Feliz cumpleaños al gran faraón de Egipto.
"Promesa."
Abraza aquel pequeño ramo de lirios rojos contra su corazón. Avanza a paso lento pero firme por los pasillos del museo, conocía perfectamente el lugar. Todos los años, por estas mismas fechas, tomaba un vuelo hacía El Cairo, Egipto. Solo para visitar el museo mas grande de la ciudad, donde tenían la exhibición más completa sobre el antiguo Egipto.
"Siempre es un gusto recibirlo aquí, señor Yugi." Dice el muchacho que le acompañaba por los pasillos, un chico de cabellera rubia ceniza de ojos color ocre.
"Gracias, Amir-kun." La voz de Yugi sonaba sin aliento, áspera como un suspiro debido a sus cuerdas vocales envejecidas. "Yo puedo seguir solo, conozco bien el lugar. Me saludas a tu abuela, por favor."
"Hablando de mi abuela, ella dice que cuando guste puede venir a tomarse un té en nuestra casa." El muchacho le sonrie ampliamente. "Le mandaré sus saludos."
"Entonces pasaré mañana, siempre es un deleite conversar un rato con Ishizu-san."
Sin más se despide de ese chico y sigue su camino solo, cruza en un pasillo cercano y llega a su destino. Un hermoso salón de paredes doradas, el corazón de aquel hermoso museo. Tras grandes ventanales de cristal se exhiben murales de piedra y caliza con jeroglíficos tallados, jarrones, estatuas, antiguos pergaminos y como punto focal, un antiguo sarcófago.
Se va acercando poco a poco aferrado al mango de su baston con una mano y con la otra abrazaba el ramo de lirios rojos. Se pone a un costado de aquel hermoso sarcófago de oro, apoya su bastón a un lado y acerca su arrugada mano a la máscara mortuoria. Delinea con sus dedos los ojos pintados, la nariz y los labios.
Lleva los ojos hasta un costado de la tapa, donde se leía apenas el nombre del faraón que pasaba su eternidad allí adentro.
"Hola, Atem." Llama en voz tierna, colocando el ramo de lirios sobre el majestuoso ataúd. "Feliz cumpleaños, amigo mío." Sonríe con aires dulces, los hermosos ojos violeta oscuro destellan en ternura como en sus años mozos. "Espero estes bien, me imagino que sí, la otra vida es un paraíso después de todo."
Vuelve a tomar su bastón, se queda viendo la máscara con suavidad como si de verdad tuviera en frente a su viejo amigo.
"Veamos, tengo cosas que contarte." Dice con voz pensativa poniendo una mano en su barbilla, mira hacia arriba rememorando. "Jounouichi-kun recibió a su nueva nieta. ¡Ya van cinco niñas y ese hombre llora cada vez como si fuese la primera!, Honda celebro sus treinta años de casado con Shizuka y la llevo de viaje a Paris. Otogi cumplió diez años de casado, al parecer la quinta esposa si fue la indicada. Kaiba-kun por fin se retiro, alabado sean los dioses. Ahora la compañía la dirige su nieto, si lo vieras Atem, es una mini copia de Kaiba-kun cuando tenía dieciséis." Ríe animado negando con su cabeza. "Mokuba-kun le ayuda a dirigir la compañía, aunque el también piensa retirarse en unos años."
Aquel anciano suspira con anhelo y cierta nostalgia.
"Este año es el segundo aniversario del fallecimiento de Anzu-chan, espero que ella este bien y si por si acaso estas con ella, cuidala mucho, dile que la sigo amando." Dice en tono suave, algo triste. "Fue una esposa maravillosa." asiente con suavidad. "Dile que nuestros hijos están bien, que sus nietas la extrañan y preguntan siempre por ella."
Se queda callado unos segundos.
"Dile que pronto me reuniré con ella." Admite por fin en medio de un suspiro, su mirada se torna pesada. "Con ustedes, mejor dicho." Toca suavemente el rostro tallado. "Me diagnosticaron cáncer de huesos en etapa cuatro, me quedan a lo mucho unos cinco meses. Me temo, amigo mío, que este será el último cumpleaños que pase contigo." El aura del cuarto se torna fría, Yugi se estremece. Ha de ser una corriente, pensó. "No le he dicho a nadie, no quiero entristecer a mi familia. Tuve una vida maravillosa, setenta y cinco años bien vividos."
El cuarto vuelve a quedarse en silencio por unos segundos.
"Me preguntó…" Empieza, con voz dudosa. "Que pasará cuando muera, ¿podré verte?, no lo se, somos de distintas religiones y épocas…" Sus ojos se tornan un poco llorosos. "…¿Sabes Atem?, si pudiera pedirle una sola cosa a los dioses, es que me permitan conocerte otra vez al renacer." Una lágrima traicionera baja por su mejilla y el se apresura a limpiarla. "Debo de irme, ha sido agradable." Se inclina con cuidado y como siempre hace en cada visita, justo antes de irse, planta un beso inocente en los labios de la máscara mortuoria.
"Y recuerda, que te amo."
De esa forma, se va poco a poco de ese lugar. Los hermosos lirios rojos del ramo reposan en calma sobre el sarcófago. Una mano traslucida toma uno de los lirios por el tallo y lo alza con cuidado.
El eco de un suspiro se escucha en el salón.
Aquel suspiro, resuena por las paredes de la habitación vacía. Una voz ahogada por el tiempo, un anhelo mudo.
Una promesa.
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Ideas sueltas. (Colección de Oneshots)
FanfictionOneshots principalmente puzzleshipping. parejas adicionales: Rivalshipping Puppyshipping Starshipping. acepto sugerencias, too. un besito ❤ @Yu gi oh le pertenece a Kazuki Takahashi y Konami. Ninguno de sus personajes me pertenece.