La raza antigua

La mitad del camino.

Por fin pude abrir los ojos, mis brazos estaban amarrados con la camisa de fuerza, mis pies estaban amarrados a la cama, así como también mi cuerpo, lo único libre era mi cabeza que estaba amordazada, estaba en una habitación acolchonada, finalmente había hecho que me encerraran como a un loco, pienso que era lo mejor, esas malditas alucinaciones que veía, esas cosas que se presentaban ante mí, solo espero que aquellos que me encerraron aquí puedan hacer algo por mis sueños, o que esos mismos sueños no me hicieran que quedara completamente irreconocible y ya no supiera ni mi nombre, de verdad temía que eso pasara, la única salida posible que había estado pensando ya no la podía hacer debido a mis ataduras, no quería correr el riesgo de salir de este lugar, no se cuantos días llevaba aquí pero sin lugar a dudas me sentía más tranquilo, mi mente estaba más tranquila, hasta el momento ninguna voz me ha hablado, unas pequeñas manchas apenas perceptibles estaban el techo de aquella habitación, no había nada más que el acolchonado del lugar, mi cama en la que estaba postrado no la sentía incomoda, voltee mis ojos para ver si llegaba alguien tras la puerta y ver que ya tomaba conciencia, y no apareció nadie, mire de nuevo aquella mancha extraña, pensé que era ya de suciedad, ¿cuántas personas habrán estado en este lugar? ¿esas mismas personas que lo que supuse era un hospital psiquiátrico pudieran ver lo que está oculto y por eso están todos locos?

¿Qué oscuros secretos se encuentran ocultos durante todo este tiempo? ¿qué se encontraba guardado durante los eones del tiempo? ¿habrá algunos seres tan poderosos que están inalcanzables a mi comprensión? Si tan solo ver aquellas cosas que me parecieron terribles, con un tremendo poder y temor a su vez, si de verdad existiera algo así, no me quiero imaginar si existiera la posibilidad de que algo tuviera más increíble poder, que tan con solo un leve pensamiento pudiera desvanecer a un humano, o que tan solo un movimiento pudieran extinguir a la humanidad ¿pero por qué algo de tan inenarrable poder se molestaría con nosotros los humanos, insignificantes ante ellos, seríamos como una cucarachas tan fácil de matar con un simple pisotón? Realmente si tuviéramos el mínimo conocimiento de aquellos que están ocultos en lo más recóndito del mundo, ¿pudiéramos hacer frente ante ellos? ¿estarían esperando con ansias su esperado regreso desde las profundidades de la tierra, o tal vez de otra galaxia? ¿Habrá alguna raza antigua que haya colonizado la tierra en sus inicios y hayan convivido con los primeros humanos quien no comprendían de la magnitud de sus poderes? ¿qué forma tendrían aquellas divinidades?

Seguí viendo aquella mancha que cada segundo que pasara se hacia cada vez más grande, primero era un diminuto color apenas perceptible, ahora era más grande, tal vez de unos treinta centímetros de ancho y largo, tenía hoyos haciendo que se formara una figura peculiar, se movía lento, pensé que era una boca tratando de decir algo, trate de poner la mayor atención a lo que me trataba de decir, de cualquier forma no tenia otra cosa que hacer, identifique una letra, o esa mancha quiso que viera, M, después fue una P...

Abrieron la puerta, era un hombre que vestía una bata blanca, unos pantalones color caqui, con una camisa negra, la mujer parecía una enfermera, entonces el hombre debería ser el doctor que me ha estado tratando, su voz era juvenil y hablaba un poco rápido, la mujer solo se dedicaba a verme con curiosidad infinita y en ocasiones cuando hablaba sonreía de manera asertiva, primero ella me quito la mordaza que tenía, estaba adormecida y dolía, tarde varios minutos para que pudiera hablar.

El Doc. Fue el primero que hablo en aquella habitación—¿Recuerdas cual es tu nombre, que lugar es este?

Trate de pensar—no, no recuerdo absolutamente nada, solo recuerdo que me encontraba en la sala de interrogación de la policía, no se cuantos días paso de eso, y por como estoy amarrado y esta habitación acolchonada, es un hospital psiquiátrico.

Es correcto, estás en un hospital—dijo él de forma pasiva—ya hace una semana de ello, fuimos por ti porque te habías puesto violento después de que un doctor hiciera un chequeo general, los policías te dijeron que te tenias que quedar en la prisión de la estación hasta que pudieran abrir un expediente, por el motivo de que supuestamente tu mataste a los pacientes de aquel hospital, te pusimos sedantes para poder tranquilizarte, los primeros dos días eras extremadamente impulsivo, por lo que ni los sedantes ayudaban a calmarte, pero esa misma noche comenzaste a recitar cosas extrañas en un idioma creo inventado por ti, me comunique con Fabiola, tu otra psicóloga para que me pasara los datos de su análisis, no voy a darte ni decirte cosas para que se complique tu estadía, así que, ya te veo más tranquilo, pero no podemos desatarte por completo dado tus anteriores días, quiero que me digas absolutamente todo lo que te ha pasado, tus sueños, si es que has visto cosas extrañas que no puedas comprender, esto es para que podamos ayudarte, no me quiero aventurar a darte un resultado, pero mi análisis dice que tienes problemas mentales, por eso queremos ayudarte mientras el proceso de tu caso esta pendiente de nuestros resultados, esto te lo digo por leyes, así que hazme el favor de decirme absolutamente todo.

No me queda absolutamente nada más que decirle la verdad, le conté todo desde mi primera desaparición, hasta lo último que vi en aquella laguna, lo apunto todo, después de escuchar todo eso dijo—bien, voy a analizar todo esto, tardaremos un poco en averiguar lo que pasa contigo y si es problema mental, ahora, se bueno con nosotros ¿te vas aponer violento como otras veces o vas a ser bueno y ya no te tendremos que poner la mordaza?

Le conté la historia de mi vida, no era para nada trágica y era muy aburrida, no había nada que me haya hecho sufrir en mi pasado como para que mi mente se destrozara. Una semana había pasado y ya me habían quitado la camisa de fuerza. El día siguiente me dijo el doctor que tenía una visita, me sorprendió al escuchar eso ya que nadie sabía que estaba aquí, por lo que fui y vi a Nicolás y Eros junto con una anciana encorvada, cuando me acerqué a ellos parecían felices de verme, a mi me causo un revoltijo en mi estómago.

No sabia si eso era bueno o malo, me dijeron que me iban a sacar en unos dos o tres días, solo en lo que el pápelo terminara, la verdad yo no quería que volvieran aquellas cosas, que por fin mi mente dijo que eran alucinaciones, y la anciana por fin pronuncio palabras—eso es un montón de patrañas, eso es lo que te han hecho creer, ya te han lavado el cerebro, ya no nos sirve, ha sido envenenado con la tecnología moderna, veo un diminuto toque de magia que sobresale por su cabeza, pero pronto, muy pronto va a desaparecer, no se como me han hecho perder el tiempo, los dioses ya no van a querer una persona así, o lo sacan hoy mismo, o nos olvidamos de este.

Los otros dos se quedaron estupefactos ante las palabras de la anciana, ¿había dicho magia? Creo que esa vieja estaba más loca que yo, la magia no existía, eso solo era ilusiones bien estructuradas por los humanos haciendo el mismo truco una y otra vez para que se viera como algo "mágico". Si en verdad tuvo contacto con M'pah-goth—siguió hablando—deben de hacer algo, con su estúpida mirada solo veo a un holgazán inservible, pero ese maldito viejo sabio dijo que tenia que venir yo, es diminuto su poder y no veo porque se fijo tanto en él, pero, libérenlo antes de que olvide todo y sea un caso perdido...