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Ya estaba amaneciendo y la gente comenzaba a irse lentamente, busque a María por toda la casa, hasta que la encontré durmiendo con Andrés, no pude evitar sonreír al verlos así, pero joder era la dueña de la casa y estaba durmiendo maldita sea. 
Baje a chequear toda la casa nuevamente, ya no había nadie solo un desastre infernal, que santa madre de dios lo que le esperaba a María, y bueno a mí.
 
Eran las once de la mañana, los padre de Maria no tardarían en llegar.
-apurate cerda, dije desde abajo observando por la ventana
-ya, ya estoy Raquelita, dijo María bajando las escaleras como si no hubiera un mañana. Gracias por ayudarme a limpiar.
-si claro, conteste sarcástica, me debes.. hice un pausa. Y por la cabeza se me cruzo todas las veces que esta chica me había ayudado a mi para poder verme con Alicia, claro estaba que  no me debía nada, todo lo contrario.
-qué? Pregunto picara.
-Nada pequeña. La mire y sonreí. Me debe un beso, ven, dije apuntando con mi dedo incide mi mejilla.
Los padres de María llegaron justo al mismo tiempo que llego mi madre. Me despedí de ellos y subí al coche.
El camino a casa fue llevadero la relación con mi madre mejoraba dia a dia aunque yo no compartía ciertos criterios de ella, aunque no perdía las esperanzas de que alguin dia pueda llegar a cambiar.
Cuando llegue a casa me duche y me acosté, estaba cansada y aunque la noche anterior no había tomado mucho, se hacía notar causando sueño.  
 
El sonido de mi celular me despertó, mire la hora eran las cinco de la tarde, cogí el móvil, en la pantalla mostraba varios mensajes de “Alicia”. “buenos días preciosa” a la hora “está todo bien”, “Raquel?”, fue el último mensaje. La llame de inmediato.
-Raquel, escucho desde el otro lado de la línea, su voz calidad y suave causo escalofrío en todo mi cuerpo.
-pecas. Costeste con un susurro, me volvi a recostar en la cama y cerré mis ojos disfrutando aun mas su voz. 
-cariño esta todo bien ahí, volvió a preguntar.
-si lo siento, mi móvil quedo sin batería y pues cuando llegue a casa me acoste a dormir, lo siento
- esta bien cariño,  pensé que te había pasado algo, contesto.
-estoy bien pecas, dije y un suspiro salió de ella. Esta noche nos vemos? Volví a preguntar un tanto ilusionada   
-claro cariño, nos vemos esta noche, paso por ti a las ocho te parece?
-claro, conteste. Pecas, volví a decir antes de colgar, te amo.
-yo a ti amor, contesto. Y una sonrisa tonta se reflejó en mi rostro.
 
 

[Alicia]

Mire mi reloj, eran las ocho, tenía pensado decir a Raquel para cenar en casa y que pueda conocer a Ágata.
Al llegar me estaba esperando en la puerta como siempre.
-hola, me dijo con una gran sonrisa al entrar al coche. La mire también con una sonrisa. Me incline hacia ella y deje un corto beso en sus labios.
-hola, susurre en ellos. Ella llevo su mano a mi nuca y volvió a juntar sus labios con los míos formando esta vez un beso más largo e intenso. Nos separamos a falta de aire 
-te extrañe, me volvió a decir. Me acaricio en brazo  y junto su mano con la mía apoyándola en su pierna.
- yo también y mucho, conteste sin quitar la vista de ella.
Puse en marcha el coche y en camino le propuse la idea.
-cariño te parece cenar en casa, con Ágata, quite apenas la vista de la carretera y la mira, me estaba mirando atentamente. Me encantaría que se conozcan un poco más, culmine.
-claro pecas, contesto y me apretó levemente mi mano, haciéndome saber que todo estaba bien. Me alivie al escucharla. En verdad no estaba muy convencida en que aceptara.

Al llegar a casa Ágata nos estaba esperando con la comida prácticamente lista.
-hola bonita, dijo esta aun revolviendo la comida.
-hola, saludo Raquel algo tímida. Si bien ya se conocían nunca llegaron a establecer una conversación.
Deje a ellas en la cocina mientras yo fui a preparar la mesa.

La cena salió un éxito, Ágata y Raquel se entendían a la perfección,  me alegraba tanto que mi mejor amiga, mi hermana y el amor de mi vida se llevasen bien, era un mimo al alma.
Ágata se despidió y salió de la casa, al menos por unas horas.
-ven cariño, le dije extendiendo mi mano. Ella la cogio y fuimos a la sala. Siéntate, volví a decir iré a buscar nuestro postre favorito.
-tienes mis gustos preferidos, dijo llevando la cuchara a la boca.
-claro, dije con una sonrisa victoriosa. Y cuéntame, que tal la pasaste anoche. Me miro sorprendida.
-mmm bien, respondió no muy convencida.
-eres muy transparente cariño, paso algo? Volví a preguntar. Ella comenzó a reír.
- no, bueno solo que mi mejor amiga me dejo bailando sola por estar con su novio. Volvió a reír.
-mmm claro. Antes de que pueda decir otra palabra sus labios estaban sobre los míos. Se acerco más a mi y me envolvió en sus brazos, acaricie su mejilla y lleve mis manos a su cintura, pegandola aun más a mi.
-te amo, susurro en mis labios...         

•Eres la persona correcta en el momento equivocado•//RaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora