Aitana en multimedia
Happy birthday
Tiré las llaves sobre la encimera de la cocina al mismo tiempo que me quitaba las botas del uniforme con azogue, llegar a casa era lo único que quería después de un día agotador y ahora que se me cumplía el deseo nada me quitaría el tomar un baño de novia en la tina que me des-estresara.
Abrí el pequeño refrigerador y saqué una botella de tequila que estaba por la mitad, servirlo al seco en un vaso plástico era patético pero no es como si la isla tuviese el privilegio de poder traer copas y vasos de vidrio para que sus habitantes tengan tantos lujos, a penas y podemos tener autos y cosas de uso personal.
Me bebí el primer medio vaso como un fondo blanco, serví el segundo antes de irme a la alcoba. Deje este mismo sobre mi tocador mientras me soltaba el cabello; después de tenerlo todo el día en un rígido rodete, soltarlo era tan satisfactorio como tener un orgasmo.
Tal vez no tanto así, pero sí resultaba muy satisfactorio.
Encendí la estéreo con un volumen moderado sólo para ambientar. Una melodía suave y atrapante empezó a resonar por toda mi habitación, deleitándome de la paz que transmitía. Recordándome que la soledad siempre será la mejor compañía.
Tampoco es que pudiese o quisiera tener a alguien que me acompañara.
Bebí un sorbo de mi tequila al seco antes de empezar a despojarme de mis prendas en frente del espejo de cuerpo completo alejando ese estúpido pensamiento que se quiso pasear por mi cabeza. Las tenues luces provenientes del baño y del pasillo eran lo único que iluminaban mi dormitorio además de la televisión que olvidé apagar esta mañana antes de salir, pero aun así podía detallar mi cuerpo siendo desvestido por mí misma a la perfección.
Después de quitarme hasta las medias quedando sólo en ropa interior posé ambas manos a los lados de mi cintura, ladeando la cabeza para recorrer mi cuerpo con la mirada y apreciarme con detenimiento.
Era algo que acostumbraba a hacer día a día, se trataba de una cuestión de enriquecimiento personal, no de egocentrismo o narcisismo —o al menos eso quería creer—. Cuando te admiras y estás contenta contigo misma sin necesidad de que otra persona te ayude a ver qué tan preciosa eres, te ayuda a llenarte de valentía y seguridad. Me acostumbré a eso, a conocerme, quererme y explorarme a mí misma. Convenciéndome que soy yo lo único que necesito para ser quien quiero ser y a dónde quiero llegar.
Por eso admiro todos los días como soy y en quién me he convertido.
Sin embargo eso no es suficiente para decir que estoy satisfecha con lo que he logrado, aún me falta mucho más y veo que ahora sí falta muy poco para tener lo que quiero.
No soy perfecta, soy real. Tengo algunos rollitos, estrías en los costados de mis caderas y algunas manchas en la piel pero eso no me hace menos. En vez de enfocarme en lo que la gente acostumbra a considerar "imperfecto" prefiero detallar mis largas y bien marcadas piernas, mi piel trigueña con cierto destello caribeño. Mis caderas prominentes y glúteos redondos eran algo digno de ver para mí, tal vez una de las cosas que más me gustan y lo más resaltante a ojos de cualquiera; mi cintura es pequeña, y aunque no tengo el abdomen marcado como muchas otras soldados considero que así estoy bien. Mi pecho y espalda son angostos, al igual que mis brazos son finos y me hace pensar que soy una mujer pequeña de la cintura para arriba, incluyendo mis senos que son algo grandes pero redondos y firmes, no es lo que más me guste pero estoy conforme.
Estoy bien conmigo misma, lo tengo muy claro y no me puedo quejar.
Aparté mi largo y algo rizado cabello de mi rostro y torso antes de quitarme las únicas prendas que me cubrían, la ropa interior.

ESTÁS LEYENDO
Éxtasis
ActionPsi - Protección y seguridad internacional. Unidad secreta de Inteligencia para la Protección y seguridad internacional. El mundo nunca estuvo listo para ser dirigido vagamente. Por eso hace al menos veinte generaciones atrás fueron creadas las Psi...