"Seven"

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No creo que la vida se empeñe tanto en hacerme sufrir, Agata me miro. Estábamos sentada en el sofá, ella trataba de que de alguna forma me desahogue que saque esa angustia de una vez, de que me libere.
-Yo creo que no, sabes aveces la vida no es como la imaginamos, nos ponen pruebas, que nos llevan a ser personas fuertes o todo lo contrario. Y creo que la vida ahora te dio una prueba, y en el medio de ella te puso piedra y más piedras en el camino que las fuiste  desviando y así. Tomó mis mano. Así de fuerte y valiente te hizo esa prueba, eso obtuviste y ahora nada ni nadie podrá quitarte eso, y de eso si estoy muy segura.
-tienes razón y creo a pesar de eso no fue tan injusta conmigo al ponerte a ti en mi camino. Gracias, dije con una sonrisa.
-No tienes nada que agradecerme bonita, siempre estate para ti, contesto y se lanzo hacia mi embolciendome en sus brazos. Te quiero dijo por ultimo.
-Yo a ti conteste.
-Venga a descansar que mañana nos toca un dia movido, culmino diciendo. Me ayudo a llevar mis cosas a una habitación y luego ella fue a la suya. Estaba agotada mentalmente. Me cambie y me acoste, pensé que iba a costarme más conciliar el sueño, pero fue todo lo contrario...
El reloj marcaba las 7:30 hora de que haga su presencia la alarma. Me levante, me duche y baje a preparar el desayuno. Seguramente Ágata aun sigue durmiendo, dije dentro mio. Al terminar el mismo ella bajaba.
-Buenos días, me dijo con una gran sonrisa.
-Buenos días conteste, pues mira y dime hace cuanto no desayunas esto.
-ppfff en verdad hace bastante, contesto. Se ve todo rico dijo por ultimo. Desayunamos y luego de unos minutos salimos hacia la Escuelita.

[Raquel] 

6:30 la alarma se hizo presente, me costo levantarme, pero al fin lo hice, me duche tratando así de despertarme un poco más, me aliste y baje a desayunar. Tras unos minutos ya estaba yendo al colegio. Al llegar me esperaba María como de costumbre.
-Yyyyy que tal la cita de anoche, dijo esta un tanto picaro.
-No fue una cita, solo una cena y ya, dije girando mis ojos. Pero nada estuvo bien dije por ultimo. En esto se acerco Sergio a nosotras, saludo y entramos a clase.
Esa mañana se hizo eterna pero por fin salimos. Me despedí de María y fui a casa. Comí y subí a mi habitacion, no tenía mucha tarea asique solo me eche en la cama a esperar para ir a mi clase de gimnasia.
-Raquel, baja que nos vamos, dijo mi madre. Ya era la hora, baje y salimos de casa.
Al llegar salude a mi profesora y fui a buscar como de costumbre mis elementos, fui a mi lugar.
-Hola escucho por detrás, era ella. Gire a mirar.
-Hola conteste con una leve sonrisa, se la veía mejor que ayer.
Ya estaba por arrancar la clase cuando la profesora dice
-Hoy haremos algo diferente a lo que veníamos haciendo, vamos a realizar los mismos ejercicios pero con otra metodología, asique para esta clase van a buscar una compañera, el trabajo se realizara de a dos. Mierda, dije dentro mío, era muy nueva para todo esto quien querría...
-Quieres ser mi compañera, me dijo la pelirroja. La miré y asistí con la cabeza.
La profesora dio todas las indicaciones, asique sin más nos dispusimos a comenzar.
-Perdona pero aun no sé muy bien como realizar algunos ejercicios y aparte tu ya le pones más carga, dije por lo bajo.
-Oye no te preocupes yo te ayudaré, contesto la pelirroja, y la carga es lo de menos, culmino diciendo.
Comenzamos con el trabajo de brazos y luego pasamos a los de piernas, eran lo peor, pero eran los que más me gustaban.
-Mira en la sentadilla tienes que llevar tu cadera hacia atrás sino vas a cargar todo el peso en tus rodillas y te lastimaras, dijo la pelirroja. Así ven, continuo, acercándose a mi. Comencé a ponerme nerviosa pero porque. Se paro a mi lado, mis manos comenzaron a sudar. De esta posición tienes que llevar tu cadera bien hacia atrás y luego haz como que te vas a sentar. Hice lo que me indicaba. Bien ahora lleva más atrás tu cadera. Se acerco más a mi colocándose esta vez por detrás. Apoyo sus manos sobre mi cadera. Un escalofrío apareció de inmediato e invadió mi cuerpo por completo al sentir contacto con ella. Ahí llevas más atrás y comienzas a bajar lento, seguía hablando mientras sus manos seguían ahí y ayudaban a bajar. Perfecto me susurro al odio. Gire levemente mi cabeza, estaba tan cerca mio que pude sentir su respiración.
Al segundo esta saco sus manos de mi cadera y yo volví a mi posición normal, me latía tan rápido el corazón, y no era precisamente por los ejercicios, sino por tenerla tan cerca mio.           
Continuamos con los últimos ejercicios, abdominales y la clase ya se acababa, se terminaba y hasta el lunes no la volvería a tener, pero eso poco me importaba. Lo que inquietaba es que tendría que esperar dos días para volver a ver a la pelirroja.
Terminamos la clase y fuimos a guardar los elementos.
-termine como pude, dije mientras observaba guardar las cosas a la pelirroja.
-Pues yo igual, contesto.
-Tu, dije con una sonrisa. No que para ti seguramente no fue nada y más si te toca una principiante como yo que tienes que andar explicando como...
-me gusto explicarte, me interrumpió, bajo su mirada, se la veía algo... tímida por decirlo así.
-en verdad, largue de una. Y a mi me gusto que me ayudes, dije, haciendo que esta me mire, tomándola así por sorpresa mi respuesta.
Comenzó a acercarse lentamente hacia mi, estábamos prácticamente un metro de distancia.
Cada vez podía ver con más predicción, sus facciones de la cara, sus ojos color verde oscuro, sus pecas que tan bien le quedaban..
-Raquel, me dijo casi susurrando...  

•Eres la persona correcta en el momento equivocado•//RaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora