PUTA- lo levanto de la silla - ÉL ES MIO, DE MI PROPIEDAD, ES MI CHICO, EL DUERME EN MI CAMA - lo tiró contra una de las mesas, voy hasta él y lo pateo con fuerza en el estómago, me agachó, lo sostengo del cabello y levanto su cabeza - Él no te puede dar algo que es mío-

-Señor, yo no sabía, yo, yo no sabía que usted lo tenía - golpeó su cabeza con fuerza contra el suelo - PIEDAD-

-¿PIEDAD? ¿?ME PIDES PIEDAD CUANDO QUERIAS A MI CHICO?- vuelvo a golpearlo - ¿Dónde está Soo Man?- el niega -¿DÓNDE ESTA SOO MAN-

-NO LO SÉ, él solo me pedía que fuera a ciertos lugares y en ahí nos encontrábamos, eran bares de la zona oscura, en cualquiera de ellos, nunca los repitio - lo tomo con más fuerza del cabello, lo arrastró hasta la silla.

-Sientenlo- voy hasta la mesa de los cuchillos, suelo los botones de la manda de mi camisa, las subo hasta los codos, tomo un cuchillo de doble hoja, una lisa y una de sierras, voy hasta la rata, me siento al frente de él - Sabes, estaba considerando el perdonarte, pero cometiste 2 errores - paso el lado liso de la hoja desde la comisura de su boca hasta oreja.

-AAAAAHHHHHHHH- lo tomo del cuello con fuerza.

-Me traicionaste- paso el cuchillo por el otro lado - Y querías a mi chico - clavo el cuchillo ncln fuerza en su entre pierna.

-AHHHHHHH NO, AAAAAHHHHHHHH - grita con desesperación mientras llora.

-NO PERDONO A LAS ALMAS TRAIDORAS Y MENOS A AQUELLOS QUE USAN A LAS PERSONAS CÓMO PAGO - saco el cuchillo y vuelvo a clavarlo - Los traidores se van al fondo del tártaro, sin monedas en los ojos y con una cuerda en los pies - saco el cuchillo, lo clavo en su pecho y bajo la hoja de sierra con fuerza - Pudrete - la sangre sale en todas las direcciones, clavo el cuchillo en tu garganta, quito el arma, me coloco de pie, dejo el cuchillo sobre la mesa, veo a mi hermano - Consigamos ese hijo de puta, lo quiero muerto -

-Si señor- me quito los guantes, lo dejo sobre la mesa.

-Tirenlo al pozo de ácido, no quiero que quede nada de él, busquen en todos los bares de la zona oscura, quiero nombre y foto de todos los posibles hombres que hayan tocado a Perséfones -

-Si señor - camino hasta la puerta, me entregan mi chaqueta, la tomo con fuerza, camino el pasillo, subo las escaleras, llegó al final del pasillo, salgo del lugar, voy directo hasta las escaleras que llevan al segundo piso, paso al frente de la puerta de Baek y me detengo.

-¿Qué pensarías de mi si me ves así?- trago fuerte, su puerta se abre y lo veo parado al frente de mi, tiene el atril como apoyo - Pequeño -

-¿QUÉ TE PASO?- acerca su mano y me alejo, baja la mano.

-Nl me toques, estoy lleno de sangre de una rata asquerosa, no quiero que te ensucies - baja la cabeza, coloco los dedos bajo su barbilla y la levanto, me acerco a él y tomo sus labios con los míos - Deja que me quite ests mierda del cuerpo y podrás tocar todo lo que desees- sus mejillas se piensan de rojo.

-¿Me puedo bañar contigo?-

OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora