"16"

122 11 6
                                    

Cada vez era más nítida la imagen, su silueta, acercándose a mi, era ella. -Raquel- dije entendiendo mi mano para sujetar la suya. Pero desapareció.
Me senté de repente en la cama cuando la alarma comenzó a sonar.
-Joder, susurre, llevando mi mano a mi cara, quite mi pelo de esta y me levante. Era un sueño, un maldito sueño Alicia, dije por mis adentro, mientras iba por una ducha de agua fria.



[Raquel]

Ya era la ultima clase, Artística debía presentar mi dibujo, estaba tranquila, pero dentro mío llevaba una sensación pesada, inquietante, y si no entiende, me dije dentro mío, pero poco duro mis pensamientos. La profesora había llamado por mi apellido para que me haga presente en su escritorio. Deje el dibujo sobre este y me aleje apenas unos centímetros. La mire, ella observaba detenidamente, levanto su vista y quito sus gafas.
-Murillo dijo algo cortante y seca, su rostro no reflejaba absolutamente nada. Trague saliva y conteste
-Si, dije sin quitar la vista de ella.
-esto, hizo una pausa, esto es precioso, volvió a decir. Un suspiro en forma de alivio salió de mi. No podía creerlo, le había gustado y mira que tendrá gustos raros.   
-Gracias, conteste aliviada, con una sonrisa en mi rostro.
-puedes sentarte, esto me lo dejas aquí. Dejo el dibujo sobre su escritorio y yo volví a mi lugar. Estaba muy contesta, todo se lo debo a Alicia, dije por mis adentro.
-por tu sonrisa, te ha ido de maravillas, dijo María
-Pues si, respondí.
-Te lo dije tonta, volvió a decir, también muy contenta.

