Clary se levantó, del otro lado del cuarto, Alec temblaba en su sueño. Vio como Magnus se levantaba y abrazaba al omega fuertemente, susurrándole cosas al oído. Alec no se despertó, pero se acomodó contra el cuello de Magnus.
Magnus notó a Clary, quien estaba en el sillón de su recamara en su cuarto.
– ¿Cómo llegué aquí? – Magnus preguntó, confundido. Recordaba el cuchillo, a Alec matando a Valentine y luego nada. Clary le explicó todo.
– Nunca había visto a Alec así, estaba muy preocupado. Si algo te hubiera pasado no se que hubiera sido de él. Estaba destruido. Gracias al ángel que Cat llegó justo a tiempo, – Clary le explicó.
– ¿Él está bien? ¿Nuestros bebés? – Magnus preguntó preocupado, viendo a su mate y acariciando su pancita.
– Están bien, Magnus. Les revisé después de terminar contigo. ¿Cómo estás? – Cat le preguntó, entrando a la habitación, ya recuperada de su magia.
Alec se removió en su regazo. – ¿Alexander? – Magnus le preguntó preocupado, sintiendo por su lazo miedo y desolación. Tenía que despertarle. – Alexander, despierta amor. Es solo un sueño, – dijo más fuerte.
– ¡Magnus! – Alec gritó, levantándose de la cama rápidamente y mirando a todos en shock.
Todos le veían igual de sorprendidos. Hasta que Alec miró a Magnus, y se lanzó a abrazarle, metiendo su cara en su cuello.
– Shh, está bien amor, – Magnus le susurró. – Estoy bien, te lo prometo, solo no llores. Te amo. –
– Magnus, estaba tan asustado, – Alec le susurró, subiéndose a su regazo. – Pensé que te perdía, –
Alec se veía un poco pálido, pero sano. Escucharon un gritó y Clary corrió al baño, tapándose la boca. Alec odiaba que su parabatai sufriera por él. Le explicaron lo que pasaba a una confundida Catarina, quien acompañó a Clary al baño.
– ¿Quieres desayunar? Necesitamos alimentar a nuestros garbancitos, – Magnus le dijo a su omega, sabiendo que Alec estaría hambriento. Algo que confirmó cuando Alec saltó de la cama. – Está bien, amor, ya vamos, –
– Ya no son garbancitos, Cat dijo que ya son del tamaño de una manzana, – dijo Alec, mientras a jalaba a Magnus hasta la cocina.
Al llegar, Magnus se hincó, le alzó la playera a Alec y besó su pancita.
– ¿Qué haces? – Alec rio, sintiendo cosquillas.
– Estoy hablando con nuestros bebés, – Magnus respondió, susurrando cosas entre besos.
Magnus se levantó, abrazando a Alec y entrando a la cocina, que estaba llena de gente desayunando. Se sentó con su mate en una silla. Alec no dejaba de acariciar su pancita.
– ¿Qué quieres, amor? – Magnus le preguntó a su omega, viéndolo con adoración. Todos les veían igual.
– Fresas, café y chocolate, por favor, – Alec sonrió al ver como aparecía su plato con todo combinado, y a su lado un bote de salsa. Comenzó a comer como si no hubiera comido en años.
– ¿Qué hace? – Jocelyn preguntó, viendo la más asquerosa combinación de comida. Kadir le veía igual. Ya le habían explicado lo que era Alec, así que preguntó. – ¿Está embarazado? –
– Shiii, – Alec contestó, llevándose otra gran cucharada de comida y haciendo soniditos de gusto. No notó como todos dejaban de comer asqueados.
En ese momento llegó Clary, pálida, se sentó al lado de Jace y Alec, y comenzó a comer del huevo con tocino.
– Entonces, ¿qué pasó ayer? – Clary preguntó, mientras comía, y también se acababa el plato que Jace había dejado a medio comer.
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El Ultimo Omega (Malec AU)
FanfictionLos omegas masculinos ya no existían. Él último había muerto hace 200 años. Entonces, ¿por qué Alec Lightwood reconoce a un hermoso Alfa Brujo como su alma gemela a un nivel tan profundo? Y ¿cómo es que Magnus Bane le hace sentir tan seguro cuando t...