Ideas sueltas. (Colección de Oneshots)

Acosador.

—Me llamo Yugi. Y soy un acosador.

No sabría decir como empezó. No voy a decirte que tuve una infancia horrible que me hizo obsesivo, no, al contrario. Tuve una buena crianza y mi abuelo me lleno de amor, consejos y valores. Supongo que yo simplemente nací así de enfermo y torcido. Pero, nunca he dañado a nadie ¡lo juro! Soy de todo menos un peleador, me da miedo hasta alzar mi maldita voz.

Solo que cuando me gusta mucho alguien, yo, no puedo evitar querer empaparme de esa persona. Que hace, quienes son sus amigos, sus gustos, lo que no le gusta, la comida que prefiere o la que no. Sus hobbies ¡todo! Por que si te gusta alguien es normal que quieras saber cada pequeño detalle de su vida ¿cierto? Yo solo soy un admirador, alguien que le encanta coleccionar y saber todo de esa persona. Tener mechones de su pelo en libretas de recuerdo, ropa u objetos que esa persona pierde —o que yo robo de su casillero— para tener algo de esa persona siempre conmigo.

Contrario a lo que piensas, no, no soy capaz de matar a las novias o pretendientes del objeto de mi adoración. Las <yandere> son cosas de animes y mangas con tramas baratas, ya te dije que nunca lastimaria a alguien a consciencia. No odio a las novias de mis obsesiones ni a sus pretendientes… Es más, me alegro por ellas.

Esto debido a que yo siempre me descarto como potencial pretendiente… Se que tan jodido estoy, se que nadie amaría a alguien tan enfermo. Estoy en paz con ello, lo asimile hace bastante.

Ahora, aclarado esto, déjame te hablo de algo mas interesante: el objeto de mi amor. Mi más reciente y más larga fijación, se llama Atem Ahmed. Tiene dieciocho, mide un metro con cincuenta y cinco centímetros. Tipo de sangre A+, piel oscura y ojos de escarlata. De origen egipcio/africano. Habla etíope, árabe y japonés fluidamente, actual capitán del equipo de baloncesto de mi escuela.

No es quisquilloso con la comida, ama las películas de ciencia ficción y es fan del UCM. Es friki, le encanta jugar Duel monsters, hace partidas con sus amigos de <dragones y calabozos> cada jueves en la noche. Es el chico mas amable, encantador, y elocuente que conocerás. Además de tan atractivo, tengo quinientas fotos de su rostro perfecto en la galería de mi teléfono. Amo su sonrisa, su voz y es tan, tan atrayente.

¡No me hagas hablar de su cuerpo! Que ahí si que no termino nunca. Es todo lo que cualquiera sueña o pide en un novio, no hay duda que Anzu-chan es realmente afortunada de tenerlo. Hacen una pareja hermosa, siendo honesto. Este es en definitiva mi crush favorito. Es el más me ha durado. Pero pronto debo encontrar a alguien más, me siento realmente mal de seguir acosando a alguien tan bueno. Pero no puedo evitarlo, es algo mas fuerte que yo.

Cada que veo su rostro, siento que pierdo todo rastro de mi poca cordura. Pero sigo lo suficientemente lucido para no cruzar esa linea sagrada, de pasar de acosador silencioso a uno más agresivo. No, no voy a cruzarla. No quiero espantar a mi amor. No me lo perdonaría jamás.

<11:AM, escuela secundaria de Domino City>

Te observo. Desde lejos, te veo usando la mirilla de mi camara. Tomo diez fotos de un solo disparo, todas de tu rostro sonriente. La azotea de la escuela es mi lugar favorito, aqui consigo fotos tan buenas de tí. Te veo abrazarla, mi corazón se estruje mientras sonrió.

—Eres afortunada—murmuro entre dientes. Bajo mi camara, empiezo a desarmarla y guardarla en su estuche,—por hoy esta bien así—guardo todo lo que traje conmigo. Salgo de la azotea y me encamino a mi siguiente aula.

Quiero ver las fotos. Pero tengo que esperar a llegar a casa, cuentos los minutos para que el día escolar termine de una buena vez. Amo ver tus fotos, me encanta la forma en como esos gruesos y rosados labios se curvan en una enorme sonrisa. El como los frunce ligeramente cuando estas molesto, como muerdes tu labio inferior cuando algo realmente te gusta. Tus ojos de escarlata, el como destellan cuando te pones pícaro o juguetón. La manera en como recoges tu cabello en una cola alta cuando tienes calor, me atrae, me enloquece.