Capitulo 31

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—Tranquila puede ser solo que quiere dejarlo. Y querrá, que quede como si la que me deja es ella, olvidando mi mensaje.

Thomas me besa el cuello y asiento, pero por dentro sigo estando inquieta.

—Enséñame tus pinturas.

Lo hago y Thomas las halaga, por su cara sé que lo dice de corazón, a Matt también le impresionaron y mi padre el otro día vino y se llevó una para su despacho.

—Mi padre se ha llevado uno de mis cuadros para su despacho.

—Son preciosos. El que me hiciste está en mi cuarto.

—Pensé que no te había gustado...

—Me encantó ______. Es hora de que empieces a creer en tu arte.

—Lo haré.

Nos vestimos para ir a por la pequeña y desayunar, vamos primero a casa de Thomas, pues yo tengo ropa en mi estudio pero él no. Cuando terminamos vamos juntos a casa de Bianca y Albert a por la pequeña.

—La echo de menos, eso que solo hace horas que no la veo.

—A mí también me pasa.

Thomas pone su mano sobre la mía y cuando llegamos a casa de Bianca, al tocar la puerta no suelta mi mano.

—Van a ver....

—Todos lo intuían, por cierto tienes que llamar a Matt, aunque ayer tuvimos unas palabras.

—¡¡Matt!! Había quedado con él para irme...—Busco mi móvil y lo llamo—. Tengo que hablar con él. Thomas me mira serio.

—Vamos no seas celoso.

—No lo soy.

Pero lo dice con la boca pequeña y eso hace que me ría.

Cuando el mayordomo nos hace pasar Thomas me coge de la mano y tira de mí, mentiras hablo con Matt, que ya se lo había imaginado cuando fue a mi estudio esta mañana y no me vio en él. Se despide de mí prometiéndome que regresará pronto.

—Se va de viaje.

—Que pena.

Le doy un codazo en el momento que llega Albert.

—La pequeña esta con Bianca en la piscina. ¿Hoy también trabajas ______? Lo vas a arruinar.

Thomas lo mira con cara de pocos amigos y Albert se ríe.

—Me alegro por vosotros, si quieres, como intuyo que las mujeres se pondrán hablar de cosas de chicas..., te espero en mi despacho y miramos unas cosas.

Thomas asiente y nos vamos a la piscina para ver a Ava y darle un beso. La pequeña al vernos se pone contenta y empiezo a chapotear con fuerza en la piscina, Thomas la coge, sin importarle que le moje su camisa, y la da un beso, me la da y tras besarme se va. Sé que lo ha hecho sin darse cuenta y que no le ha importado la presencia de Bianca, esta me mira asombrada y cuando Thomas se va rompe a reír.

—Por fin, os ha costado un poco ¿no?

—Sí.

—Tengo bañadores en la sala, te espero aquí.

Voy a cambiarme, y cuando vuelvo con ellas le pongo a Bianca al día de todo. Cojo a Ava y la acerco a mí, esta me abraza y luego chapotea.

—Algo te preocupa, veo en tus ojos preocupación.

—Es Ainara, ¿Y si ella está enamorada de él? Me siento egoísta.

—Ella lleva siéndolo toda su vida. ¿Sabes por qué siempre te ha marginado? Porque en el fondo sabe que si tu te decidías brillar en las fiestas, lo harías mucho más que ella.

Ainara te envidia, y no solo porque tú sí tienes la misma sangre que vuestro padre.

—No lo sé...

Le cuento la conversación de teléfono de esta mañana con Thomas y pone mala cara.

—Espero que no sea nada lo que le tenga que decir.

—Tú también dudas.

—Sí.

Nos quedamos jugando con Ava, cuando la secamos observo a Bianca llevarse la mano al vientre, sin darse cuenta.

—¿De cuánto estas?

—¿Tanto se nota?—Asiento—. Aun no estoy de dos meses, pero me da miedo decirlo por si lo pierdo...estoy esperando a estar de tres meses para celebrarlo. Tuve un principio de aborto al poco de saber que estaba en estado y tengo miedo desde entonces.

—¿Estás bien?

—Sí, me hace feliz saber que voy a tener un bebe de Albert y él esta como loco. No quiero perderlo, es mi pequeño.

—No lo harás.

Ava se entretiene jugando con unos juguetes que hay en su toalla y me siento cerca, frente a Bianca.

—¿Crees que cuando Ava crezca y Thomas tenga más hijos, se sentirá desplazada como le pasa a Ainara?—Le pregunto a Bianca.

—No lo sé, hay personas que no son felices con la realidad y les gusta liar las cosas. Ainara siempre ha tenido un padre que la adora, aunque no haya sabido verlo. Y aunque tu padre la quiere, y tú también, nunca ha sido una buena hermana.

—Thomas es el padre de Ava en todos los sentidos, va a hacer más de padre que de hermano.

—Sí. Lo sé.

—No quiero que Ava sienta la ausencia de esa figura en su vida.

—______, te conozco lo suficiente para saber que si sigues con Thomas y tenéis hijos, al igual que tu padre, tú querrás a todos por igual. Padre es quien te cría. El mío lo es por derecho de nacimiento, pero yo no sé lo que es tener un padre. Y quien lo tiene...no sabe valorarlo. La culpa es de Ainara.

—Sí, pero no quiero hacerla daño.

—¿Acosta de tu felicidad?

No digo nada y Bianca lo adivina.

—No lo hagas ______, Ainara no quiere a Thomas. Y mucho menos a Ava.

—Lo sé... pero me preocupa que puede ser “eso” que quiere decirle. Tengo miedo de perderlos.

Al poco llega Thomas y se sienta a mi lado, hablamos con Albert y Bianca y cuando llega la hora de dar de comer a la pequeña, Bianca nos comenta que ya había mandado a la cocinera prepararle algo rico a la niña. Al final nos quedamos a comer con ellos. Trato de ser feliz por estar al lado de Thomas, por ver su sonrisa cuando me mira, por sus caricias disimuladas. Pero no dejo de pensar en Ainara.

"Enamorada del novio de mi hermana" (Thomas Brodie-Sangster y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora