Voy a curarte el alma en duelo, voy a dejarte como nuevo
Y todo va a pasar, pronto verás el sol brillar
Tú más que nadie merece ser feliz...
Alec escucha el sonido de un arrastre de pies detrás de él. Se da la vuelta en posición defensiva y parándose de puntillas. Ni siquiera recuerda el cuchillo en su bolsillo, solo levanta las mano en frente de él.
Su corazón late a gran velocidad y por un segundo sus ojos escanean la oscura habitación. Finalmente logra ver donde está, activando su visión nocturna. Y darse cuenta donde está le detiene el corazón. Un frío espasmo le recorre. ¡No! ¡Aquí no, por favor! Piensa para él.
Mira alrededor sabiendo que ella debe estar ahí, y finalmente capta un movimiento con su vista periférica. Ella sale por detrás de uno de los pilares del sótano, viéndole con mirada de desprecio y burla.
Ella nota el movimiento cuando Alec intenta, sutilmente, limpiar el sudor de sus palmas.
– Te advertí lo que pasaría, ¿cierto, Alec? – ella suelta con sorna, mientras se acerca hacía la poca luz.
Una pequeña parte de su cerebro registra que ella ya no se inclina al verle, ¿cómo si tuvieran la misma altura?
– Quizá necesitas pasar más tiempo con el Escurridizo Pete, ¿necesitas recordar las consecuencias de tus actos de nuevo? Quizá podamos encontrarte un vestido a juego, ¿eso es lo que quieres, Alec? – ella le grita, arrastrándole hacía las escaleras.
Magnus abre los ojos, parpadeando perezosamente, con una pequeña sonrisa. Puede sentir a Alec moviéndose entre sus brazos. Mmm, ¿su pequeño cazador está listo para una segunda ronda? Se preguntó.
Magnus cerró los ojos, sintiendo el cuerpo de Alec girar en sus brazos, pero al inhalar su esencia siente... miedo. Magnus abre rápidamente los ojos y prende la lámpara con un chasquido de dedos. Parpadea varias veces, sintiendo el tembloroso cuerpo a su lado.
– No, mami, por favor, no de nuevo. No era mi intención. Por favor, seré bueno, por favor, –
Alec llorando en sueño, rompió el corazón de Magnus y al mismo tiempo lo lleno de furia. ¡Mierda! Estaba teniendo una pesadilla, Magnus supo. Tomó la muñeca de Alec, intentando confortarlo y despertarlo.
– Alexander, – Magnus gritó, tratando de que le escuchara sobre sus sollozos. – Alexander, despierta, cariño. Estás teniendo una pesadilla, – gritó de nuevo.
Alec abrió los ojos cuando escuchó una voz en su sueño. Su cuerpo entero temblaba, acostado en la cama. Comenzó a temblar aun más cuando sintió una mano en su muñeca, sacando un largo sollozo al recordad donde estaba.
Alec inhaló la esencia del Alfa y al mirarle a los ojos vio un verde dorado lleno de preocupación.
Alec se dejó caer sobre la esencia de Magnus, sollozando sobre su pecho. Casi no podía respirar al recordar el miedo y dolor que sintió. Era demasiado. ¿Por qué tenia que pasarle eso después de haber pasado la mejor experiencia de su vida? ¡Su pasado arruinaba todo!
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El Ultimo Omega (Malec AU)
FanficLos omegas masculinos ya no existían. Él último había muerto hace 200 años. Entonces, ¿por qué Alec Lightwood reconoce a un hermoso Alfa Brujo como su alma gemela a un nivel tan profundo? Y ¿cómo es que Magnus Bane le hace sentir tan seguro cuando t...