Amantes De Tinta

Si me preguntas a mí, este no es el fin de los amantes.

XLV

20 de Enero de 2020

Una sensación de hormigueo se quedó en mis labios luego de ese beso. Tuve que obligarme a respirar en serio o me desmayaría de nuevo. Me apoyé en su hombro y pasamos el resto de la tarde hablando de cosas, de gustos, de aficiones. Yo no quería despegarme de su lado por lo que cuando volvimos al hotel lo invité a pasar a mi cuarto. Lorena estaba empollando su huevo en mi almohada por lo que suspiré y la llevé con todo y almohada al baño.

-Lorena puso un huevo, por cierto- exclamé -Voy a decir que es un huevo de la suerte-

Estar allí solos me hizo estar algo nervioso, pero Lio Zhan fue en todo momento tan dulce y respetuoso. Incluso acostados en la cama ambos, solo nos mirábamos a cierta distancia. Quería besarlo de nuevo, acariciar su rostro, tocar su piel, pero el temor de que solo fuera un sueño me invadió.

-Siento que esto es muy irreal- exclamé con el corazón agitado -Todo es demasiado rápido, demasiado intenso... como si a pesar de todo, algo en mi sintiera una conexión-

XLIV

20 de Enero de 2020 

Tener aquellos labios tan dulces entre los míos, fue como haber descubierto una especie de ambrosía de los dioses. La sensación era tan divina que no podía creer que nunca hubiera probado algo similar en toda mi vida. Ni siquiera en un sueño puede llegar imaginar algo tan... Diablos. El resto de la tarde incluso reír para mí pensando en el amor que describía el duque ¿Qué hubiera dicho él si alguna vez probase los labios de su amor? ¿Podría él describir entonces la euforia de mi corazón? Dios, sentí pena porque nunca pudo gozar de tan espléndido placer. Placer del que quería más, pero tuve que ejercer cierta fuerza de voluntad en mí para llevar las cosas con un poco de calma. Tampoco quería asustar al pelinegro o algo por el estilo.

Por supuesto, cuando regresamos y este me invitó a pasar a su habitación, ni siquiera pensé que negarme. Solo fui detrás de él obedientemente. Todavía me parecía demasiado extraño y curioso que tuviera aquella gallina, y que además tuviera un huevo ¿Qué clase de situación era esa? Sin embargo, cuando los dos nos recostamos en la cama, uno frente al otro, la tensión volvió. Incluso se podía sentir un poco de algo que no terminaba de ser incomodidad, y aun así los dos nos manteníamos ahí mirándonos como si estuviéramos dudando de volver a tocarnos, o... De tener otro beso.

Brais habló entre el silencio que nos envolvía y yo le regale una sonrisa suave y pequeña. En realidad, lo entendía. Incluso sentía que no se trataba de mí. Era extraño, irreal, fantasioso.

-Sí, así es- susurré mientras mis ojos lo recorrían -Pero si es así, no quiero despertar. No ahora- casi con temor acerqué mi mano a su rostro. Por alguna razón, ese gesto se sentía demasiado familiar. Podía volverme adicto a lo que sea que fuera esto -Siento que estoy en una especie de novela o algo por el estilo. Pero no importa. Creo que cualquiera podría decirme que enloquecí, pero tampoco me interesa- acaricié su mejilla y suspiré mientras mi respiración se volvía pesada -Si soy honesto, creo que eres la única que persona que he conocido, que tiene control sobre mí- y yo realmente no podía dejar de mirar sus labios.

XLIII

Mi corazón no podía dejar de latir acelerado y más cuando sentía que Lio me devoraba con la mirada. Mi mente dejó de pensar por un segundo y lentamente me acerqué a Lio. Gateé un poco sobre él y volví a besarlo muy lentamente. Todo mi cuerpo se erizó ante el contacto de nuestros labios y un pequeño jadeo se me escapó.

-Wow, esto en serio sigue sintiéndose irreal- dejé una suave mordida en su cuello y me recargué sobre mis manos para no soltar mi peso sobre él -De saber que te irías mañana te hubiera dicho todo antes-