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[Raquel]

Habíamos llegado a la ultima clase Artística, era una materia linda cuando la profesora venia de buenas, sino joder era horrible.
-Buenas tardes alumnos la clase anterior hemos aprendido como combinar los colores primarios para así formar los secundarios, las gamas de colores y como combinarlo, para esta clase y la que viene harán un dibujo donde en el puedan expresar sus sentimientos, esos colores deben representar tal. Asique sin más manos a la obra, esto lo entregaran la próxima clase asique tómense su tiempo y reflejen en ellos todo lo que sienten.
-Joder susurré, María me miró
-Pasa algo, pregunto esta al ver mi reacción
-Sentimientos justo ahora, pregunte, ni que hubiera sabido que antes de entrar al colegio estábamos hablando de los malditos sentimientos, culmine, saque mi carpeta y mi lápiz de dibujo.
-Yo creo que esto te ayudará, o eso debería, quizás así puedas aclarar lo que te pasa, lo que sientes, yo que vos le agradezco a la profesora, contesto María tras largar una risita.
-Si claro, una tarea fácil, dije girando mis ojos. Quizás tenía razón, quizás esto pueda ayudarme a aclara lo que me pasaba, pero como si ni yo misma se lo que me pasa lo que siento, dije frustrada dentro mio. 
Me dispuse a empezar ese dibujo, trazaba lineas por toda la hoja, la borraba y así, así había pasado 40 minutos sin nada, no sabia que hacer, no sabia como expresar lo que me pasaba.
El timbre si hizo presente. La profesora se despidió y luego salimos. Fui con María solo unas cuadras, las otras volví sola a casa, quería volver caminado y así poder pensar claramente todo, pero se me hizo imposible. En menos de lo que pensé ya estaba en casa,  almorzé y subí a mi habitación, me cambie para mi clase de gimnasia lo unico que quería era ir, ir a esa clase a descargar toda mi energía ahí, y claro que tambien para ver a esa pelirroja.
Una hora había pasado y ya estaba yendo junto a mi madre a esa clase. Llegamos y como de costumbre busque mis elementos y me acomode. Un escalofrío invadió mi cuerpo, gire sin ningún motivo y al gira la vi, vi como se acercaba hacia mi, parecía que venia en cámara lenta, con su botellón en mano y a medida que avanzada su pelo se movía de un lado para el otro.
-Hola Raquel, me dijo con una voz suave y tierna
-Hola, dije entrecortada. La miré y en mi rostro se reflejó una sonrisa, una sonrisa tonta que no pude evitar. Ella también me sonrió. Dejo sus cosas y fue a buscar sus elementos.
La clase comenzó  nos tocó una rutina con ejercicios aeróbicos. Íbamos por la mitad y yo sentía que mis pulmones ya no funcionaba más y mi corazón en cualquier momento iba a salir de mi cuerpo.
-vas bien, me dijo la pelirroja. La mire, realizaba la clase como si nada, joder si que estaba fuera de estado
-Si conteste como pude.
La profesora nos dio un minuto para recuperarnos y volver a empezar, un minuto pero que coño se piensa que soy para recuperarme en ese tiempo dije dentro mío. Lleve mis manos a mis rodillas apoyandome en ellos, y trataba de recuperar mi respiración.
-Sabes que para recuperarte más rápido y para no cansarte tan rápido, hizo señas con sus dedos, debes ayudarte con la respiración dijo la pelirroja, tras llevar su botellón a la boca y beber de el. Volví a mi posición y la mire.
-Tienes que tomar aire por la nariz y exhalar por la boca, volvió a decir, inténtalo, respira conmigo. Toma aire por la nariz. La copie, tome aire por mi nariz y fui exhalando lento junto a ella. Vamos de nuevo, dijo. Repetimos unas tres veces lo mismo.
-Y que tal? Pregunto
-Mucho, mucho mejor respondí, gracias dije
-No es nada contesto mirándome a los ojos y en su rostro se reflejo una sonrisa. Yo también la mire, no sabia muy bien que hacia pero se sentía bien mirarla, mirar esos ojos verdes oscuros, me daba tanta tranquilidad.
-Bueno, fue suficiente el descanso, volvemos a empezar dijo la profesora y volvió a poner la musica.
Eso hizo que nuestras miradas se corten y vuelva cada una a su lugar. Continuamos la clase. Inhalar y exhalar Raquel  me repetía una y otra vez en la cabeza, y en verdad funcionó no termine tan cansada o quizás si y no me había dado cuenta ya que toda mi atención en el resto de la clase fue a parar directamente en esa chica de cabello rojo.
Fuimos juntas a guardar los elementos, o mejor dicho al mismo tiempo.
-estuviste mucho mejor, dijo la pelirroja rompiendo ese silencio.
-Si, gracias a tu técnica dije tras largar una risita, una risa nerviosa.
-Pues una técnica sencilla que siempre funciona.
-Raquel enseguida vuelvo dijo mi madre dirigiéndose al baño. Gire a colocar los discos en su lugar cuando mi mano roso con la de Alicia ahí se hizo presente esas mariposas en el estomago que María me había dicho, tontas mariposas. Su mano tan blanca y su piel era tan suave. Ninguna de las dos atino a quitar su mano, todo lo contrario seguían así, sintiendo ese pequeño rose. Levante mi mirada hacia el rostro de alicia, ella me estaba mirando, mirando mi reacción, si quitaba o no mi mano de ahí, y yo no lo iba a hacer, se sentía bien su piel suave junto a la mia. Pero ahí estaba otra vez ese juego de miradas, yo trataba de decirle que no se quitara que se quedara así unos segundos más, pero fue en vano o quizás sacar su mano a tiempo hizo que me pueda despedir de ella. Mi madre se estaba acercando nuevamente, saludo a Alicia y se presento, nunca tuvo la oportunidad de hacerlo, aunque todos los días se crucen en la clase.
-Tu eres profesora de gimnasia o algo de eso pregunto mi madre, la mire un poco nerviosa a que se debía esa pregunta.
-No, bueno soy profesora pero de Artes, contesto Alicia.
-Aahh mira que bien, contesto mi madre, Raquel quizas te pueda ayudar con tu trabajo volvió a decir, puedes le pregunto.
-Claro que si, contestó Alicia. En camino al gimnasio le había contado a mi madre que debía realizar un dibujo y que en toda la clase no logre hacer nada, pero nunca pensé que fuera a pedirle a Alicia que me ayude, nunca pensé que fuera a hablar con ella para ser verdad.
-Te doy mi numero dijo esta vez mirándome, tu me escribes cuando tengas tiempo, yo te paso la dirección de la escuelita y pues nada te vienes y te ayudo, te parece? Pregunto y esta vez su mirada fue a parar a mi madre. Ella asistió con un gesto de aprobación
-Vale, gracias dije  trate de no mostrarme nerviosa pero por dentro moría.
-Vale Alicia, gracias dijo mi madre extendiendo su mano para saludarla. Esta hizo lo mismo.
-Hasta luego contesto la pelirroja. La mire y la sonreí, ella me respondió también con una sonrisa
-Chau me dijo susurrando, me guiño el ojo y se retiro del lugar.
Por primera vez quería agradecer a mi madre que le haya pedido ayuda a Alicia, pero en realidad no entendí muy bien hace unos días no quería ni que me acerque a ella y ahora... ya, ya para Raquel, dije dentro mío, esta feliz y a la ves desconcertada.      

•Eres la persona correcta en el momento equivocado•//RaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora