Capítulo 12. El Lazo

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Common love isn't for us, we created something phenomenal
Don't you agree?



Magnus chasqueó sus dedos, llenando la bañera con agua fría y aceite de lavanda. Se giró hacia su mate. – Alexander, cariño, ¿qué te parece un baño frío? – preguntó Magnus, recargando su frente contra la de Alec.

Alec brincó al sentir el toque de Magnus, prácticamente brincando contra su cuerpo. – Magnus, ¿qué me pasa? – preguntó, era difícil pensar, todo lo que quería era a su alfa, ¡Y estaba muy caliente!

Magnus tomó a su omega y lo cargó hacía la tina, removiendo lentamente su ropa.

– Está bien cariño. No te voy a dejar. Solo es un baño frio juntos, ¿okey? – Magnus le aseguró, sabiendo que Alec no soportaría que ahorita se alejada.

Alec solo asintió, metiéndose a la frio agua, que se sentía deliciosa contra su piel caliente. El aceite le ayudó a relajarse y poder pensar un poco más claro sobre lo que estaba haciendo. Haciendo que sus mejillas se pintaran de rosa como Magnus las amaba.

– Lo siento, Magnus. No se que me pasa. No puedo controlarlo, ¿siempre será así? ¿un deseo incontenible? – Alec susurró, mirando al brujo.

– No te disculpes, amor, es completamente natural, – Magnus le dio un dulce beso, comenzando a lavar lentamente el cuerpo de Alec.

– Pero la forma en la que actué frente a mi familia, como si no me importara que estuvieran aquí– Alec susurró, escondiendo su rostro entre sus manos.

– Para la próxima estaremos preparados, podemos aproximar cuando serán tus celos, – le aseguró a Alec, masajeando sus hombros, y haciendo que este se derritiera contra él. Anhelaba el contacto con Magnus.

– ¿podemos... Podemos...? – Alec tartamudeó, colocándose sobre el regazo de Magnus, pero avergonzado, sin saber bien como pedirlo. – ¿Esto esta bien? –

– Por supuesto, amor, – Magnus contestó, tomando su rostro entre sus manos. – No tienes anda de que avergonzarte. Solo somos nosotros, y nunca debes avergonzarte frente a mi, ¿Qué necesitas? –

– A ti, alfa, te necesito dentro de mi, – dijo Alec, robándole un beso, lento pero intenso, invadiendo su boca. Al separarse Alec jadeaba por aire.

Alec le jaló a la tina junto con él. No podía esperar más. Su entrada se sentía vacía y comenzaba a sentirse húmeda.

– Magnus, ¿Qué es esto? – le preguntó al brujo, preocupado por la humedad en su entrada.

Al verle, noto como las pupilas de Magnus se dilataban, podía notar su respiración errática, como si intentara contenerse. ¡Diablos, Magnus le calentaba demasiado!

– Se llama lubricante, cariño, – Magnus gimió, – Es la forma en la que tu cuerpo se prepara para tu alfa. Se prepara para mi nudo, – continuó, observando como Alec tomaba su miembro entre sus manos.

Alec no podía detenerse. La voz llena de deseo de Magnus le hacía cosas a su cuerpo. Y antes de darse cuenta, ya se estaba masturbando frente a su alfa. Quería demasiado sentirle dentro.

Magnus vio la forma en la que Alec se tocaba. Su mate era demasiado tentador. Se quedó viendo como Alec se exploraba a si mismo, no queriendo interrumpirle, para que Alec se sintiera cómodo consigo mismo. Además, estaba disfrutando el espectáculo, no podía quitar los ojos de su omega.

Las sensaciones que Alec estaba sintiendo eran increíbles, la necesidad era demasiado, por lo que rozó sus propios dedos contra su entrada, casi perdiendo el aliento. Pero no era suficiente, quería a su alfa.

El Ultimo Omega (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora