Scorpius siempre ha amado a Rose, incluso cuando ella lo repudiaba, incluso cuando ella solo lo quería, y no entiende por qué, también ahora que lo dejó.
Después de que Rose cancelara todo contacto con Scorpius, y aparentemente con cualquier persona...
(N/A) Para este capítulo va la canción Walking the wire - Imagine Dragons, pero los derechos musicales no permiten reproducirla fuera de YouTube :(
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Rose siente náusea y un escalofrío, que no tienen que ver con que se acaba de aparecer, porque el nudo en la garganta no la ha dejado comer en todo el día, ni con la fresca brisa de esta noche primaveral, porque va tan abrigada que parece que se quedó en invierno. Aun así, se siente desprotegida frente a la enorme Madriguera.
Abre la puerta lo más silenciosamente que puede; ha venido con un objetivo claro, pero no tiene por qué adelantarlo para ese momento; tiene toda una semana por delante para derrumbarse. Avanza hasta el ramal de pasillos, donde todo su sigilo se va al traste al encontrarse de frente con Lucy y Roxanne.
Sus primas callan al verla, y Rox es la primera en recomponerse.
—Rose, pensábamos que tampoco vendrías estas vacaciones.
—¿Y Violet? —interviene Lucy con una sonrisa tensa.
Rose mantiene la mirada en el piso unos segundos, debatiéndose entre decirles la verdad o seguir retrasando su plan.
—No pasa nada si... —comienza Roxanne, probablemente por estar acostumbrada a que su prima haya dejado de ser sociable hace mucho tiempo.
—Violet pasará las vacaciones en casa de su padre —farfulla, elevando la mirada tan lentamente como se llena de valor—, por eso se me hizo de noche, estaba llevando a los niños a la mansión Malfoy.
Ambas mujeres parecen tan desconcertadas, tanto porque les haya contestado como por lo que les contestó, piensa Rose, que ella ve la oportunidad de irse a dormir y dejar las explicaciones para mañana como ha pautado. Pero Rose ya debería estar habituada a que las cosas no le salgan como planea.
—¿Has dicho que estabas en la mansión Malfoy? —pregunta la abuela Molly a espaldas de Rose.
—Eso dijo —comenta Lucy recuperando la sonrisa y pasando a su lado—, buenas noches.
Antes de irse también, Roxanne le pasa una mano por el hombro en señal de apoyo. Rose se gira, decidida a sostenerle la mirada desafiante a su abuela, pero Molly no está vuelta hacia ella, sino que va en dirección a la cocina y le ofrece comer un postre tardío. Rose la sigue, intentando volver a encontrar la seguridad que ha estado reuniendo desde que decidió no ocultar más lo que siente por Scorpius.
Se sienta a la barra de la cocina mientras la abuela pica sendos pedazos de torta de calabaza y se sienta frente a ella luego de servirlos.
—Entonces Violet está con Scorpius y Arturo —comenta la abuela como si hablara del clima—, ¿cómo fue que pasó?
—Nos vimos en Navidad —empieza Rose, su voz apenas audible—, él me dio la oportunidad de explicarle cómo había ocurrido todo en realidad. Los tres han estado pasando juntos los fines de semana después de eso...
