Lo Que Tanto Dolor Te Causo

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Había transcurrido poco más de cuatro días. El cuadro clínico que presentaba Lucia era un poco deprimente. Los médicos habían dicho que solamente, dejaban su recuperación al tiempo, pues ellos ya habían hecho todo lo que estaba a su alcanza, para que mejorase. Aunque todo indicaba que los esfuerzos hasta ahora habían sido en vano.

Xavier, quien no se había meneado un ápice del cuarto pisó desde el sábado ya entrada la noche, le insistió a Noel que su lugar en estos momentos no era el hospital sino el colegio. Argumentando que, era más que suficiente que él estuviese ahí. Anna por su parte apoyó la iniciativa de Xavier, llevándose consigo a Noel; dejándole solitario en aquella deplorable atmosfera, desde el atardecer del domingo. Esos primeros días, se había mantenido sin pila en su móvil, y con mucho esfuerzo había entablado una pequeña y fugaz amistad con una chica que le había hecho saber que el hospital ya era como su segundo hogar. Pues desde hace más de seis meses se encontraba en aquel lugar. Ella le mostró, con quién y en dónde podía comprar minutos para el móvil y llenar de nuevo su pila si es que eso era lo que necesitaba. Xavier muy agradecido le invitó a almorzar el cuarto día de tan larga espera.

Esa misma tarde siguió el consejo de la chica.

Una hora más tarde, Xavier vio todas las llamadas y los textos que había recibido durante estos días, y que no había podido ver. Varias llamadas eran del número telefónico de su casa, otras más de Noel y unas cuantas de Anna. Los textos por su parte eran muy variados: promocionales, de sus compañeros de facultad, de Armando, de Paul uno de sus compañeros de trabajo, pero de entre todos había uno que resaltó más que los demás.

El texto había llegado poco más del mediodía y, el número que marcaba era el de Ricardo, anquen Xavier no se acordase de el. Xavier le abrió y le leyó:

«Fue muy extraño no habert visto estos dos dias por la U. Qué pasó?».

Fue perturbador para Xavier, pero aun así le contesto al texto.

«Eh estado durante 4 dias en el hospital. Y hasta hoy consgui quien llenara mi pila. Perdon, no debo involucrarte en mis problemas. Gracias por preocuparte».

Le envió y en seguida escribió otro texto:

«An, cuando vengas de nuevo al hospital podrías traerme el transformador del móvil, es caro conseguir pila por acá, Xavi».

Guardó el móvil en el bolsillo izquierdo del jersey y se tumbó cual si fuera un muerto en vida, sobre uno de los banquillos de espera. Cuando de repente el móvil sonó y encendió las luces. Lo sacó nuevamente del jersey y se percató que era otro texto. Le leyó y pronto se dio cuenta que era de Ricardo.

«Te pasó algo? Te puedo ayudar en algo? Si ncesitas pasta, avisame?».

«No te preocupes. Yo estoy bien. Es mi madre quien esta hospitalizada».

Al concluir de escribir el texto cambió el móvil a modo de reunión para que no molestara a los que cómo él, estaban allí en guardia de alguna persona tan importante, como lo era su madre. Se recostó un poco para conciliar un poco de sueño pero otro texto llegó.

«Espero no incomodarte. En que hospital estas? Quisiera estar contigo en estos dificiles momentos».

Avergonzado, Xavier respondió y cerró los ojos. Guardando el móvil, dentro de los bolsillos del pantalón, donde le había tenido durante este tiempo para que no se lo robasen.

Ricardo se sintió mal, al ver que Xavier no le respondió el texto.

Cuando se disponía el ir a la cama, llegó el tan anhelado mensaje. Aquello represento una punzada en la boca del estómago, del chico de piel canela. Para saber que sucedía: Ricardo mandó un segundo texto. Este fue contestado con muchas más rapidez que el primero. La respuesta le impaciento haciéndolo mandar un tercer texto: preguntado en dónde se encontraba. Listo para marchar Ricardo buscó su cartera y vio en su interior: aún tenía un poco de dinero de la semana pasada y lo que su padre le había dado para esta semana. Ricardo tiró el móvil sobre su cama y comenzó a rebuscar en el armario un pantalón una camisa y un jersey. Ya se había enfundado en el pantalón y se encontraba sin camisa cuando llegó el tan anhelado texto.

El sabor de tu piel (gay) -Completa, en corrección-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora