Amor Incondicional

Capítulo 10

Capítulo 10

   Encontrarme con Sabrina me había hecho hacer un descubrimiento. Uno que antes no había visto en mí, al creer que me conocía perfectamente. Pero, ¿quién es uno para creer que sabe más de lo que realmente sabe?

   Realmente no sabía nada.

   Un absoluto nada.

   Habíamos salido juntos de aquel lugar que ninguno de los había querido ir. Pero, la insistencia de nuestros padres nos había hecho ceder. Buscando, al mismo tiempo, la manera como acabar con todo aquello que nos ahogaba.

   Permitirme hablar, una vez más, con ella terminó haciendo que cediera con mi actitud apática e indiferente. En su mirada había algo que su ser quería callar. Y aunque yo no podía escuchar lo que expresaba, mi corazón, a mi parecer sí.

   Caminamos juntos hacia el Starbucks que se encontraba más cerca. Entramos y nos dispusimos a pedir, aunque había sido yo quien había insistido en invitarla a tomar aquel café. Luego buscamos una mesa algo retirada. Queríamos hablar sin ser interrumpidos. Para ambos aún era asombroso aquella casualidad que había puesto la vida en frente de ambos.

— Nunca pensé que podías ser parte del imperio Owen...—  admitió Sabrina, al tomar aquel café en sus manos.

— El mundo es aún más pequeño de lo que uno cree... Simplemente, la verdad, es que jamás he sido parte de él.

— Pero tu padre...

— Soy como cualquier  Owen que puedas conocer en toda Inglaterra... Los negocios de mi familia no me hacen parte de eso... Por mí, se puede desmembrar toda la empresa, si alguien consigue algún beneficio. Excepto mi padre...

—Pensé que era la única que odiaba todo ese imperio...—sonrió, bebió un poco de su café y prosiguió— . Pero, ya veo que no...

— Cuéntame el resto de tu historia...— la animé a hablar, mientras bebía un poco de mi café.

— Desde pequeña, cuando vi el hombre en quien se había convertido mi padre. Mi mundo se desmoronó. Ser transformó en un hombre codicioso. Es cierto que estudié en los mejores colegios londinenses y en una universidad que muchos querrían, pero no pueden. Pero, si me tocase ser sincera por una vez en mi vida, preferiría tener una vida más sencilla y recuperar al hombre que solía ser mi padre. Hubiese cambiado todo aquello, si hubiese tenido más tiempo de calidad con mi padre. ¿Sabes?, lo más importante para él siempre era su trabajo. Muy pocas veces lo veía...

— Al menos lo tuviste cerca... El mío acabó yéndose lejos, a otro país, y se olvido de que tenía un hijo que lo necesitaba. Para él fue más importante hacer crecer el imperio de su padre, en Canadá, que ver crecer a su hijo. O pagarle sus estudios...— bufé con cierta ironía—  Después de mucho tiempo es que osa aparecer de nuevo en mi vida, buscando un aliado...

—  ¡Quiere recuperar lo que es suyo usándote!... Se parece tanto a mi padre.

— Ciertamente... Y de seguro estarán pensando como desheredarnos por completo.

— No me importaría...— dijo y bebió un poco del café que había pedido— Toda mi vida había esperado el día en que me enfrentará a él... Y ese día ha sido hoy.

   La miré a los ojos fijamente. No podía creer que ella y yo tuviéramos muchas cosas en común. Sonreí al darme gracia aquello. Mirando, posteriormente, hacia otro lugar.