Capitulo 17

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—Entiendo porque mi padre te ha dado el cargo que tienes.

—¿Por?—Pregunta intrigado.

—Te gusta lo que haces y a él también.

Thomas sonríe y seguimos comiendo, cuando terminamos recojo las cosas y Thomas friega los platos.

—Voy a cambiarme y dormir un poco antes de que Ava se despierte.

—Yo me voy a pintar—guardo mis cosas suponiendo que mi idea de quedarme aquí ha sido rechazada y voy hacia la puerta— Nos vemos mañana.

—_____...—Me giro—. No me importa que te quedes aquí, te lo agradecería, pero no quiero abusar de ti, ¿Lo comprendes?

—Claro.

—_____...—Dice cuando me vuelvo a girar para irme.

—Empieza a ser molesto que me conozcas tan bien— Thomas se ríe y me vuelvo aun con el morro torcido pero no tardo en cambiar mi expresión por una sonrisa.

—Este viernes es mi cumpleaños y he pensado hacer aquí una fiesta para mis amigos, me gustaría que vinieras, pero como amiga.

—Claro, te sale más barato invitarme como amiga...— Thomas se ríe y yo con él—. Nos vemos mañana.

—Hasta mañana duendecillo.

Lo miro asombrada y me vuelvo antes de que vea como me ha impactado el apodo que ha usado, es el mismo que utiliza mi padre.

Thomas:

Observo a Ava dormir, miro el reloj y veo que son casi las siete de la mañana, dentro de poco me tengo que ir trabajar; la idea de volverme a la cama queda descartada y opto por darme una ducha y tomarme un café. Otra noche que la pequeña se ha retorcido en sueños por sus pesadillas, he tratado de abrazarla, de mimarla, de calmarla, pero seguía llorando. ¿Qué le atormenta? Me duele verla así.

A las ocho de la mañana _____ toca a la puerta con los nudillos, la abro esperando que no note las muestras de cansancio en mi cara, pero nada más entrar me mira y sé que lo ha visto todo. Me asombra la capacidad que tiene para percibir lo que me pasa, y a mí con ella me pasa lo mismo, enseguida sé cuando algo le molesta. No sabía que en tan poco tiempo se podía conocer también a una persona, y me parece increíble. Y eso no deja de ser mosqueante.

—No has dormido, pero tengo la solución y por si me lo preguntas, estoy de oferta y te saldrá gratis.

_____ deja su mochila, algo más llena de lo habitual, sobre el sofá.

—¿Y cuál es esa solución? ¿Darle un somnífero a Ava?—Bromeo.

—No, me quedo esta noche aquí, y como tengo el sueño muy ligero me levanto y te ayudo con la pequeña.

—No...

—¿Te molesto?

—No sigas por ahí.

—¿Entonces? También lo hago por el bien de la empresa de mi padre, si no cumples en tu trabajo...

—Mentirosa.

—No puedes seguir así, y yo no tengo nada mejor que hacer.

—Salvo pintar.

—Sí y estudiar, pero puedo repasar desde aquí. No me sale bien últimamente lo que pinto...

—Estas mintiendo.

—No...

—Se te nota en la cara _____. Y no, Ava es mi problema y no puedo permitir que te tomes tantas molestias.

"Enamorada del novio de mi hermana" (Thomas Brodie-Sangster y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora