El centro de lo desconocido
—Quiero un informe detallado para los próximos 10 segundos. —Demando apoyando mi mano en el respaldo de la silla de este pobre secretario.
—Señorita, no puedo hacer eso tan pronto, necesito la autorización de...
—¿De quién carajos necesitas autorización si te lo estoy ordenando yo? ¿Quieres que te llame al maldito papa para que viaje desde el vaticano a pedirte un desgraciado papel? —Vocifero tomando el cuello de su uniforme y apretándolo, llamando la atención de los demás oficiales.
Me encontraba en este momento en las instalaciones de la CIA, pidiendo información sobre grupos delictivos que hacen vida en este país para comenzar de ahí mi investigación ya que los soldados del Pentágono nunca han sido involucrados directamente en asuntos especiales, sólo en cuestión de infiltrados y respaldo por el nivel de entrenamiento.
—¿Que sucede aquí? —Baja una mujer rubia, esbelta de porte elegante por las escaleras principales del recinto logrando que todas las murmuraciones que se podian escuchar perdieran la voz de inmediato.
—Detective Dohmann. —Sonrío con total confianza hacia ella quien imita mi gesto.
—Mayor Zimmer, un gusto tenerla aquí. —Llega a mi posición y mira al pequeñín que estaba "atendiendome" —Dilson, ¿Hay algun percance de la mayor en su área que pueda resolverle? —Cuestiona al muchacho quien evita a toda costa su mirada.
—Detective, ella me está pidiendo un inf...
Ella levanta su mano cerrando su puño indicándole que se mantenga callado tras su tartamudeo y me mira de reojo.
—Lo que sea que ella pida, hay que dárselo. Lo sabes, ¿No es así? —Finge amabilidad en su tono de voz.
El joven novato se limita a asentir con mucho nerviosismo entendiendo lo que le dijo su superior
—Sí, señora.
—Haz tu trabajo. —Golpea levemente su nuca y regresa su atención hacia mi. —¿Me permite un segundo, Mayor?
Asiento con la cabeza y me limito a seguirla al ascensor del recinto donde permanecimos en silencio hasta subir a un piso totalmente desierto, solo reposaba ahi un gran escritorio con un joven detras de él tecleando sin parar y una puerta al final del lugar. Supuse que era su piso.
Pasamos de largo delante del joven que ni se percató de nuestra presencia y nos adentramos a la única puerta del lugar.
Una oficina repleta de estanterias bajo llave llena de folios completos de informacion que por supuesto me gustaria tener, un mini bar, una caja fuerte, un televisor pantalla plana en una de las paredes en blanco y un escritorio de cristal era lo unico que llenaba el lugar que olía a poder.
—Lindo sitio.
—El único espacio de todo el edificio que no tiene activas las cámaras de seguridad —Alegó sonriendo y reí negando con la cabeza.
—El que tiene poder hace lo que quiere con las reglas. —Dije más para mi misma que para ella— ¿Cómo está tu esposo?
Ni me interesaba, pero es cortesía aqui supongo.
—De viaje como siempre y molesto. —Refunfuñó resoplando— Estaba embarazada y decidí abortar. No es el momento para tener un hijo, la guerra se avecina.
Frunci el ceño, mamá siempre suele decir que la guerra se avecina.
Puedo permitirme extrañarla.
—Puedo entenderlo, somos mujeres de trabajo. —Concordé entendiéndola.
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Éxtasis
ActionPsi - Protección y seguridad internacional. Unidad secreta de Inteligencia para la Protección y seguridad internacional. El mundo nunca estuvo listo para ser dirigido vagamente. Por eso hace al menos veinte generaciones atrás fueron creadas las Psi...