Capítulo 3: La clase de pociones

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     Sirius entró a la habitación y cerró la puerta. Se quitó su campera y la tiró al suelo con un brusco movimiento.

     —¿Por qué rayos me abandonaron? —dijo Sirius con un tono de voz elevado.

    —¡Baja la voz Canuto! Despertarás a Remus —comentó James con bastante calma —. Además yo le dije a Colagusano que te avisará.

    —Ups, entre en pánico y solo corrí. Perdón Sirius. —Explicó Peter algo apenado.

    —Está bien Colagusano, no pasa nada —dijo Sirius —. Remus, él tenía rondas como prefecto ¿Por qué él...

     —vino después de nosotros, dijo que su turno había terminado. Preguntó por ti y le dijimos que estabas en el baño. Luego se acostó y se durmió. —Explicó James con una sonrisa.

     —Es Lunático jamás me entregaría, no debieron mentirle —le replicó Sirius, mientras se sentaba en su cama —. Por cierto la que estaba en el pasillo era la chica Avery.

     —¿¡Que?! y ¿Por qué no te reportó con la profesora Mcgonagall? —preguntó James con curiosidad.

     —Oh no, Si lo hizo ¿Verdad? —agregó Peter con algo de preocupación y miedo en su rostro.

      —Dos cosas: Primero, si me hubiera reportado, Mcgonagall estaría aquí retandonos —dijo Sirius. La profesora Mcgonagall solía hacer eso cuando alguno de los merodeadores hacía algo indebido —. Segundo, tuve que rogarle a Meissa para que no enviara un reporte, pero la convencí. Ya saben, nadie resiste mis encantos —dijo Sirius con algo de alarde.

     —Ya es la segunda vez que nos detiene. Debemos pensar una gran broma, para vengarnos de una forma divertida —expresó James con una sonrisa maliciosa en su rostro.

     —Bueno... Podríamos averiguar sus gustos, sus pasatiempos, sus horarios, etcétera y usarlos para idear una gran broma —comentó Peter haciendo que James y Sirius se miraron desconcertados. Rápidamente agrego —: O podemos ponerle una bomba de gases en su silla, da igual.

     —Wow Colagusano, parece que hoy es tu día —dijo Sirius haciendo que Peter se sonrojara —. ¿Qué piensas Cornamenta?

     —Sí, me parece una gran idea, pero no le digamos nada a Lunático. Él no estará de acuerdo con esto y podría arruinarlo. —Dijo James.

     —Tienes razón. Ahora durmamos, hoy fue un día muy agotador —Comentó Sirius metiéndose en la cama.

     Todos se acostaron y poco a poco fueron quedándose dormidos.

•••

     La mañana siguiente fue muy normal para Mei. Despertó temprano para poder darse una ducha antes de las clases y luego fue al Gran Comedor para el desayuno. Meissa y Shira se sentaron juntas, no habían vuelto a tocar el tema del innombrable, desde la ceremonia de selección. Ahora Meissa tenía otras cosas en mente, y una gran duda invadió su cabeza.

      —¿Por qué cambiaron el horario? Ahora tendremos transformaciones antes de almorzar y herbología como primera clase. Juro que si tengo que transplantar una mandrágora a esta hora, explotare —comentó Mei. Ella detestaba los cambios de último momento, solía tener todo planeado y tener que caminar sus planes la ponía de mal humor.

     —Eso no es lo peor. ¿Acaso viste cuántas clases compartiremos con Gryffindor? Transformaciones, historia de la magia, pociones y adivinación —replicó Shira con enojo. No le caían muy bien los de Gryffindor y su rostro lo gritaba —. No me malinterpretes, no es que todos los de Gryffindor me caigan mal, pero la mayoría son tontos e irresponsable. No sé qué haría si tuviera que hacer un trabajo con alguno.

The Black Love #1 [✔️](Historia Sirius Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora