La casa estaba fría; Jungwoo odiaba el frio. Pero ahora mismo no podía hacer nada, lo único que deseaba era acurrucarse en su cama para hacerse un ovillo de dolor, pena y desconsuelo. No tenía nada que decirle a nadie, estaba un poco destrozado por dentro y casi podía sentir su caja torácica hundirse de a poco.
El teléfono sonó de nuevo. Contó quince llamadas antes de perder otra más, sabía que era Doyoung y Jaemin quienes lo llamaban y, él ya no sabía cómo hablarle al pelinegro.
El teléfono sonó una vez más.
Pero sus manos no se movieron en su auxilio.
La crueldad del destino es horrible, pensó.
Dos días después aún tenía los ojos enrojecidos, hinchados y enmarcados por unas sombrías ojeras, testimonio de las noches en vela que se había pasado ignorando al pelinegro. El frágil vínculo que los unía se estaba quebrantando de a poco, como un estambre de lana que se tiraba por un edificio.
Jungwoo era consciente de que estaba intentando alejarse del pelinegro, pero su corazón parecía no entenderle y por eso seguía persiguiendo a Doyoung aún después de días de no verle. Seulgi por otro lado había estado malcriándolo como un niño pequeño, era cierto ahora ocupaba el puesto de administradora del bar nocturno en el que trabajaba, ella se veía feliz pero su hijo sólo lo aparentaba. No fue sino hasta esa tarde en que escuchó pequeños golpes en la entrada de su casa que por fin logró ver a Renjun allí, lástima que Seulgi fue quien lo recibió.
—Señora, vengo a dejarle a Jungwoo la tarea de la semana—Dijo suavemente.
—Pasa cariño, has crecido mucho últimamente—Los labios de la mujer se convirtieron en una sonrisa enorme—Le harás compañía a mi Wonnie, últimamente ha estado muy solo y temo que se convierta en un zombi—Renjun trató de no objetar con el ceño y una
mirada de desaprobación. ¿Cuál era el problema con ella? —Debo ir al trabajo, dejé galletas y un poco de chocolate caliente en la cocina. Cuídalo mucho, ¿Está bien?
Siempre había sido, demasiado confiada.
Una vez que ella se fue, Renjun cerró la puerta con cuidado, miró en dirección a Jungwoo, claramente evaluándolo. No podía negar que sentía cierta pena por su amigo, pero todo era culpa suya. Ahora lo único que podía hacer era esperar y tener esperanza.
—Estas hecho un asco. —Dijo casualmente. Levantó su propio cuaderno y caminó hacía el pelirrojo deprimido—Como sea, Jungkook nos dejó trabajo. Jaemin no puede venir porque se ha enfermado, le dije que no comiera tanta basura.
Jungwoo suspiró.
— ¿Quieres una galleta? —Jungwoo le ofreció el plato de galletas recién hechas y Renjun no se negó en tomar una—También hay leche, si quieres.
— ¿Hasta cuándo vas a estar así?
Renjun era muy bueno con la intimidación. Había nacido con ello.
—No entiendo.
—No entiendo mis pelotas—El pelirrojo parecía confundido—Hiciste mal en meterte con el padre de nuestro amigo, pero ya pasó, ¿Qué más puedes hacer? Jaemin me dijo que el señor Kim ya está libre de los cargos, si tanto lo quieres deberías ir con él.
Jungwoo ni siquiera contestó.
—Reprimir los sentimientos no es sano, Jungwoo. Debes sacarlos a flote si quieres seguir con tu vida—Alguna emoción apareció en el rostro pálido de Jungwoo—A veces debes dejar de pensar en otros para comenzar a pensar en ti, ahora por favor levanta tu trasero y vamos a la casa de Jaemin que yo no puedo soportar sus insistencias de niño malcriado.
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¿Qué Esconde El Señor Kim? °Dowoo° NCT
Fanfiction-Adaptación- ¿Qué Esconde El Señor Kim? -Recuerda no entrar a lugares en donde no te dan permiso, Jungwoo. Su madre había tenido tanta razón, pero ahora era demasiado tarde. Su curiosidad lo había llevado a un punto límite, al descubrir lo que esc...