La clase había terminado, ya estaba en camino a casa. Al llegar le conté a mi madre como me había ido. Almorzamos y subí a mi habitación a cambiarme.
Esta vez baje sin que mi madre me llame, tenía tantas ganas de ir y de contarle a Alicia que me había ido bien, que tenía razón. 
Salimos de casa en camino al gimnasio.
-Raquel, que te parece si invitamos a Alicia a cenar a casa, dijo mi madre. La mire sorprendida, no me lo esperaba para nada.
-si claro, conteste con la misma reacción en mi rostro.
Llegamos al gimnasio, mire a mi alrededor, Alicia aun no llegaba, deje mis cosas y fui a buscar mis elementos. Al girar vi a mi madre con Alicia, pero en que momento llegó dije dentro mío. Me acerque a ellas, estaban hablando de mi.
-Hola dije al ponerme junto a mi madre.
-Hola me respondió ella con una sonrisa. Me ha dicho tu madre que te fue bien.
-Si, super, conteste con una gran sonrisa. Quería saltar y abrazarla pero no, no podía.
-Y por todo lo que le has ayudado a ella, comenzó a hablar mi madre, queríamos invitarte a cenar.
-No tienen nada que agradecerme, dijo la pelirroja
-Si que si, dije yo evitando que Alicia se negara
-Te parece esta noche a las 9? Pregunto mi madre.
-Mmmm pues si me parece bien. Sonreí al escuchar su respuesta.
Luego de una hora terminamos la clase, guardamos las cosas y nos despedimos de Alicia.
Quería que llegue la hora y poder verla devuelta. Salimos del gimnasio y fuimos de compra, para la cena de esta noche. Llegamos a casa y me dispuse a ayudar a mi madre con todo. Luego de eso subí a mi habitación y me duche.
Faltaba una hora, no sabia que ponerme, pero como íbamos a estar en casa opte por algo cómodo, unos jeans azules, un top negro y unas convers blancas. Alice mi pelo, me puse algo de base y un labial de glitters en los labios.
El timbre se hizo presente
-voy yo dije mientras bajaba las escaleras.
-Hola, me dijo una voz suave y tierna. La miré estaba hermosa con unos pantalones negros suelto y una camisa color verde musgo, y sus labios, sus labios rojo pasión combinaba a la perfección con sus pecas.
-Hola, dije entrecortada, adelante pasa, volví a decir quitandome de la puerta. Ven, pasa por aquí. Lleve a Alicia al comedor, ahí estaba mi madre terminando de arreglar todo.
-Buenas noches, saludo esta.
-Hola Alicia, que guapa estas, contesto mi madre. Ponte cómoda, que la comida en 5 minutos esta.
-Gracias, aahh traje esto, dijo la pelirroja, es para que brindemos por lo bien que te ha ido no? Pozo su mirada en mi. Es uno de mis vinos favorito, culmino diciendo.
-Vale, gracias, no te hubieras molestado contesto mi madre.
Nos sentamos y nos pusimos a hablar un poco de las clases y otro de la reacción de mi profesora al ver el dibujo. Habíamos pasado hora comiendo y hablando. Se acercaba el momento del postre, en ese momento el móvil de mi madre comenzó a sonar.
-Joder, vale voy para alla, dijo esta y colgó la llamada. Me van a tener que disculpar pero problemas en el trabajo volvió a decir escogiéndose de hombro, pero hija tu sirve el postre, que de seguro no tardo mucho. Cogio sus cosas y salió de casa.
-Siempre es así, dije mirando a la puerta, la llaman y se va.
-Ya pero seguro fue algo urgente por eso tuvo que irse, tranquila ya volverá, contesto la pelirroja.
-ya, bueno que ahora serviré el postre y te encantará, dije levantandome de mi lugar 
-aahh si? Contesto la pelirroja tras largar una risa
-Pues si, lo he hecho yo, conteste.
-aaahhh mira, dijo algo sorprendida, entonces estoy segura de que me encantara, contesto. La mire de reojo seguía con esa sonrisa. Mis mejillas comenzaron a ponerse rojas al escuchar eso.
-Te ayudo? Pregunto
-No es necesario, dije, pero fue en vano, comenzó a acercarse a mi y cogio los platos donde iba a servir.
-antes de servirte tienes que probar, dije extendiendo una cuchara llevándola a su boca. Esta mi miró pero no se negó en ningún momento, llevo su mano junto a la mia y comenzó a abrir su boca lentamente.
-Mmmmm esta delicioso, dijo esta al probarlo
-Mmmjjjjjmm, ya lo sabia, conteste en forma de victoria. Pues ahora si te serviré. Volví a coger la  cuchara, pero al hacerlo se me cayó. Alicia y yo bajamos al mismo tiempo en busca de esa cuchara, pero lo me menos hicimos fue cogerla, nuestras miradas tomaron poder, estábamos a unos pocos centímetros, no nos dijimos nada, solo nos miramos, observaba esos ojos verdes oscuros, hasta que logré desconectame de sus ojos, y mi vista fue a parar directamente a su labio, ese rojo pasión seguía intacto. Ella comenzó a acercarse lentamente más a mi; esta vez podía sentir su respiración tan tranquila, mientras que la mia comenzaba a acelerarse poco a poco. Volví a levantar la vista pozandome una vez más en sus ojos, cuando fue ahí que se acerco aun más al punto juntar nuestros labios. Nunca había besado una mujer, creía que era la mismo que besar a un chico, pero no, los labios de alicia eran tan suaves y con gusto al chocolate que acababa de comer, era tan lindo y se sentía tan bien que me quería ahí una eternidad. Cerré mis ojos y comencé a disfrutarlo cada vez más. Cuando de repente se separo.
-Lo siento yo... se paro y llevo su mano a la cabeza. Yo..
Tome la misma posición que ella y la volví a besar, quería hacerle saber que me había gustado y que no se debía lamentar por nada. Sin cortar el beso lleve una de mis manos a la cabeza de Alicia, la otra estaba apoyada sobre su hombro. Mientras que Alicia bajo sus manos a mi cintura, haciendo así que me pegue aun más a su cuerpo. La falta de aire nos había separado. La miré ella estaba sonriendo, pero en sus ojos podía ver preocupación.
-Tranquila, susurre, mientras acaricia un mechon de pelo que caía sobre su hombro.
En ese momento escuchamos que la puesta se abría.
-Estoy devuelta dijo mi madre, mientras se acercaba hacia donde estábamos nosotras...  

•Eres la persona correcta en el momento equivocado•//RaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora